Por Emilio Grande (h.).- Lamentablemente, cada día que pasa no dejamos de sorprendernos de las contradicciones de nuestra clase política en los tres niveles: nacional, provincial y local, porque parece que están desorientados y perdieron la brújula desde que empezamos a vivir esta pandemia-“plandemia” en el mundo con la eterna cuarentena en Argentina.
Hace una semana el gobernador Omar Perotti decretó en 14 departamentos del centro-sur provincial la suspensión de actividades recreativas que incluían el funcionamiento de clubes, gimnasios, fútbol 5, otros establecimientos afines y actividades religiosas en espacios cerrados.
El Gobernador está convencido de estas decisiones con los fundamentos que le brindan los expertos y los directores de hospitales públicos y privados, tomando como referencia el elevado porcentaje en la ocupación de las terapias intensivas.
En los últimos días, se levantaron enérgicamente los responsables de los gimnasios de Rafaela, Santa Fe y Rosario, desafiando el decreto provincial y abrieron igual sus puertas. En nuestra ciudad fueron recibidos por las autoridades municipales en una difícil reunión, solicitando la apertura de los locales, defender las fuentes laborales y no quieren recibir subsidios del Estado. También se movilizaron ruidosamente frente al edificio municipal.
La Municipalidad de Rafaela confirmó la adhesión al decreto provincial que disponía la suspensión de las actividades deportivas. El Estado local está alineado políticamente al gobierno provincial por ser del mismo “palo” partidario, que le permite una llegada directa con los funcionarios para conseguir obras y fondos, pero queda atado de pies y manos para tener autonomía. ¿Habría actuado de la misma manera si la administración provincial era de otro signo político?
Volviendo a las incoherencias gubernamentales, luego la Provincia flexibilizó las restricciones y acordaron con los gimnasios, con actividades deportivas individuales al aire libre, sin contacto físico, medida que incluyó a los clubes, pero sin partidos de fútbol. Un ejemplo de esta locura: siguen jugando los torneos nacionales en Rosario, Santa Fe, Rafaela, Sunchales; el jueves último Atlético enfrentó a Tristán Suárez a la noche por mandato televisivo, pero la circulación está prohibida a partir de las 20 horas…
Más allá de estas decisiones inconducentes y contradictorias, donde se observa que no hubo puentes de diálogo entre las partes, los médicos y psicólogos aconsejan hacer actividades deportivas porque es muy sano para la salud física y mental, ya que favorece romper con las rutinas diarias y evitar posibles enfermedades psíquicas y corporales.
Al mismo tiempo, los obispos de la provincia de Santa Fe expresaron el desconcierto y convencida disconformidad ante las nuevas medidas restrictivas, dispuestas por el gobierno provincial, mediante las cuales se prohíbe toda actividad religiosa en lugares cerrados. “Las medidas sanitarias deben ser aplicadas con el respeto a los derechos y garantías consagrados por la Constitución Nacional (…) La religiosidad es el alma de los pueblos latinoamericanos, por eso la dimensión religiosa de la persona humana es un aspecto esencial del bienestar integral de la población y el fortalecimiento espiritual de las personas”, remarcaron.
En la misma línea, también se manifestó la Federación de Consejos de Pastores de la
Provincia de Santa Fe. Los diputados provinciales Juan Argañaraz, Arnaldo Ghione, Nicolás Mayoraz y Natalia Belavi presentaron un proyecto de declaración en repudio y rechazo a la decisión administrativa provincial de suspender las actividades religiosas en lugares cerrados.
El contexto está marcado por la situación política a nivel nacional con un Gobierno cada vez más encerrado y con rasgos autoritarios; presentó un proyecto en el Congreso en el que se declara una situación de excepción nacional que suspende la vigencia de varios artículos de la Constitución. A su vez, el Senado convalidó los decretos sanitarios del Presidente, entre ellos la suspensión de clases en la Capital Federal y el conurbano bonaerense, en un abierto desafío al reciente fallo de la Corte de Justicia.
Estamos caminando entre la cornisa y el precipicio sobre los derechos y garantías de los ciudadanos establecidos en la Carta Magna. El doctor Marco Antonio Terragni fue muy claro el sábado pasado en este programa radial: “El Estado tiene que respetar las libertades individuales porque tenemos libertad para definir nuestras acciones siempre que no perjudiquemos a terceros ni ofendamos el orden público. Depende de nosotros si aceptamos que se restrinjan nuestras libertades sin un extremo tan abrupto”.