Inesperada presencia de un diplomático vaticano en la ceremonia de asunción de Maduro

ROMA (Por Elisabetta Piqué).- En medio de la ruidosa ausencia de la mayoría de los diplomáticos de los países vecinos y de la Unión Europea , en la ceremonia de asunción del cuestionado segundo mandato de Nicolás Maduro estuvo el encargado de negocios ad interim del Vaticano . Maduro agradeció especialmente su presencia, que definió como “valiente”.

Para muchos observadores resultó de lo más extraño que hubiera un diplomático del Vaticano en la ceremonia, sobre todo después de la posición de rechazo asumida el día anterior por la Conferencia Episcopal Venezolana, que consideró “ilegítimo” el nuevo mandato de Maduro. Como ya había hecho en otras ocasiones, el episcopado también denunció que Venezuela vive “un régimen de facto”.

Fuentes informadas explicaron que así como los obispos fijaron su posición con el respaldo de Roma, del mismo modo, debido a una orden del Vaticano, consultada con el episcopado local, estuvo ayer un representante en la ceremonia de asunción de Maduro.

“El Vaticano históricamente nunca rompió relaciones con ningún Estado”, explicó una fuente, que recordó que la Santa Sede “siempre busca dejar una puerta abierta para el diálogo y que, al enviar a una presencia de bajo nivel a la ceremonia, en cierta forma quiso indicar claramente el desagrado con lo que está sucediendo en el país”.

En 2016, y pese a las enormes dificultades, el Papa se arriesgó e intentó una mediación para facilitar un diálogo entre el gobierno y la oposición, que terminó en fracaso. La situación de Venezuela y de su gente sigue siendo fuente de gran preocupación en el Vaticano, como dejó en claro Francisco en su mensaje de Navidad y en el del lunes pasado al cuerpo diplomático, cuando mencionó especialmente al país. No solo el número dos de Francisco, el secretario de Estado y cardenal Pietro Parolin, conoce bien la situación ya que allí fue nuncio antes de ser llamado al Vaticano, sino también su nuevo sustituto en la Secretaría de Estado, el arzobispo Edgar Peña Parra, que es venezolano.

“Criticar al Papa como hicieron 20 expresidentes latinoamericanos por pedir en su mensaje de Navidad ‘concordia’ para Venezuela es injusto”, lamentó un monseñor. “Es desconocer el papel que tiene el Papa como jefe de Estado de la Santa Sede, que, como él mismo recordó en su discurso al cuerpo diplomático del lunes pasado, no busca interferir en la vida de los Estados, sino ponerse al servicio del bien de todos”, agregó. “En esta óptica, del bien, del diálogo, de la no violencia, de la construcción de puentes, no de muros, debe verse la presencia de un representante del Vaticano en la ceremonia de asunción de Maduro”, concluyó.

Fuente: diario La Nación, Buenos Aires, 11 de enero de 2019.

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