LONDRES, lunes, 18 julio 2005 (ZENIT.org).- Una de las madres de las víctimas de los atentados de Londres del 7 de julio creará una fundación para evitar que jóvenes acaben convirtiéndose en kamikazes, revela la oficina de información de la archidiócesis de Westminster a Zenit. El arzobispo de Westminster, Cormac Murphy-O’Connor, ha ofrecido en estos días personalmente su apoyo a las familias de los dos católicos que fallecieron en los atentados: Anthony Fatayi-Williams, de 26 años, y Kieran Cassidy, de 22 años. Además, en los funerales de ambos, que tendrán lugar el viernes y el sábado próximo, se leerá un mensaje especial dirigido por el cardenal. El purpurado reconoció que ha quedado edificado por las conversaciones mantenidas por los familiares de ambos fallecidos. «Nuestros corazones están con estas familias que han perdido a sus hijos. Sólo puedo expresar mi esperanza de que Dios les consuele en estos momentos de tremenda pena», afirma. La madre de Anthony, Marie, católica, está casada con un musulmán, nieto del antiguo magistrado supremo de la Federación Nigeriana, Atanda Fatayi-Williams. Sus llamamientos a la paz, tras la muerte de su hijo, se han convertido en un mensaje emblemático de las familias en luto. La señora afirmó que quiere dar un sentido a la muerte de Anthony creando una fundación en su honor, que debería llamarse «Fundación para la resolución de la paz y de conflictos», con sede en Londres y Nigeria. «No quiero que se derrame inútilmente la sangre de mi hijo», ha anunciado la madre, de 50 años. «Si lo que hago impide a un chico, a una persona, someterse al lavado de cerebro para convertirse en un terrorista suicida, entonces la muerte de Anthony no habrá quedado sin sentido», explicó. «Nos acercaremos a la gente, haremos red, hablaremos con los implicados, con todos los medios, para hacer pasar el mensaje», indicó.
