La Rural propuso el debate de ideas

El presidente de la entidad, Luciano Miguens, pidió que se dejara de lado «el agravio» y la «confrontación permanente». Reclamó también la eliminación de los derechos de exportación. El subsecretario de Agricultura, Javier de Urquiza, desestimó medidas que desalienten la producción.

Por Franco Varise

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El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luciano Miguens, criticó ayer a la dirigencia política argentina al considerar que «la confrontación permanente como ejercicio cotidiano no es el camino» y reclamó que «prevalezca el auténtico debate de ideas sobre el agravio», durante la tradicional inauguración oficial de la 119a Exposición de Ganadería, Agricultura e Industria. El presidente de la Nación, Néstor Kirchner, no participó del acto pese a que fue invitado por la SRA y, en su lugar, habló el subsecretario de Ganadería y Agricultura, Javier de Urquiza, que optó por un mensaje conciliador. No hizo anuncios concretos para el campo, pero reconoció que el Gobierno podría «revisar» el último aumento de las retenciones a las exportaciones lácteas y desestimó subas de este impuesto en otros sectores, como el de la carne. Eso fue suficiente para que no lo silbaran, aunque, sobre el final de su discurso, se escucharon algunos abucheos cuando lo nombró a Kirchner. El presidente de la SRA argumentó, en relación con el clima de enfrentamiento político, que «la fuerza nunca estuvo reñida con la serena diplomacia ni la razón» y, un poco más adelante, agregó que «sólo la firmeza de convicciones, la coherencia de la posición asumida y el mantenimiento de una política perdurable en el tiempo darán frutos». Hubo aplausos. Se dirigió a la tribuna ruralista en un acto que tradicionalmente representa una caja de resonancia de las tribulaciones y los anhelos del sector agropecuario. No obstante, esta entidad suele incluir en el mensaje percepciones que trascienden las fronteras del campo. «Escapemos a la trampa del cortoplacismo. Imaginemos ese país diferente, donde primen el diálogo y la tolerancia», esgrimió Miguens, que, en veinte minutos de discurso, cosechó más de treinta aplausos. «Sólo aquel que construye futuro tiene derecho a juzgar el pasado», apuntó también en un tono más críptico. «No nos hace bien la indiferencia permanente; este no existir al que parecen habernos confinado como estrategia política», señaló Miguens refiriéndose a la falta de diálogo con el Gobierno, al tiempo que añadió: «Somos el sector que más aporta, pero también el más discriminado». Las palabras del ruralista giraron alrededor del reclamo sobre la eliminación de las retenciones a las exportaciones y, a grandes rasgos, rompió con la distancia respetuosa que mantenía con el Gobierno por este tema. «Decíamos el año pasado que se puede ordeñar la vaca, pero hay que darle de comer; hoy, con mayores retenciones, no sólo le sacan la comida, parece que se quieren llevar también la vaca», dijo Miguens en medio de un fuerte aliento del público. En cuanto a la tensión con el Ministerio de Economía por el último incremento de las retenciones en el sector lácteo, el dirigente señaló que limitar las exportaciones como sistema de control de precios demostró ser «una medida inútil, de neto corte electoralista» y que, en su opinión, permitirá «aumentar los precios y volver a cartelizarse» a un sector de la industria lechera. «El mejor antídoto contra los aumentos de precios es el incremento de la producción», expresó enfático y, alertó que las retenciones no benefician al consumidor, «que se verá rápidamente perjudicado por la escasez de ese alimento vital», sostuvo. A su turno, el subsecretario de Ganadería y Agricultura, Javier de Urquiza, enfrentó a la tribuna con un mensaje de reconocimiento al aporte del sector agropecuario. «Estamos comprometidos para que no se apliquen medidas que puedan afectar el normal desenvolvimiento del sector». Al mismo tiempo, señaló que el Gobierno «está plenamente dispuesto a trabajar, dialogar y, en caso de ser necesario, hasta revisar acciones en pos de lograr el objetivo de mantener estabilidad social, como económica». Y continuó: «Muchos podrán recomendarnos otros métodos para resolver las carencias de los argentinos, pero más allá de los métodos que utilicemos, el Estado no lo podría lograr por sí solo», expresó. Urquiza reemplazó al secretario de Agricultura, Miguel Campos, que sufrió esta semana un súbito problema de salud. La comitiva oficial, reducida a su mínima expresión, fue encabezada por el vicepresidente Daniel Scioli, que compartió la primera fila con el jefe del gobierno porteño, Aníbal Ibarra.

Fuente: diario La Nación, Buenos Aires, 31 de julio de 2005.

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