La segunda ola ya llegó…

Por Pablo Possetto.- En Argentina, desde hace tiempo, una cepa distinta está llegando a cada rincón del país.
Es altamente contagiosa y sus consecuencias son cada vez mayores. No afecta el sistema sanitario, sino que lo protege, y es muy importante para salvar vidas inocentes.
Las vacunas, generalmente provenientes de Estados Unidos, Europa, y otros países del primer mundo, se han mostrado impotentes para detenerla.
Genera fuertes dolores de cabeza para aquellos que la combaten, sin ocasionar cansancio en las personas que lo portan. Este virus es realmente potente y se expande desde Argentina a todo el mundo, sin que el cierre de fronteras pueda detenerlo.
No afecta a los niños y embarazadas, sino que los protege. Fortalece a personas mayores, especialmente mujeres vulnerables.
La solidaridad y el compromiso por los demás son los síntomas más comunes. Otros síntomas asociados son: la necesidad de defender la verdad y la vida, la convicción de que todos somos iguales y dignos de protección, entre otros.
No tiene tiempo de recuperación. Cuando ingresa al organismo humano se instala en su mente y su corazón y ya no puede ser quitada.
Después de 2018, donde se había generado un contagio masivo, se está verificando la segunda ola en todo el país, y se espera que la misma siga extendiéndose con el paso del tiempo.
El virus de la defensa de las dos vidas está entre nosotros, y la segunda ola ya llego y es cada vez más grande. Vamos a seguir trabajando para que el contagio sea mayor. Proteger la vida es una enfermedad. Una hermosa enfermedad. Dios quiera que alcance a todos. Seguimos en la lucha porque toda vida vale.

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