La familia está en crisis

Se trata del editorial del programa “Sábado 100” por radio Mitre Rafaela (FM 91,9), que conduce Emilio Grande (h.). Hay que apuntalar a la familia como célula básica de la sociedad y primera escuela doméstica en la que los valores humanos tradicionales siguen estando vigentes y en la que se aprenden las virtudes cívicas fundamentales.

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Al igual que en otros lugares del mundo, en América latina la institución familiar “muestra señales de debilitamiento” por la acción de grupos de presión “capaces de incidir negativamente en los procesos legislativos”, afirmó el Papa ante los veinte nuncios apostólicos “embajadores del Vaticano” en la región latinoamericana. Benedicto XVI está al frente de una guerra abierta contra el gobierno de centroizquierda italiano a raíz de un moderado proyecto de ley que legaliza las uniones de hecho hetero y homosexuales, universalizó así los conflictos que sostiene la Iglesia contra la oleada de leyes que en los países europeos regulan las convivencias entre personas no casadas. Se opuso al matrimonio de las parejas homosexuales. Dijo que la familia “es una característica primordial de la cultura latinoamericana”, pero agregó que “divorcios y uniones libres están en aumento, mientras que el adulterio es mirado con injustificada tolerancia. Es necesario ratificar que el matrimonio y la familia tienen su fundamento en el núcleo más íntimo de la verdad sobre el hombre y su destino”, dijo. Además, destacó que “sólo sobre la roca del amor conyugal, fiel y estable, entre un hombre y una mujer, se puede edificar una comunidad digna del ser humano”. En esta misma línea de pensamiento, monseñor Carlos Franzini publicó hace unos días la nueva carta pastoral para la cuaresma de 2007 titulada “La alegría de ser familia”. En este sentido, el obispo diocesano realiza un diagnóstico sobre los problemas principales que atraviesa la institución, pero no se queda con una mirada pesimista ya que brinda pistas para tener un mayor compromiso de sus actores principales. Al respecto, Franzini ilumina al decir que “la Cuaresma es una buena oportunidad para redescubrir la belleza y la alegría de ser familia y para reconocer que la vocación de ser familia anida en el corazón de todos los hombres, porque en familia fuimos pensados por el Creador. Por eso Dios Padre quiso que su Hijo se encarnarse en el seno de una familia y Jesús le ha dado a la familia una irremplazable misión en su Iglesia y en el mundo”.
Hoy la institución familiar tradicional está siendo asediada por normas legales como uniones legales entre personas del mismo sexo como ya cuenta Buenos Aires y hay un proyecto en la provincia de Santa Fe. Más allá del respeto por el que piensa diferente, la unión entre un hombre y una mujer es tan vieja que se remonta desde la misma creación del mundo con la primera pareja formada por Adán y Eva. Por este motivo, hay que apuntalar a la familia como célula básica de la sociedad y primera escuela doméstica en la que los valores humanos tradicionales siguen estando vigentes y en la que se aprenden las virtudes cívicas fundamentales.

Emilio Grande (h.)

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