Histórica destitución de Ibarra

Se trata del editorial del programa de radio “Sábado 100” por radio Horizonte (FM 99,5), que conduce Emilio Grande (h.).

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En una jornada histórica, la legislatura porteña destituyó a Aníbal Ibarra por mal desempeño de sus funciones: 10 votos en contra, 4 a favor y una abstención, en el juicio político por la tragedia del boliche de Cromagnon, que dejó un saldo de 194 muertes. Pero no se lograron los votos para ser inhabilitado para ocupar un cargo público. No tiene asidero hablar de golpe institucional, ya que los argentinos sabemos lo que significa un golpe: en pocos días se cumplirán 30 años del último golpe llevado a cabo por los militares con la ejecución del terrorismo de Estado. Más allá de si el proceso llevado a cabo por la sala juzgadora fue justo o no, esta destitución constituye un hito al ser el segundo caso que se registra -el otro fue Tierra del Fuego- desde que se renovó la Constitución Nacional en 1994 y se le dio rango de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, se creó su propio órgano legislativo -en reemplazo del concejo deliberante- y sancionó su propia constitución. En la ciudad de Santa Fe también debió haberse hecho un juicio político al entonces gobernador Carlos Reutemann por la inundación en 2003. Seguramente, si en las elecciones de 2003 hubiera vencido Mauricio Macri también hubiera ocurrido el desastre del incendio en Cromagnon, al menos que se cambiara en 180 grados la gestión de gobierno y la puesta en práctica de nuevos sistemas de habilitaciones y controles. Por eso también tienen responsabilidades penales los funcionarios y responsables de las áreas de gobierno. La ciudadanía venía pidiendo desde hacía tiempo -cuando salió a la calle a fines de 2001- que los políticos tienen que ser responsables de sus actos de gobierno y este caso de Ibarra es un antecedente para que sus pares se cuiden y tengan conciencia de la responsabilidad de sus prácticas, pero al mismo tiempo no se entiende que una parte de la opinión pública está en contra de la decisión tomada con el ex jefe de gobierno. Como se dijo varias veces en este programa, hay otras responsabilidades mayores desde el punto de vista judicial en Cromagnon. Su propietario Omar Chabán fue siempre un transgresor hasta que las bengalas de unos irresponsables provocó el incendio en un lugar cerrado y la muerte de casi dos centenares de jóvenes. También son responsables los integrantes de la banda Callejeros, quienes fomentaban que sus seguidores deliraran con la utilización de bengalas. Esto habla de una devaluación de los valores y el no respeto por la vida. Los familiares de las víctimas fueron protagonistas de esta etapa con su fervorosa presencia y en algunos casos hubo desmedidos festejos luego de la destitución como si se tratase de un partido de fútbol. Tienen que seguir luchando para que la Justicia continúe los pasos procesales para determinar las responsabilidades penales. Hay que tomar conciencia de que la tragedia de Cromagnon fue una combinación casi perfecta de la negligencia privada y la desidia pública, como así también de la irresponsabilidad de buena parte de los asistentes.

Emilio Grande (h.)

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