Luigi Ciotti: el cura que se puso al frente de la lucha antimafia

Respetado por su coraje y su compromiso, desde la asociación Libera promueve la “cultura de la legalidad” y reclama leyes más duras contra el crimen organizado. Días atrás lideró en Nápoles una multitudinaria marcha por las víctimas de las mafias.

Por Elisabetta Piqué (Roma)

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ROMA Hacen falta leyes adecuadas, una justicia más rápida, y sobre todo, respuestas de justicia social, comenzando por el trabajo. Hace falta voluntad política, sin contar que tiene que haber responsabilidad y compromiso los 365 días del año”. Es esta la receta de don Luigi Ciotti para combatir a las mafias que reinan en Italia desde hace 150 años. La voz en el teléfono de este singular sacerdote, presidente de la asociación antimafia Libera, que el sábado pasado logró juntar en Nápoles, tierra de la camorra, a 150.000 personas que marcharon para recordar a las víctimas de todas las mafias -en uno de los encuentros más multitudinarios en contra del crimen organizado-, no es triunfal.

“¿Cómo viví esa jornada? Con la preocupación de que todo quede reducido solamente a un evento más… Tiene que haber continuidad en el compromiso contra las formas de la ilegalidad, la corrupción, la criminalidad, la mafia. Tiene que haber un compromiso los 365 días del año”, insiste don Ciotti, en diálogo con LA NACION desde su casa de Turín. “Ciertamente hay personas que creen en esto, y hacen política en un modo claro y transparente, pero también están quienes no han tomado conciencia de que el problema de la mafia es central porque las mafias le quitan la libertad a un país. ¡Italia tiene una presencia criminal mafiosa desde hace 150 años! Y el hecho de que en estos 150 años no se haya logrado borrar esta presencia levanta muchos interrogantes…”, agrega.

Nacido en las montañas del Veneto (en el noreste de Italia) en septiembre de 1945, este sacerdote no sólo es famoso en Italia por su lucha contra la mafia a través de Libera, asociación que hoy coordina a más de 1500 grupos, escuelas y círculos comprometidos en construir sinergias político-culturales capaces de difundir la cultura de la legalidad.

Preocupado desde joven por los excluidos, mucho antes, en 1965, don Ciotti creó el prestigioso y reconocido Gruppo Abele, que ayuda concretamente, a través de centros de recuperación y comunidades, a quienes viven marginados: drogadictos, prostitutas, inmigrantes, gente con problemas de adaptación, personas sin techo, enfermos de sida…

¿Qué lo llevó a hacer todo esto? Así lo cuenta él: “Cuando llegué a Turín desde el Veneto tenía 5 años. Hay experiencias familiares, también sufrimientos, que te marcan. Mi papá trabajaba en una empresa de construcción que había ganado la licitación para el Politécnico (la universidad de la ciudad), por lo que tenía empleo, pero no tenía casa, y por eso vivíamos en una casilla… Yo estaba orgulloso de mis padres, pero tuve que enfrentarme con los prejuicios y las etiquetas fáciles que siempre han acompañado a los inmigrantes”.

“Más tarde, a los 17 años, yendo en tranvía a la escuela, todos los días veía a un señor desesperado sobre un banco de una plaza. Para mí fue algo espontáneo acercarme, preguntarle qué le pasaba. Después involucré a algunos amigos, algunos ayudaban un par de veces, otros no venían más… Pero como yo soy un montañés testarudo nunca me di por vencido y, después de tres años, nació el Gruppo Abele”, agrega.

Los muertos de la mafia Don Ciotti comenzó a entrar en contacto con el mundo de las mafias al ocuparse de los jóvenes adictos. “Estuvimos entre los primeros en estudiar estas conexiones y denunciar que las miles de víctimas de la droga también eran muertos de la mafia”, indica.

Pero el disparador para que se involucrara en primera persona en la lucha contra el crimen organizado fue el recordado asesinato de los jueces antimafia Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, en 1992. “Entonces, como muchos italianos, sentí la urgencia de transformar la indignación en acción”, explica Ciotti.

Fue así como primero fundó la revista mensual Narcomafie, para estudiar los aspectos menos conocidos de la criminalidad organizada: las implicancias a nivel internacional, las infiltraciones dentro de una extensa zona gris en la que los poderes legales muchas veces son cómplices de prácticas ilegales. Después, fundó Libera “con el objetivo de acompañar la actividad de la justicia y de las fuerzas del orden como ciudadanos responsables, ansiosos de contribuir a un cambio”.

Con este objetivo en mente, comenzó a recolectar firmas para que se aprobara la ley sobre el uso social de los bienes confiscados a las mafias, tal como había querido Pío Latorre, un sindicalista y dirigente político asesinado por la Cosa Nostra en 1982. “Latorre había entendido que para derrotar a la mafia hay que combatirla también en el plano económico, sustrayéndole las riquezas que usa para consolidar el control de los territorios”.

Pero la famosa legislación de 1996 fue más allá: le permitió al Estado golpear los intereses de las mafias también en el plano social y cultural. “La devolución de los bienes confiscados a la sociedad y su reconversión en realidades de servicio tiene para mí un valor simbólico altísimo: las mafias no sólo ven cómo se les sacan sus propiedades, sino que las ven transformadas en sitios de dignidad, trabajo verdadero, justicia”, dice don Ciotti.

Dato llamativo, a través de las cooperativas Libera Terra, que trabajan los campos confiscados a la Cosa Nostra, ahora se pueden comprar en Italia y en varios países de Europa aceite de oliva, pastas, vinos y demás productos “de la mafia”.

Pero más allá de este soplo de aire fresco, para Ciotti todavía hacen falta leyes adecuadas y una justicia más rápida. “Por la lentitud de la justicia, Italia está en el puesto 156 sobre 181 países del mundo… Nos ganan Angola y Gabón…”, se lamenta.

Don Ciotti no es un sacerdote convencional. No suele vestir sotana y cuando uno le dice “padre”, pide que lo llamen simplemente Luigi. Al preguntársele sobre las recientes polémicas que rodearon al Papa, dice que sufrió mucho cuando éste reiteró su condena al preservativo justo cuando viajaba a Africa, el continente más golpeado por el sida. “Nosotros hemos vivido y vivimos con personas que están en esta situación, por lo que sufrí mucho porque pensaba que podrían haber sido superadas ciertas lecturas. Creo que dentro de un proyecto más amplio de vida se puede aceptar el uso de este método para evitar la transmisión de la infección”, indica.

Por este mismo tema tuvo serios problemas con la Iglesia a mediados de los 80, cuando fue presidente de la Liga Italiana de Lucha contra el Sida, entidad que había firmado el documento de las Naciones Unidas que recomienda el uso del preservativo como uno de los métodos de prevención de la enfermedad. “Entonces para mí fue un gran alivio encontrar a varios hombres de la Iglesia con una posición menos intransigente, más capaz de entender a las personas, como la del cardenal [Carlo Maria] Martini, que me defendió”, evoca.

También recuerda que cuando fue víctima de ataques porque a alguien le molestaba la creación de Libera, que pedía una ley para confiscarle los bienes a los mafiosos y corruptos de Italia, recibió palabras de aliento inolvidables de parte de un obispo emérito de Turín, el cardenal Anastasio Ballestrero. “El me dijo: “Luigi, no te desanimes, seguí adelante y no te olvides nunca de que también la denuncia es anuncio de salvación”…”.

Para don Ciotti, de hecho, los hombres de Iglesia no deben callar cuando encuentran injusticias. “Debemos tener el coraje de la denuncia, de la palabra”, indica. “Estoy convencido de que la Iglesia o es profética, o no es Iglesia. O es capaz de mirar más allá, de comprometerse en el hoy para construir un futuro distinto, de leer los cambios de hoy, de ensuciarse las manos, o no es Iglesia”.

Elisabetta Piqué Corresponsal en Italia

Quién es Nombre y apellido: Luigi Ciotti

Edad: 63 años

Iglesia y ayuda a los adictos Nacido en el Veneto en 1945, su familia emigró a Turín cinco años después. En 1972 fue ordenado sacerdote, pero ya antes había creado el Gruppo Abele, activo en la ayuda a los adictos a las drogas.

Mafias, libros y premios Comprometido en la lucha contra las drogas, en 1995 funda Libera, organización comprometida en la lucha contra las mafias. Ha escrito varios libros y recibido importantes premios por su tarea.

Fuente: suplemento Enfoques, diario La Nación, Buenos Aires, 29 de marzo de 2009.

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2 thoughts on “Luigi Ciotti: el cura que se puso al frente de la lucha antimafia

  1. Me inspira gran admiracion lo que este sacerdote esta haciendo en Italia, y creo que en Latinoamerica tendriamos que hacer lo mismo. En parte lo hacen los curas de las villas que ahora estan amenzados por la mafia en Buenos Aires. Desearia saber si hay aqui en Argentina alguna rama de esta asociacion Libera contra la droga para poder contribuir con trabajo voluntario. Susana

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