La importancia geopolítica de Cuba y los misiles

Un avión espía estadounidense sacó fotografías que probaban la construcción de bases y la instalación de misiles de procedencia soviética en Cuba, orbitados hacia los Estados Unidos y con capacidad de destruir las principales ciudades del gigante angloamericano.

Por Virgilio Jiménez Grotter (Rafaela)

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Ha transcurrido medio siglo desde que se produjo el triunfo del movimiento revolucionario en Cuba, el cual obligó a dejar el poder al dictador Fulgencio Batista, quien lo ocupaba desde 1952 como consecuencia de un golpe de Estado. A partir de ese momento se comenzó a gestar otro régimen dictatorial, que daría lugar a un Estado comunista liderado por Fidel Castro. Desde 2006, por razones de enfermedad del viejo caudillo, su hermano Raúl Castro es quien ostenta el mando.
Descubierta un 28 de octubre de 1492 por Cristóbal Colón, por su posición estratégica de tapón del golfo de México esta perla de las Antillas despertó siempre un particular interés entre los principales actores de la política internacional. 

Cuba sería el teatro frecuente de la lucha mundial de España contra sus grandes rivales, Francia y Gran Bretaña, para luego pasar a ocupar un lugar de primer orden en la agenda diplomática norteamericana. Ya en 1823 John Adams –segundo presidente de los Estados Unidos- hacía referencia a los designios anexionistas de su país con respecto a la isla. Probablemente la revolución cubana no hubiera podido concretar sus objetivos sin la ayuda prestada por los soviéticos, que incluyó armas, adiestramiento y logística destinada a las Fuerzas Armadas cubanas. Además, Moscú pensaba que dicha asistencia era una excelente oportunidad de conseguir un aliado geográficamente próximo a los Estados Unidos. Todo esto acaeció durante el desarrollo de la guerra fría, cuando los destinos del mundo estaban regidos por un orden bipolar dirigido por la Unión Soviética y los Estados Unidos. A principios de octubre de 1962, ambas superpotencias protagonizaron una confrontación que no registra precedentes en el sistema interamericano. Un avión espía estadounidense sacó fotografías que probaban la construcción de bases y la instalación de misiles de procedencia soviética en Cuba, orbitados hacia los Estados Unidos y con capacidad de destruir las principales ciudades del gigante angloamericano. Este hecho es lo que en la historia de las relaciones internacionales se conoce como la crisis de los misiles. Ante esta situación, y luego de analizar las posibles alternativas, el presidente John F. Kennedy decretó el bloqueo marítimo de Cuba para impedir el ingreso de todo equipo militar a ese país por vía marítima. Ese embargo económico y financiero se prolonga hasta el día de hoy. Además, el jefe de Estado norteamericano emplazó a Nikita Kruschev para que retirara los ingenios misilisticos y suspendiera la construcción de bases en la isla caribeña. Ante la inminencia de una guerra nuclear entre la Unión Soviética y los Estados Unidos, el arsenal soviético fue finalmente desmantelado. Como parte de la negociación que puso fin a esta conflagración, la Casa Blanca aceptó no invadir a Cuba directamente ni permitir que otra Nación latinoamericana lo hiciera. ¿Qué actitud adoptó la Argentina con relación a este enfrentamiento? En los primeros tiempos del gobierno de José María Guido el diálogo con los Estados Unidos no pasaba por un momento de gran fluidez, por lo que el caso de los misiles aparecía como una chance para tomar la delantera frente a todos los países de la región, y reafirmar la solidaridad de nuestro país con aquel Estado cuando, como entonces, se encontraban en juego sus intereses vitales. Así fue como la Argentina apoyó decisivamente a los Estados Unidos enviando dos destructores de la Armada Nacional, el Rosales y el Espora . También la Fuerza Aérea mandó tres aviones junto con la intervención del Ejército en aquella misión. La mayoría de los países de Latinoamérica brindó su apoyo, el cual fue decisivo para el fortalecimiento de la posición diplomática de los Estados Unidos. Con la mirada puesta hacia el futuro y luego de que la desintegración de la Unión Soviética dejara a Cuba en una situación de total soledad ideológica cabe preguntarse ¿qué rol ocupará en el concierto de Naciones? ¿puede un país permanecer aislado de la influencia de su entorno, cuando el comunismo dejó de ser viable en el mundo y hasta China se ha convertido al capitalismo? ¿volverá a ser miembro de la Organización de los Estados Americanos, organismo del que fuera expulsada en 1962 por su adhesión al marxismo-leninismo? ¿cambiará la relación con los Estados Unidos luego que asuma la nueva administración de Barak Obama? Solo el tiempo podrá dar respuesta a estos interrogantes. El tiempo también dirá si es posible vislumbrar una Cuba sin los hermanos Castro, un Estado integrado en un contexto de la globalización cada vez más compleja y fundamentalmente si es factible un sistema en donde se respeten los derechos básicos y elementales de las personas y se cumplan las normas del Derecho Internacional, como ocurre en la gran mayoría de los Estados Naciones que componen la Comunidad Internacional.

Virgilio Jiménez Grotter

El autor es Lic. en Relaciones Internacionales y abogado. Profesor de Derecho Internacional Público UCSE DAR y UCSFE.

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1 thought on “La importancia geopolítica de Cuba y los misiles

  1. Con todo el respeto, pero su aprecíación raya en la subjetividad! creo que carece totalmente de ética! Nada sustancioso que sacar de su punto de vista.

    Saludos desde Maracaibo – Venezuela

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