La soberbia del Gobierno fue derrotada en el Senado

Se trata del editorial del programa radial “Sábado 100” por Mitre Rafaela (FM 91,9), que conduce Emilio Grande (h.). El empate en 36 votos a favor y en contra del proyecto habla de que varios senadores justicialistas y radicales K se mostraron contrarios al aumento de las retenciones por considerarlas confiscatorias y anticonstitucionales.

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En una jornada histórica el Senado de la Nación rechazó el proyecto oficial sobre la polémica resolución 125 que generó tantos problemas con consecuencias económicas impredecibles y que fue derogada por el Gobierno. El empate en 36 votos a favor y en contra del proyecto habla de que varios senadores justicialistas y radicales K se mostraron contrarios al aumento de las retenciones por considerarlas confiscatorias y anticonstitucionales, con la gravedad de que no son co-participables, es decir, no vuelven a las provincias. El desempate estuvo a cargo del vicepresidente Julio Cobos quien a decir verdad estuvo a la altura de las circunstancias. Previo a su voto, el ex gobernador mendocino expresó en un silencio de radio: “No puedo acompañar. Esto no significa que esté traicionando a nadie sino actuando de acuerdo a mis convicciones. Que la historia me juzgue, perdón si me equivoco, mi voto no es positivo, sino en contra”. Más allá de las especulaciones políticas sobre el futuro de Cobos, lo cierto y concreto es que se puso un freno a tanta soberbia y rasgos autoritarios de parte de la presidenta Cristina Fernández y a su marido Néstor Kirchner, quienes pensaban seguir maltratando a la sociedad, como lo habían hecho con los industriales, comerciantes, Fuerzas Armadas, periodismo, Iglesia, la Justicia, entre otros. El campo dijo basta… no se pueden cambiar las reglas de juego de la noche a la mañana: cuando los productores sembraron soja en octubre de 2007 las retenciones estaban a 28%, luego subieron a 35% y ahora estaban en 44% o más porque eran móviles. Tenemos cierta dirigencia política que busca expoliar los bolsillos en vez de buscar el bien común y una verdadera redistribución del ingreso. En este contexto no se puede dejar de mencionar los actos públicos del martes en Buenos Aires con una masiva presencia en más del doble de gente en Palermo en el que no solamente estuvo la gente del campo sino el apoyo de la clase media porteña y sectores pobres y sindicalistas, mientras en el Congreso un Kirchner desencajado y fuera de época hizo mención a los grupos de tareas y comandos de civiles de los años 1955 y 1976. El concepto de masa tiene un sentido negativo y otro positivo, en este último caso como todo grupo o sector que se organiza en una sociedad determinada, que busca la superación y transformación del hombre: la utopía de su propia autodeterminación, como sostiene la teóloga italiana María Cristina Carnicella. No caben dudas que hubo un antes y un después de la movilización masiva de los chacareros en distintos lugares país con la metodología negativa de cortar rutas, pero con su participación popular en pueblos, en actos masivos en Rosario y el citado en Capital Federal demostraron que no se puede dar la espalda a uno de los sectores más dinámicos de la economía. Entonces el Gobierno derogó la resolución, quedando sepultada aquella paranoia de golpistas que tenía Néstor Kirchner.

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