La Iglesia en Honduras apuesta por el diálogo para superar la crisis

Condena tanto la reforma constitucional de Zelaya como su expulsión.

Compartir:

TEGUCIGALPA, lunes 6 de julio de 2009 (ZENIT.org).- La Conferencia Episcopal de Honduras ha optado por el diálogo como solución para superar la grave crisis política que atraviesa el país. En un mensaje pronunciado ante la televisión este sábado, el cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa y presidente de la Conferencia, reprobó tanto el atentado contra la Constitución del presidente depuesto, Manuel Zelaya, como a quienes le expulsaron del país. El comunicado del episcopado ha sido redactado después de haber consultado a las instancias competentes del Estado (la Corte Suprema de Justicia, el Congreso Nacional, el Ministerio Público, el Poder Ejecutivo, Tribunal Supremo Electoral) y muchas organizaciones de sociedad civil. «Todos y cada uno de los documentos que han llegado a nuestras manos demuestran que las instituciones del Estado democrático hondureño, están en vigencia y que sus ejecutorias en materia jurídico-legal han sido apegadas a derecho», afirma el documento. «Los tres poderes del Estado, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, están en vigor legal y democrático de acuerdo a la Constitución de la República de Honduras», añade la declaración leída por el cardenal Rodríguez Maradiaga. El comunicado episcopal explica que la situación constitucional de Zelaya quedó irremediablemente comprometida al anunciar la reforma de la Constitución. «Conforme a lo contemplado en el Artículo 239 de la Constitución de la República ‘Quien proponga la reforma’ de este Artículo, ‘cesa de inmediato en el desempeño de su cargo y queda inhabilitado por diez años para el ejercicio de toda función pública», explica el documento. Por tanto, aclara, Zelaya, «cuando fue capturado, ya no se desempeñaba como presidente de la República». Los obispos exigen también una explicación sobre la manera en que fue expulsado Zelaya por un comando del Ejército, pues según el artículo 102 de la Constitución de la República, «ningún hondureño podrá ser expatriado ni entregado a un Estado extranjero». Los obispos piden «escuchar las opiniones de los demás, de tal manera que se pueda entablar un verdadero dialogo entre todos los sectores de la sociedad, para que se pueda llegar a soluciones constructivas». «Es fundamental respetar el calendario del Tribunal Supremo Electoral que garantice las elecciones del próximo mes de noviembre». En su intervención ante la televisión, el cardenal pidió a su «amigo» Zelaya que no regrese al país para evitar un baño de sangre. «Yo sé que usted ama la vida», dijo el purpurado, «sé que usted respeta la vida, y hasta el día de hoy no ha muerto ningún hondureño. Pero su regreso al país en este momento podría desatar un baño de sangre. Por favor, medite. Porque después sería demasiado tarde». La posición independiente y por la Constitución del episcopado ha llevado a algunas instituciones internacionales, como por ejemplo al ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, a pedir al cardenal Rodríguez Madariaga que siga ejerciendo sus buenos oficios de mediación entre los distintos sectores del país para que haya enfrentamientos ante el anunciado regreso de Zelaya.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *