La vaca de la Sociedad Rural proscrita: otros animales son privilegiados

Hace dos años la Sociedad Rural de Rafaela presentó sin éxito un proyecto en el Concejo Municipal para emplazar la vaca holandesa en un lugar público. Existen ejemplos de monumentos a animales en distintos lugares del país y del mundo.

Por Emilio J. Grande (Rafaela)

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Hace más de dos años, el 5 de marzo de 2007, en estas páginas quien firma publicó una nota titulada “La vaca se lo merece” referida al proyecto de la Sociedad Rural de Rafaela elevado al Concejo Municipal para emplazar un monumento constituido por un ejemplar de la raza Holando Argentino, propuesta basada en sólidos argumentos de innecesaria mención por ser harto conocidos, cuando Rafaela geográficamente está ubicada en el corazón de la cuenca lechera más importante de Sudamérica. Desde entonces hasta la fecha el Cuerpo legislativo local no dio respuesta favorable y la pieza overa negra elaborada por reconocidos escultores luce en lugar provisorio dentro de las instalaciones de la entidad ruralista de avenida Brasil 497. Al tomar estado público aquel proyecto a principio de 2007 funcionarios municipales habían desalentado la iniciativa, argumentando que “la ciudad se llenaría de monumentos”. Entre ellos el entonces concejal raso y hoy presidente del Concejo Jorge Maina había expresado con ironía que también podría erigirse un “monumento a la válvula”. Ojalá los metalúrgicos e industriales en general se decidieran a simbolizar públicamente con un monumento mostrando un enorme engranaje o una palanca que significa el gran movimiento y apoyo a la economía nacional que se impulsa desde ese sector. Lo mismo podría (y más bien debería) hacer el sector cultural para honrar a distinguidos representantes como ya se hizo con Mario Vecchioli y en cambio se está en deuda con Remo Pignoni. Cuando la Rural de Rafaela elevó al Concejo Municipal el proyecto citado había sugerido emplazar el monumento a la vaca holandesa en el triángulo del terreno ocioso ubicado frente al ex predio de la flor en la intersección de bulevar Roca y la ruta 34, lo que no prosperó argumentándose que no era posible porque ese lugar ya tenía un destino -desconocido en aquel momento- y ahora proyectado como centro cívico por el Gobierno provincial. La Sociedad Rural debería insistir con su propuesta y otro buen lugar de emplazamiento podría ser enfrente de la Nueva Terminal de Omnibus, sitio jerarquizado además al lucir la refuncionalización de la ruta 34. Y decimos que la Rural debería insistir en su propósito porque no tiene sentido que el monumento de la vaca permanezca en sus instalaciones, ya que es como comer pan con pan…

EN OTRO LUGARES

En diversos lugares del mundo hay monumentos semejantes al que se propone, por ejemplo luce una vaca de cemento en una ciudad de Suiza y cuatro caballos de mármol revestidos con oro en el frente de la imponente catedral San Marcos en la turística Venecia. Y en nuestro país abundan los testimonios. En Mar del Plata en la avenida costanera vemos el lobo marino y un imponente toro cebú en la ciudad de Virasoro (Corrientes) por ser la raza bovina más representativa de aquella zona. En Chacabuco (provincia de Buenos Aires) está el monumento al ternero y porque se hace el festival anual en ese lugar. En Resistencia en numerosos lugares públicos aparecen piezas escultóricas que testimonian sus periódicos certámenes, entre ellos un perro, el gran amigo del ser humano. En la ciudad de Alta Gracia -siendo una ciudad turística- una veterinaria exhibe en su frente en tamaño natural una vaca holandesa y un caballo normando de plástico y en otro lugar céntrico se ubica el monumento del animal más popular de las serranías: un burrito. Si transitamos por la ruta nacional 19 volviendo desde Córdoba al llegar a San Francisco en una rotonda se exhiben figuras de vacas de distintas razas. En el olvidado Gato Colorado (en el norte provincial) hay dos gatos colorados de gran tamaño en la entrada principal del pueblo. Ya en nuestra zona, en la localidad de Raquel, por iniciativa de su dinámico y emprendedor presidente comunal Realdo “Lalo” Scandolo, la avenida de Los Tamberos rinde homenaje a ese camino que antiguamente llevaba a la cremería del lugar y en un cantero está un carrito con tachos de leche, herramienta hoy reemplazada por el camión lechero que busca el producto a domicilio. La simple mención de esos monumentos testimoniales debería hacer rever a las autoridades municipales aquella decisión de 2007 porque el monumento de la vaca holandesa merece un lugar público.

Emilio J. Grande

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