Por Emilio Grande (h.).- Con motivo de los 15 años de la hermandad entre Rafaela y Fossano estuvo hace unos días un grupo de unas 30 personas presidida por su síndaco Francesco Ballocco. “Prima di partire” este cronista realizó una entrevista a Luca Bosio (presidente del “Comitato del gemellaggio”) y Bruno Olivero (asesor medioambiental de Ballocco y de la hermandad ) en el bar La Gloria. -¿Qué significa esta hermandad? -(LB) Significa encontrar amigos, una hermosa ciudad y una administración buena, que en estos años ha cuidado este evento extraordinario del “gemellaggio” entre las dos ciudades que nació hace 15 años en la búsqueda de valores, tradiciones y sobre todo de dar la posibilidad a mucha gente emigrada en Argentina en poder retornar a su patria. Pero en estos años muchas cosas se han hecho, se han creado iniciativas e intercambios que se han concretado, una relación entre dos comunidades: Rafaela y Fossano. (BO) Esta hermandad tiene un futuro importante porque estamos lo que estamos teniendo juntos y lo que tocamos con las manos es una colaboración constante y concreta. Hemos visto en estos años la realización de la escuela de chapistas nacida de una colaboración de la comuna de Fossano con la Región del Piemonte; hemos iniciado un trabajo importante sobre el medioambiente y Rafaela es una ciudad que se distingue en este aspecto; estamos analizando sobre la construcción edilicia a través de una bolsa de estudio de técnicos en el Piemonte durante algunos meses, gracias a una colaboración de la comuna de Fossano que presenta anualmente ante la Región del Piemonte. La idea es alargar mucho el “gemellaggio” a los jóvenes, técnicos, personas ligadas a la actividad productiva, con la necesidad de encontrar una relación interpersonal a partir de cosas concretas y creo que vamos en esta dirección. -¿Cuántas personas han realizado intercambios entre las dos ciudades? -(LB) Todos los años aprovechando el período de las vacaciones algunos jóvenes van a Italia y otros tantos jóvenes vienen a Rafaela. También se generó un turismo, muchas personas gracias a la amistad fueron a Italia y muchos otros vinieron a la Argentina. Creo que centenares de personas en estos 15 años vinieron a Rafaela y luego hicieron turismo en Argentina y la misma cosa ocurre desde esta ciudad a Italia. -¿Se puede avanzar en algún negocio económico entre rafaelinos y “fossanesi”? -(LB) Puede nacer una iniciativa de carácter económico a través de conocerse las personas: entre empresarios y gente que trabaja en el campo. Creo que hoy es muy fácil porque hace 15 años era difícil comunicarse, no existía el correo electrónico, ahora con este mundo global el conocimiento de las personas, especialmente de los jóvenes, todo es más fácil; este es nuestro objetivo, poner a disposición de la competencia de los interesados de Fossano, Rafaela, la Región del Piemonte y la provincia de Santa Fe. -(BO) En este viaje han venido 30 personas de Fossano y cada una trajo uno o dos regalos para otras familias rafaelinas, es de verdad una unión fuerte que se ha construido en estos años. En los últimos cinco años unos 25 estudiantes rafaelinos fueron a Italia y unos 15 alumnos de Fossano vinieron acá en las vacaciones. Es un elemento importante que permite a nuestros jóvenes entender las diferencias culturales entre los dos mundos, sistemas escolares distintos para conocer una realidad muy lejana y consciente de retornar a los orígenes mientras atravesamos una situación económica muy pesada y un problema de inmigración que está metiendo en dificultad a la sociedad italiana.
