Marcos Di Palma: “el mejor circuito es el de Rafaela”

No se considera un ídolo, pero reconoce que se siente feliz por el cariño que le transmite la gente. Asegura que heredó la locura de su viejo, pero aún más la de su madre. Dice que esta temporada se mentalizará para luchar por el campeonato en el Turismo Carretera, porque así se lo pidieron sus sponsors. Marcos Di Palma es un tipo auténtico y lo manifiesta en todas sus definiciones.

Por Víctor Hugo Fux

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-¿Estoy hablando con el piloto más carismático de la Argentina? -Disculpame, escuchando esa presentación, creí que estaban mandando al “Gurí” Martínez de una… pero bueno, si vos pensás que es así, no me queda otra que aceptarlo. -Vos sabés que es así. Y también sos conciente que la gente de Rafaela, como seguramente la de todo el país, te lo hace conocer, expresándote el cariño que sienten por vos. -Sí… sí. Además, yo por Rafaela tengo un respeto muy grande. Por todo lo que representa esa ciudad para el automovilismo y por todo el afecto que me trasmite su gente cada vez que estoy por allá. Yo siempre recuerdo que empecé a saber cuál era el verdadero significado de Rafaela por lo que comentaba mi viejo. Cada vez que iba a correr a esa ciudad se sentía realmente feliz, por el cariño de la gente, pero también por el circuito, que le gustaba más que cualquier otro. -Por lo que expresaste en varias oportunidades, creo que compartís esa idea. -Totalmente, no tengas duda. Rafaela es el mejor circuito del país. Por la velocidad, porque estás arriesgando continuamente, por los sobrepas- os. Cada vez que vamos con el Turismo Carretera hacemos muy buenas carreras. Yo lo tengo bien claro, primero está el circuito de Rafaela, y después, los de Buenos Aires y Nueve de Julio. -No hace falta agregar, entonces, que te sentís muy cómodo en Rafaela. -Qué te parece, es como si estuviese en mi propia casa. Y además, muchas veces tuve la suerte de andar bien. Como en la carrera que hicimos con mi hermano José Luis, que la terminó ganando él, a pocos días de la muerte de mi viejo. O la del 26 de setiembre de 1999, cuando no fui a clasificar porque se había matado un amigo, y después de haber largado desde atrás llegué a estar primero, aunque al final terminé segundo, atrás de Fabián Acuña. También recuerdo otra vez que fui a Rafaela y pude ganar, después de haber volcado y de romper bastante el auto en la anterior, que corrimos en Olavarría. Ese día fue segundo Guillermo Ortelli y mi viejo me acompañó en la vuelta de honor con el helicóptero. Realmente, fueron emociones muy fuertes como para no tener un sentimiento muy especial por Rafaela. -Dejando por un momento de lado el automovilismo, ¿Cómo estás asumiendo tu responsabilidad de padre? -Bien, aunque estoy durmiendo un poco menos, porque me despierta cada cuatro horas para que le prepare la mamadera. Es muy divertido y muy lindo. Siempre pensé que tener otro hijo iba a ser un problema, porque la experiencia que me tocó vivir con el primero fue bastante traumáti- ca. No hablo de culpas, puntualmente, porque reconozco que pudieron haber sido mías por no hacer las cosas bien en el momento que debía. Hoy, estoy sufriendo, porque es una relación no deseada y a cualquier padre le duele cuando tiene pocas oportunidades de ver a su hijo. Esto es diferente, porque me siento orgulloso de ser otra vez padre y porque es muy lindo poder tenerlo, llevarlo, mostrarlo, cambiarle los pañales, darle la mamadera, dormir con él. -¿Tu personalidad está más cerca del “Loco” o de la “Tana”? -Mirás, esto es muy simple, lo que pasa es que la gente no conoce mucho a la familia de la parte materna, y por eso todos me asocian con mi viejo. Por supuesto que tengo muchas cosas de mi viejo, pero la gente está equivocada, porque cree que la locura es hereditaria de parte de mi viejo, pero mi vieja está más loca que mi viejo. No, de verdad, es una vieja muy divertida, que tiene sesenta años y once nietos. Es muy piola, pero es de amargarse mucho. De hecho, tiene motivos suficientes, porque los cuatro hijos, todos los días le llevamos un montón de problemas. Por eso, te digo que la locura viene de los dos lados… de madre y de padre. Pero, sinceramente, le estoy muy agradecido a la vida por haberme dado dos viejos de grandes corazones. -Volviendo al automovilismo, ¿cuánto dinero se necesita para estar adelante en el Turismo Carretera? -Yo tengo bien claro mi costo, que es de 70.000 pesos por carrera. A partir de ahí, lo que vos puedas sumarle, es la ganancia del piloto. Para tener un auto de punta, esa cifra es la que hoy debe manejarse. Los números son muy concretos, si vos juntás 100.000, vas a ganar 30.000 por carrera, pero si tenés un presupuesto de 60.000, vas a perder 10.000, como me pasó a mí el año pasado. -¿Es verdad que este año vas a plantearte como objetivo la posibilidad de luchar por el campeonato y si es necesario vas a especular con sumar puntos y arriesgar permanentemente al todo o nada? -Sí, eso es lo que me ha pedido la gente de Lo Jack y de Taverniti, que son mis sponsors más importantes para este año. Me dijeron que les gustaría pelear el campeonato, y en ese sentido, hablando con total claridad, creo que hemos llegado a una coincidencia absoluta. Les comenté que debíamos realizar algunas inversiones mayores para no dar ventajas, y ellos lo entendieron perfectamente. Por ejemplo, compramos una adquisición de datos que cuesta unos 25.000 euros, debemos adquirir un motor para utilizar exclusivamente en las pruebas que está en el orden de los 70.000 pesos, y además será fundamental la cantidad de entrenamientos que realicemos durante la temporada. Cada vez que vas a un circuito para dar algunas vueltas, tenés que hablar de un costo de entre 10.000 y 12.000 pesos. -Ya en el torneo pasado manejaste distinto a lo que estabas acostumbrado. -Creo que sí, y eso me permitió llegar en casi todas las carreras del año, salvo en la que me echaron cuando venía ganando en Río Cuarto y después cuando pinché una goma en Buenos Aires. Eso me hizo finalizar en el puesto trece en el campeonato, que es bastante bueno. Incluso, con algunos puntitos más, pude haber terminado entre los diez, que es el objetivo al que le apuntamos todos los pilotos cuando se inicia una temporada. -¿Podrán correr a los Ford en el próximo campeonato? -Seguro, porque nos han dado algo más en el reglamento. Espero que sea equitativo y que no se incline la balanza para el lado nuestro, de los Chevrolet, porque la categoría está muy pareja. Ojalá que no nos pasemos de rosca, porque ahí correríamos el riesgo de irnos para el otro lado, y eso no sería bueno para nadie. -¿Se pudo lograr el objetivo que se propusieron con Gastón (el periodista Mastrolía, autor del libro) cuando editaron “La Pasión”? -Sí, por suerte hemos podido realizar la obra que teníamos pensada. Hoy, el salón del Colegio de Arrecifes está casi terminado. Le faltan solamente algunos detalles, pero cuando vaya a cobrar el porcentaje por la venta del libro a la Sociedad de Diarios y Revistas, vamos a poder realizar el revoque y la pintura, para que esté todo finalizado antes del inicio de las clases, en marzo. -¿Cómo viene el tema de la nueva rifa? -Bien, esta idea ya había surgido en el año 2002. Como no tenía el presupuesto necesario para comenzar la temporada, había pensado en rifar el colectivo para juntar la plata. Se solicitó la autorización y hasta se realizó la promoción de la rifa, pero como después apareció el aporte de Derby, que me permitió reunir el presupuesto, la dejamos sin efecto. El tema no quedó archivado, porque hace poco se reflotó el tema, y hoy la rifa se está vendiendo. Cuesta 120 pesos, que se pueden abonar de contado -con importantes premios extras- o en seis cuotas de veinte. Además del motorhome que usamos para ir a las carreras, tiene nueve autos y veinticinco motos de premio. Será muy lindo para mí poder entregarle al ganador las llaves de un colectivo que me dejará un recuerdo muy lindo, por todo lo que hemos compartido en estos años. -La última, ¿te resulta más sencillo poner a punto un auto o seducir a una mujer? -¡Seducir a una mujer!… eso creo. Poner un auto a punto para mi es bastante complicado, pero convengamos que las mujeres no son nada fáciles. Pero todo depende de cómo viene la situación o de cómo se presenta el circuito.

Víctor Hugo Fux

Fuente: diario La Opinión, Rafaela, 16 de enero de 2006.

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