Lo que el país pone en juego

Por Martín Dinatale

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Lo que el país pone en juego Menem. También será una cristalización de las relaciones que hasta ahora mantienen ambos países y que la ambigüedad de Kirchner evitó sincerar. Se define, a la vez, la fuerza que pueda tener el bloque del Mercosur ante el avance del ALCA y el liderazgo que allí pueda ejercer Kirchner frente a un Lula da Silva debilitado por sus problemas internos. Aunque la imposición de este bloque podrá significar a la vez un distanciamiento de México y Chile. En el plano local, Kirchner desnuda en Mar del Plata sus contradicciones en materia de política hacia EE.UU. Mientras el Presidente esté con Bush, un grupo de sus propios funcionarios y aliados políticos protestará en las calles por la presencia del presidente norteamericano, poniendo en evidencia el doble discurso de la Casa Rosada y desafiando el dispositivo de seguridad. ¿Es verdaderamente consciente el Gobierno del riesgo que corre no desalentando por lo bajo a funcionarios, líderes piqueteros o legisladores afines a la Casa Rosada que marcharán hasta el vallado policial amenazando la seguridad de la cumbre para protestar contra Bush? Se juega en Mar del Plata el escenario de una Argentina violenta o pacífica. Es decir, la postal de un país más cercano a los incendios de finales de 2001 o más acorde a una nación que quiere salir de la crisis sin luchas intestinas. A juzgar por los recientes hechos de Haedo y Avellaneda, hay grupos que están dispuestos a mostrar al mundo que aún no se abandonó la violencia como mecanismo de superación política y que ponen a prueba la capacidad de reacción de un Estado que dubita cuando se trata de imponer el orden público.


Ante el lema central de la cumbre, la generación de empleo genuino como sostenimiento de las economías y de la democracia, los 34 presidentes deben apostar fuerte. Con sólo ver la última encuesta del Latinobarómetro que se hace en 18 países de América latina, es notable observar que la lucha contra el desempleo es una de las mayores epidemias. El sondeo sostiene que en el 59% de los hogares del continente una persona ha estado desempleada en los últimos 12 meses. La Argentina debe poner énfasis en este rubro: si bien la administración de Kirchner redujo el desempleo levemente en el último año, aún persiste un esquema de ataque a la pobreza por medio de herramientas clientelistas y de políticas sociales prebendarias. El debate de fondo en este tema será una vez más de qué forma intenta salir la región del flagelo del desempleo y de la exclusión social: si con la propuesta del ALCA que lleva Bush o con el modelo estatizador que propone Chávez. Es factible que en esta cumbre no se dirima esto. No necesariamente serán los documentos finales lo que quedará en la retina de los visitantes extranjeros y lo que ponga en juego Kirchner. Será mucho más. El Presidente, que siempre renegó de este tipo de encuentros multitudinarios, sabe ahora que los resultados de fondo que arroje la cumbre sólo serán útiles en términos de aprovechamiento práctico para su propia gestión.

mdinatale@lanacion.com.ar

Martín Dinatale

Fuente: diario La Nación, 4 de noviembre de 2005.

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