Los obispos en Venezuela llaman a deponer la violencia por el cierre de RCTV

Los periodistas españoles condenan la no renovación de la licencia.

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CARACAS, martes, 29 mayo 2007 (ZENIT.org).- La Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) emitió ayer un comunicado en el que pide a la ciudadanía «sea cual sea su condición, cargo o simpatía política (…) que se abstengan de cualquier acto violento». El país está viviendo momentos de tensión provocados por el cierre gubernamental el pasado domingo de la cadena privada de radiotelevisión RCTV.

Las transmisiones de RCTV en frecuencia abierta a través del canal 2 cesaron el domingo a la medianoche, tras vencer su última concesión de 20 años y después de 53 años de emisiones.

El comunicado, firmado por monseñor Ramón Viloria, obispo de Puerto Cabello y secretario general de la Conferencia Episcopal, invita al país a implorar del Señor de la Paz y la Misericordia la capacidad de reconstruir la concordia que siempre ha caracterizado al pueblo venezolano.

«Los venezolanos –señala–, desde lo más temprano de nuestra historia, hemos sido hombres y mujeres que aman la paz, que confían en la Providencia divina, que viven en la amistad más sencilla, que construyen juntos, que se aceptan aún cuando tengan diferencias ideológicas o de otro tipo, que defienden sus derechos con valentía pero sin violencia y con respeto a los demás».

Monseñor Viloria aclara en el inicio del documento, que la Presidencia de la CEV divulga el comunicado en cumplimiento de la misión de los obispos como pastores de la Iglesia y ante la situación que vive actualmente el país quienes «queremos decir una palabra orientadora para promover la paz (…) Queremos hacer un llamado a la convivencia pacífica y al respeto a los derechos constitucionales».

La Conferencia Episcopal pide, a través del documento, «a las autoridades nacionales y regionales que respeten los derechos humanos de todos los ciudadanos consagrados en la Constitución Nacional», e identifica entre esos derechos «a la manifestación pacífica, al trabajo, a la libre expresión del pensamiento, a la información, a la reunión, a la propiedad privada y cualquiera de los derechos de la persona humana» de los cuales alegan que «no pueden, bajo ningún aspecto, ser conculcados».

Por su parte, monseñor Roberto Luckert, arzobispo de Coro y primer vicepresidente de la Conferencia Episcopal, dijo que la salida del aire de Radio Caracas Televisión, constituye el mayor y «más grave error político» que ha cometido el gobierno del presidente Hugo Chávez. «Todas las acciones del gobierno hasta ahora fueron particularizadas: invadían fincas, expropiaban otras, pero el cese de Radio Caracas Televisión hiere al sentir venezolano porque es una de las empresas comunicacionales más antiguas del país y en cualquier rincón de Venezuela el único canal que se ve es el 2».

Indicó que las novelas, el programa cómico como Radio Rochela entre otros forma parte del sentir venezolano. «Todo eso lo está sintiendo el venezolano en su corazón, el pueblo está sintiendo que no sólo se hiere al oligarca, sino al propio pueblo, siente que se están metiendo con cosas que son del pueblo».

Señaló monseñor Luckert que esta decisión gubernamental es insensata. «Al Presidente se le ocurrió que debía cerrar el canal dos, lo anunció y lo cerró, luego vinieron los leguleyos de turno a tratar de justificar lo injustificable»

A juicio del vicepresidente de la Conferencia Episcopal, lo más grave no es el cese del canal «sino la argumentación que da el Tribunal Supremo de Justicia para confiscar los bienes del canal dos y entregárselos al gobierno».

«La tapa del frasco fue lo que hizo el Tribunal Supremo de Justicia, eso demostró que están al servicio del régimen, de lo que diga el Presidente, porque brincan para solucionarle el problema a TVes dándole toda la infraestructura comunicacional que tenía Radio Caracas».

Indicó que la misma argumentación usada para no renovar la concesión al canal dos ahora se la pueden aplicar a cualquier otro porque se busca es la hegemonía comunicacional, apuntó.

Monseñor Luckert dudó que el gobierno pueda mejorar la programación televisiva hasta ahora vista en el país a través de la nueva Televisora Venezolana TVes, y alegó que si no han podido hacerlo con el canal del Estado mucho menos lo harán con el nuevo canal dos. Sobre la programación hasta ahora presentada por Teves la calificó de «muy floja».

Por su parte, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), primera asociación de periodistas del país, con más de 13.000 afiliados, emitió ayer un comunicado en el que «condena la decisión del gobierno venezolano de Hugo Chávez de no renovar la licencia del canal privado de televisión Radio Caracas Televisión (RCTV), que dejó de emitir el domingo».

«La FAPE insta al Gobierno venezolano a que garantice la libertad de prensa y de expresión y apoye el pluralismo en la difusión de informaciones», añade.

Y concluye: «La FAPE recuerda que la libertad de prensa es uno de los pilares de las sociedades democráticas, por lo que cuando un gobierno ejerce el control de la información y amordaza las voces críticas de los medios independientes subvierte la cultura democrática».

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