Las contradicciones en la persona de Carlos Menem

Se trata del editorial del programa “Sábado 100” por radio El Espectador (FM 100,1) de Rafaela.

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Por Emilio Grande (h.).- La muerte del ex Presidente a los 90 años durante 10 años y medio, entre los años 1989 y 1999, tiene muchas aristas contradictorias para analizar porque marcaron una época reciente de la historia argentina.

Fue un caudillo riojano en las décadas del 70 y los 80, donde fue gobernador en varios períodos, evocando a Facundo Quiroga, con su pelo frondoso y sus largas patillas. En 1988 ganó la interna peronista a Antonio Cafiero para ser candidato a Presidente, venciendo a Eduardo Angeloz en las generales con la promesa del “salariazo y revolución productiva”.

Pero por la grave crisis económica del final del mandato de Raúl Alfonsín con un proceso hiperinflacionario, Menem asumió 6 meses antes de lo previsto, instaurándose con un proyecto político de corte neoliberal, siendo recordada la década del 90 como el “menemato” con dos mandatos, gracias a la reforma constitucional de 1994.

Uno de sus secretos fue mantener una ilusoria estabilidad económica con el 1 a 1, un peso era igual a un dólar, y terminó siendo una especie de suicidio económico para nuestro país a partir del nuevo milenio. A pesar de las tasas de crecimiento del 8% entre 1991 y 1995, en sus mandatos fueron privatizadas empresas estatales con el desguace del Estado nacional, por ejemplo el cierre de los ferrocarriles que dejó a pueblos aislados, con la apertura total de la economía produjo el quiebre productivo y profundizó el desempleo y la pobreza. En 1999 dejó un país endeudado, una estructura productiva en ruinas y en las puertas de una de las crisis económicas más dramáticas de la historia argentina.

Durante su mando se produjeron tres atentados sangrientos: a la Embajada de Israel en 1992 con 22 muertos, a la AMIA en 1994 con 86 muertos y en Río Tercero con 7 muertos y más de 300 heridos por la explosión de la Fábrica Militar de Armamentos, en todos los casos sin conocerse la verdad de los hechos ni tampoco contar con sentencias judiciales. La Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) criticó al fallecido ex presidente por la “impunidad” sobre los atentados contra la embajada de Israel y la AMIA, y los indultos a los responsables de crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar.

Pese a que el gobierno nacional decretó 3 días de duelo, la Municipalidad de Río Tercero (Córdoba) lo declaró persona no grata al ex Presidente, quien en los próximos días debía ser juzgado como responsable de ese atentado. Había sido condenado por el tráfico de armas, cuyas pruebas se intentaron ocultar con esa voladura intencional. Tampoco adhirió el Municipio de San Cristóbal (Santa Fe) por el cierre de los ferrocarriles que  implicaron dolor, frustración y abatimiento en miles de sancristobalenses.

La independencia del poder judicial fue muy cuestionada, debido a la decisión de Menem de aumentar a nueve los miembros de la Corte Suprema y nombrar a seis de ellos, que permitió crear una “mayoría automática” para el Gobierno.

En 1976 Menem fue destituido como gobernador por el gobierno militar y fue preso político, pero al poco tiempo de asumir la primera presidencia indultó a 220 militares condenados por delitos de lesa humanidad y a jefes de organizaciones guerrilleras desde Jorge Videla hasta Mario Firmenich. Redujo drásticamente el poder militar recortando sus partidas presupuestarias y eliminó el servicio militar obligatorio tras el asesinado del conscripto Omar Carrasco en 1994.

Luego de una entrevista con el papa Juan Pablo II en la Ciudad del Vaticano, por iniciativa de Menem declaró el Día del Niño por Nacer y es recordado cada 25 de marzo. También se manifestó en contra de legalizar el aborto.

Desde 2005 y hasta su muerte ocupó una banca en el Senado nacional por la provincia de La Rioja que le permitió contar con los cuestionados fueros. Previamente, en 2003 intentó ser nuevamente Presidente, pero abandonó tras ganarle las primarias a Néstor Kirchner. También quiso volver a ser gobernador de su provincia y salió tercero en ese fallido intento.

Por lo expuesto, convivieron varios personajes en la figura de Carlos Menem, que indudablemente marcó una época política del país, siendo una persona muy pragmática en sus decisiones, pero fue un mal ejemplo porque pasó gran parte de su vida atornillado al poder en sus diferentes representaciones provinciales y nacionales, ejecutivas y legislativas, cuando la Argentina necesita un urgente recambio de la dirigencia en el contexto de la actual crisis institucional.

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