Las diferentes lecturas del paro nacional

Por Emilio Grande (h.).- Se trata del editorial del programa “Sábado 100” por radio Sol Rafaela (FM 90,9). El jueves pasado se realizó el segundo paro organizado por el sindicalismo opositor, que significó la manifestación gremial más contundente de la era kirchnerista, ya que se sintió en las principales ciudades con el cese de actividades de camioneros, el transporte automotor y decenas de piquetes que impidieron que la gente no llegara a los lugares de trabajo.

Los organizadores del paro fueron  las CGT de Hugo Moyano y del impresentable Luis Barrionuevo, y por la CTA de Pablo Micheli, teniendo como reclamos la lucha contra la inflación y la pérdida del poder adquisitivo del salario; las paritarias libres; la eliminación del impuesto a las ganancias; la devolución de las retenciones “injustas” al sistema de obras sociales sindicales, y un “urgente” aumento a los jubilados. A último momento, sumaron la preocupación por el avance del narcotráfico y de la inseguridad.

Frente a estas demandas concretas el gobierno de Cristina Kirchner minimizó la huelga y consideró que se trata de un apoyo explícito al posible candidato de las próximas elecciones presidenciales de 2015 Sergio Massa, pero en el fondo no piensa ni tiene ánimo de resolver los dos problemas de fondo: la creciente inflación que carcome los bolsillos de los argentinos, especialmente de los más pobres, y la inseguridad que está haciendo estragos de la mano del narcotráfico y de la falta de políticas de inclusión social.

El derecho del paro está contemplado claramente en el artículo 14bis de nuestra Constitución Nacional, pero nada dice a favor de piquetes y bloqueos, como se vienen repitiendo desde hace varios años en la Argentina.

Al respecto, el periodista Joaquín Morales Solá opinó que “el éxito de la huelga venía siendo pronosticado hasta por los dirigentes sindicales que no querían la huelga. ¿Para qué le agregaron el condimento de presión y violencia que no necesitaba? ¿Para qué le dieron al Gobierno el argumento de que la huelga existió sólo porque los trabajadores no pudieron llegar a sus puestos?”.

En nuestra ciudad, solamente pararon los transportistas, la UTA, los gastronómicos, la UATRE y llamativamente los docentes que desoyeron a la conducción provincial de AMSAFE. En este último caso es para analizar porque una vez que habían arreglado a nivel provincial, a los pocos días adhirieron a un paro nacional de CTERA. Ahora como CTERA no adhirió a este paro nacional tampoco lo hizo el gremio provincial, pero las bases se cortaron solas y se sumaron a la lista de reclamos mencionados.

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