Los hitos en la formación de la colonia Rafaela en 1881

Hubo varias corrientes inmigratorias, destacándose los italianos del Piemonte. El distrito se formó como resultado de la colonización privada emprendida en la provincia de Santa Fe, siendo clave la empresa de Guillermo Lehmann. Tenía 3 estaciones y 4 líneas de trenes para pasajeros y de carga en 1890, uniendo las principales ciudades y pueblos de la zona. Otro factor importante fue la creación de instituciones sociales. ¿Cuáles son los desafíos para el futuro?

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Los inmigrantes fueron los forjadores en la formación de Rafaela.

Por Emilio Grande (h.). Hoy se cumplen 138 años de la formación de la colonia Rafaela, recordando que no existió una ceremonia oficial que declarara la fundación propiamente dicha al estilo de los españoles como ocurrió, por ejemplo, con las ciudades de Santa Fe y Buenos Aires.
Ciertamente, entre fines de los siglos XIX y principios del XX llegaron varias corrientes inmigratorias de españoles, suizos, alemanes, franceses, austríacos, pero a decir verdad los italianos vinieron en un número superlativo, especialmente de la región del Piemonte, destacándose las provincias de Cuneo y Torino, según lo establecen los censos provinciales de 1887 (68,44%) y 1895 (41,65%).
Al respecto, la historiadora rafaelina María Inés Vicenti destaca que «se establecieron familias, en muchos casos el grupo parental extenso y con el trabajo mancomunado de todos y no solo de los varones sino también de las mujeres en la actividad excluyente de la agricultura cerealera, entre otros factores, tuvo lugar la acumulación de capital que posibilitó el acceso a la propiedad de la tierra».

En este contexto, Rafaela se formó (el mismo proceso se dio en otras 17 localidades de la zona) como resultado de la colonización privada emprendida en la provincia de Santa Fe en el siglo XIX, siendo clave la empresa colonizadora de Guillermo Lehmann, quien fue un empresario de la colonización de los campos de Carlos Saguier, Manuel Quintana y Félix Egusquiza.
Al no existir fecha exacta, en un principio se consideró el 21 de marzo de 1882 por ser el día de la creación del Juzgado de Paz a cargo de Pedro Pfeiffer, pero seguramente estuvo poblada con anterioridad a 1881 porque por entonces se habían radicado las primeras familias, como la de los hermanos Podio.
En aquel tiempo pasó por el lugar Lehmann y les ofreció la venta de los terrenos libremente ocupados; los Podios conocieron al colonizador y aceptaron la propuesta al comprar 32 concesiones (cada una tiene 33 hectáreas) en el mes de diciembre de 1881.

Esta referencia se hace en base a los estudios y los hallazgos de documentos de la historiadora Adelina Bianchi de Terragni (autora del libro «Historia de Rafaela»); entonces el Archivo Histórico de la Provincia fijó como fecha fundacional el 24 de octubre de 1881 en coincidencia con la fiesta de San Rafael, patrono de Rafaela.
De esta manera, los primeros contratos de colonización para ocupar las concesiones, que luego darían la formación de Rafaela, fueron firmados por italianos. Eran familias de espíritu progresista y emprendedor, quienes dejaron sus sellos hasta nuestros días, destacándose un trabajo denodado y silencioso de los primeros pobladores en medio de la crudeza del trabajo en la tierra.
Primeramente, en la colonia Rafaela se establecieron 11 familias (entre ellas la de mi bisabuelo Guglielmo Grande) sumando 63 personas, todos italianos y católicos: 22 hombres, 15 mujeres (ambos entre 27 y 34 años) y 26 niños, siendo ubicados en 11 ranchos y una casa de almacén que abasteció a los pobladores, según el informe del inspector de Colonias Víctor Bouchard en 1882. Eran familias constituidas y en algunos casos con experiencia en el trabajo agrícola, siendo este factor fundamental para que el hombre amara a su nueva tierra. Dos años más tarde había 13 establecimientos comerciales e industriales.

Al mismo tiempo, fue impulsado inmediatamente el surgimiento de las conexiones ferroviarias como vía de comunicación, que permitió unir con las principales ciudades del país (Buenos Aires, Rosario, Córdoba, Santa Fe, San Francisco y las colonias vecinas), dinamizando la economía para hacer eficiente la producción agrícola, expandir el comercio y la incipiente industria. Fue uno de los factores claves del progreso.
Esto significa que por aquellos años, la colonia Rafaela contaba con tres estaciones y cuatro líneas de trenes para pasajeros y de carga hacia 1890, cuando las restantes poblaciones del departamento Castellanos (creado mediante la ley del 31 de diciembre de 1890) disponían de una sola estación.
En 1901, en el libro «La provincia de Santa Fe a principios del siglo XX», sus autores Ernesto Brandt y Guillermo Pommerenke expresaron que «su importancia principal consiste en que las tres estaciones de ferrocarriles que en Rafaela se cruzan».
Los primeros pobladores se asentaron alrededor de la plaza 25 de Mayo. «Rafaela es una de las más importantes a pesar de que fue fundada (formada) en 1881. Allí el tren se detiene 20 minutos. La estación queda a un cuarto de legua (1,25 km) de la villa», testimonio de Alejo Peyret en su viaje en ferrocarril de Santa Fe a San Cristóbal en 1889.

Otro factor importante fue la creación instituciones sociales: agencia del Banco Provincial y construcción del primer templo católico (1887); Sociedad Italiana de Socorros Mutuos «Vittorio Emanuele II» y Sociedad Suiza de Socorros Mutuos La Unión (1890); Club Social (1891); sucursal del Banco Nación y Jefatura de Policía (1892); Tiro Federal Argentino (1895); Sociedad Obrera de Socorros Mutuos y Club Ciclista Rafaelino (1898); Sociedad de Beneficencia (1902); Club Central Norte (1904) hoy 9 de Julio; Hospital de la Caridad (1905); Liga Comercial, Industrial y Agrícola (1906) ahora Sociedad Rural; Club Atlético (1907); Centro de Unión Dependientes de Comercio (1909) hoy CEC; Sociedad Española de Socorros Mutuos (1910); Sociedad Cooperativa de Consumos Generales (1912); entre otras.
Estas entidades contribuyeron decididamente en el crecimiento social de la colonia Rafaela para ir forjando los cimientos de la localidad en base a valores y defensa de los intereses de cada uno de los actores participantes en la vida comunitaria.

Desafíos por los 138 años

Desafíos por los 138 años

¿Cuáles son los desafíos de esta ciudad con más de 100.000 habitantes? De la Perla del Oeste que fue creciendo lentamente, en las últimas tres décadas aproximadamente arribaron nuevas corrientes migratorias provenientes de otras provincias y de países limítrofes, produciendo una explosión demográfica que superó cualquier planificación.
Así, las extensiones geográficas de las nuevas barriadas se fueron ampliando y ahora estamos frente al nuevo fenómeno del área metropolitana con Rafaela como epicentro, buscando integrar a Bella Italia, Lehmann, Roca y Susana, donde todos los días se movilizan cientos de personas para trabajar, estudiar y realizar distintos trámites.
¿Cómo dialogan la cultura del trabajo que trajeron los inmigrantes europeos con las nuevas generaciones frente a los cambios sociales complejos?
Todavía perduran los valores del trabajo genuino frente a los subsidios de los últimos años de los gobiernos nacionales; el ahorro a pesar de la espiral inflacionaria; la educación como base para buscar trabajo; la diversidad cultural de razas, religiones y acontecimientos culturales (un ejemplo es la «Fiesta de las Culturas»); la asociatividad público-privada para proyectos entre el Estado, las empresas, los comercios y las instituciones.
El futuro es desafiante, pero debe ser esperanzador para no caer en una mirada pesimista. Para el corto y mediano plazo se deben buscar consensos sobre una agenda que primero debería priorizar que el 24 de octubre sea feriado y no opcional como es ahora para el comercio y la industria. ¿Qué esperan los legisladores del departamento Castellanos para presentar un proyecto en la Legislatura…?

Otras materias pendientes: el costo de vida es superior a la media nacional (alimentos, vestimenta, propiedades, alquileres); crear nuevas oportunidades laborales para los jóvenes; reducir la emisión de gases de invernadero y desarrollar un intensivo plan de forestación para atenuar el cambio climático; mejorar las vías de comunicación en las rutas 34 (autopista en marcha) y 70, y el regreso de los vuelos aéreos a Buenos Aires; reordenar el caótico tránsito que incluye a los minibuses; combatir el grave problema de la creciente inseguridad; ofrecer mejores servicios médicos porque cuando se complejiza una enfermedad los que pueden económicamente piden el traslado a Santa Fe, Rosario, Buenos Aires, siendo una posibilidad la creación de la carrera Medicina; propiciar mayores actividades deportivas, sociales y culturales para combatir la soledad, el egoísmo, el ocio alienante de las redes sociales y el consumo desenfrenado de alcohol y drogas; entre otros.
Si conocemos el pasado desde donde venimos, podemos comprender el actual presente y un futuro mejor para las próximas generaciones de rafaelinos, sin olvidar el legado de nuestros antepasados: la cultura del trabajo (se está perdiendo), el sacrificio (los jóvenes buscan una vida fácil), la capacidad del ahorro (vivimos la cultura del materialismo), la planificación prospectiva (frente al cortoplacismo) y la fe en Dios (lo temporal es pasajero sumado a la fragilidad humana)…

Fuentes: Archivo Histórico Municipal de Rafaela; Bianchi de Terragni, A., «Historia de Rafaela: 1881-1940» (1971); Culasso, A., «La participación de los comerciantes en la comunidad rafaelina» (1987); Imfeld, D., «Pioneros del oeste santafesino. Una aproximación al estudio de la mentalidad del gringo fundador de Rafaela» (1984); Sigl, L., «La tenencia de la tierra y su influencia en la estructura social agraria en Rafaela» (1985); Stoffel, B., «Rafaela y Aurelia» en el 1er Congreso de Historia de los Pueblos de la provincia de Santa Fe (1982); Vincenti, M., «Rafaela en la región más gringa de la pampa gringa. Una mirada demográfica y ocupacional: 1881-1895» (1995). Esta crónica fue publicada en diario Castellanos, 24 de octubre de 2019.

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