Las consecuencias de la toma en Villa Soldati

Se trata del editorial del programa “Sábado 100” por Mitre Rafaela (FM 91,9) que conduce Emilio Grande (h.). En esta tierra bendita que Dios nos regaló debe ser un espacio que cobije a todos sin discriminar sexo, edad, condición social, racial ni religión.

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Estamos viviendo una crisis terminal como sociedad argentina: lo paradigmático es lo que ocurrió hace unos días con la toma del parque Indoamericano en el barrio porteño de Soldati con 3 o 4 muertos según las fuentes, un Estado nacional y de la ciudad ausentes, la falta de respeto por el otro más allá de las demandas sociales, vivimos en la anomia, es decir la falta del cumplimiento de las normas. Durante la ocupación que se extendió varios días ocurrieron hechos más de una película pero son de la cruda realidad: cientos de familias movilizadas por un techo propio que viven en condiciones paupérrimas en las villas, mezclados con punteros, activistas de izquierda en una zona liberada con narcos y armados con palos y armas de fuego. Los dos Estados mencionados se tiraron la pelota sobre culpables, qué hacer y quién tenía mayor o menor responsabilidad hasta que luego de unos días se juntaron a negociar para buscar una solución a este conflicto: se los ayudará con subsidios y planes habitacionales siempre y cuando no haya usurpaciones. Finalmente el parque Indoamericano cambió de postal para volver a ser un espacio público y no ocupado. El problema es que mientras esto ocurría se dio un efecto “cascada” ya que se fueron ocupando otros lugares públicos y privado en Lugano, Retiro, Bernal y replicándose también en el interior del país en este caso en Rosario. Un elemento no menor a tener en cuenta es que apareció otra vez el racismo y la xenofobia: en este caso a bolivianos y paraguayos que ocupan tierras en forma ilegal, sumado a que son “negros”…. Lo emblemático de esta crisis social es que mientras la economía sigue creciendo al ritmo de un 8% paralelamente crece la pobreza y la indigencia, no en los niveles de la crisis de 2001-2002 en la que la mayoría de la población estaba sumergida por debajo de la canasta básica. Hoy el contexto social del país no es para nada alentador con un 30% o más de gente que no le alcanza para vivir dignamente, con la falta de un proyecto nacional que abarque todos sectores pensando en el bien común por encima de intereses personales. En esta tierra bendita que Dios nos regaló debe ser un espacio que cobije a todos sin discriminar sexo, edad, condición social, racial ni religión. Argentina se formó con los pueblos originarios y la llegada de miles de inmigrantes de distintos lugares del mundo para hacer una patria grande, siendo todavía una materia pendiente. El preámbulo de la Constitución de 1853 es muy clara al respecto: “con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, nuestra posteridad y todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino”.

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