Los frescos de la capilla Sixtina

Además de ser el lugar donde se eligieron los papas desde 1513, este lugar del Vaticano tiene una hermosa historia de imágenes pintadas por Miguel Angel y otros artistas de aquella época.

Por Emilio Grande (h.)

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Por Emilio Grande (h.).- En estos días es muy nombrada la capilla Sixtina ubicada en el Vaticano, lugar donde se realizó el cónclave para elegir al sucesor de Benedicto XVI con la participación de 115 cardenales de todos los continentes, resultando el argentino Jorge Bergoglio. Es visitada por millones de turistas al año y es desde 1513 el sagrado lugar donde se elige al Papa. En el plano histórico cultural fue el papa Sixto IV quien impulsó la construcción de la antiquísima capilla Sixtina -deriva su nombre por el citado-, cuya decoración del techo estuvo a cargo del célebre Miguel Angel en los primeros años del 1500. En la pared del altar está representado el juicio universal (realizado entre 1536 y 1545) y en el techo contienen frescos de la creación del mundo y del hombre, el pecado original, el diluvio universal, los profetas Jeremías, Ezequiel, Isaías y Daniel. El significado y el contexto se inscriben en que es un instrumento para la expresión religiosa y el acceso al “mundo religioso”. Los valores intangibles de la realidad: amor por la creación, compartir cuál es el designio y el misterio del hombre. Cada imagen responde a una época de la historia, la necesidad de los hombres de dar forma al mundo. El contexto está dado por el período del Renacimiento en el que el interés del contenido representado se debía hasta la forma de representación: los elementos formales. Las imágenes del techo reflejan los cambios culturales de aquel entonces y cada uno percibe a partir de los parámetros de la actualidad. Permite identificar los significados de la imagen: colores, líneas, formas, como así también las diversas funciones en la imagen. También los principios en la percepción: cercanía, semejanza, continuidad, cierre, estructura unitaria de la experiencia pasada. Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta los elementos morfológicos (punto, línea, plano, textura, color, forma, espacio), dinámicos (imágenes secuenciales con cierta ordenación a partir de la creación del mundo) y de la escala (jerarquización de las medidas de las personas con respecto a los objetos). En cuanto a los valores comunicativos, el análisis semántico confronta los valores denotados (explícito) con los valores y antivalores connotados (implícito). La comparación y el contraste entre los valores y antivalores revela la ideología y la percepción de la realidad de la perspectiva de una clase social. El valor de la capilla Sixtina radica en lo artístico, lo religioso, y lo histórico con hermosos frescos, siendo sus autores Miguel Angel, Pinturicchio, Signorelli, Boticelli, Ghirlandaio y Roselli. El cielorraso, encomendado por el papa Julio II a Miguel Angel (1508-1512) tiene un hilo conductor, único y homogéneo; representó a 12 figuras de los profetas y las sibilas sentados sobre tronos de mármol. Las sibilas habían anunciado la llegada al mundo pagano de una era diferente. Los frescos del medio representan la historia del Génesis. Miguel Angel dispone la narración al revés, comenzando del episodio de la ebriedad de Noé. Al proceder el ingreso hacia el altar, el visitante puede leer la narración como un retorno al Ser Supremo, colocado en correspondencia del altar y luego actuar una progresiva subida espiritual. El movimiento y la torsión de las figuras, la sabiduría anatómica, los contrastes de las luces y los miembros humanos están en perspectiva. A todos los hizo sentados o semiacostados para disminuir las figuras más cortas y ganar espacio, y ser menos evidentes las deformaciones. Expresó las preocupaciones espirituales suyas y de su tiempo, de los problemas religiosos y morales, que trasciende la belleza del mundo y se concentra en la visión del espíritu. En sus elementos usa un dinamismo con imágenes expresivas. Las figuras desnudas revelan el misterio del cosmo en el Génesis y en la rebelión de la criatura predilecta de Dios (el hombre) a los comandos de su creador.

Nota: este tema fue analizado en la cátedra “Introduzione alla lettura critica dell` immagine” a cargo del paraguayo Jesús Montero Tirado en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma (1995-96).

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