Fuerte caída en el número de alumnos secundarios

Se trata de un informe de los últimos cinco años que elaboró el Ministerio de Educación de la Nación. En ocho provincias hay 141.544 inscriptos menos.

Por Nathalie Kantt

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La obligatoriedad del secundario, una de las metas fijadas en la nueva ley nacional de educación, ya tiene un obstáculo que costará superar: ocho provincias registran una fuerta caída de 141.544 alumnos, entre 2002 y 2006.

La mayoría de ellos –113.613– pertenece a la provincia de Buenos Aires, que perdió una cifra equivalente al 10,3% de sus estudiantes secundarios.

Así lo refleja un reciente informe del Ministerio de Educación, que advierte sobre un descenso preocupante en ese decisivo nivel de enseñanza.

Si bien esta drástica disminución se compensa con otras 16 provincias que después de la crisis económica de 2001 aumentaron su población estudiantil, en el nivel nacional también el saldo es negativo: en las escuelas secundarias hay 69.302 inscriptos menos; la matrícula bajó de 2,79 millones de alumnos a 2,72 millones.

También ha ido cayendo progresivamente la cantidad de egresados en la enseñanza media: en 2002 se graduaron 301.073 jóvenes, y en 2006 obtuvieron su diploma 255.196 alumnos. En el propio informe, elaborado por la Dirección Nacional de Información y Evaluación de la Calidad Educativa (Diniece), se atribuye la caída a las mayores posibilidades laborales que se les presentan a los jóvenes, a partir de la lenta recuperación económica, y al incremento de estudiantes en la oferta de educación de adultos, considerada una oferta más flexible y atractiva para quienes se insertan en el mercado laboral.

Con ambas causas coinciden funcionarios y especialistas consultados por LA NACION.

Le siguen a la provincia de Buenos Aires en la caída de alumnos los casos de Jujuy, donde el descenso es de 7309 estudiantes (el 11% de la población escolar); Santa Fe, con 7051 (3,2%); Entre Ríos, con 5455 (6,1%); la ciudad de Buenos Aires, con 4914 (2,5%); Mendoza, con 1824 (1,5%), La Pampa, con 836 (3,5%), y Salta, con 542 (0,5%).

La curva decreciente de inscripciones en las escuelas secundarias contrasta con la tendencia expansiva que se vivió entre 1960 y 2001, período en el que la matrícula creció 1,7 veces más que la población correspondiente a ese nivel.

Entre las 16 provincias con mayor crecimiento de inscriptos en el secundario están Tucumán, con 21.382 alumnos más (27,9%); Chaco, con 7118 (9,3%); Córdoba, con 7167 (3,4%); Santiago del Estero, con 6917 (14,9%); La Rioja, con 6413 (33%), y Neuquén, con 4045 (9,6%).

En tanto, la matrícula de la educación para adultos creció en 48.481 personas entre 2002 y 2006. Según el informe, las jurisdicciones que con mayor intensidad compensaron el pasaje de la educación secundaria con la de adultos son La Pampa, Entre Ríos, ciudad de Buenos Aires, Jujuy, provincia de Buenos Aires y Santa Fe.

Para el secretario de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, la caída de alumnos se registra en el segmento educativo que más imperiosamente necesita un cambio. “Muchos no se van a la calle sino que reingresan al sistema educativo por medio de las escuelas para adultos, pero esto no nos permite descansar tranquilos porque puede denotar una crisis de la estructura secundaria. Nos hace pensar que necesitamos reformular la escuela media”, precisó, cuando respondía a LA NACION.

El funcionario reflexionó sobre la misión del secundario, que ya no responde a las necesidades actuales. “Lo que hasta hace un tiempo era satisfactorio, hoy, con más trabajo y posibilidades, ya no lo es. Hay una demanda que exige un cambio institucional y pedagógico de las escuelas, para que sean más flexibles. Parecería que la estructura tradicional no termina de convencer”, puntualizó.

Sileoni imagina un secundario “que permita una mejor terminación de estudios, más pertinente, con docentes con más presencia y sin tanta explosión de profesores fragmentados, referencias más cercanas, profesores con otros perfiles. En eso venimos trabajando en este primer semestre”.

La contracara laboral

Para la ex ministra de Educación bonaerense y actual diputada Adriana Puiggrós, la falta de chicos se produce porque empieza a haber trabajo. “En cuanto mejoró la situación económica y hubo más puestos de trabajo, la mayoría fue para jóvenes y en negro, y el secundario estaba muy alejado de quiénes necesitaban trabajar”, dijo Puiggrós a LA NACION.

“Primero se ausentan de la escuela; después abandonan y se inscriben en institutos para adultos porque es una modalidad que se adapta más a sus horarios y necesidades”, continuó. Sobre el caso particular de Buenos Aires, donde las matrículas bajaron en un 10%, sentenció: “O ayudan a sus padres o se quedan cuidando a sus hermanos”.

E insistió, además, en que hasta 2006 la educación secundaria no era obligatoria: “Se cumplía con lo obligatoria, que era hasta tercer año del secundario”.

El informe revela también una caída en el número de egresados.

La más fuerte se registra en la provincia de Buenos Aires, que pasó de 129.445 graduados en 2002 a 90.590 en 2006. Le siguen la ciudad de Buenos Aires (de 26.277 a 21.792), Córdoba (de 23.396 a 19.516), San Juan (de 4429 a 3816), San Luis (de 3032 a 2292) y Santa Fe (de 23.276 a 19.730).

En otras provincias, en cambio, la tendencia es fluctuante: en Corrientes, pasaron de 7562 alumnos en 2002 a 5296 en 2005 y a 6880 un año más tarde; en Catamarca, de 2894 en 2002 a 3759 en 2004 y a 3001 en 2006, y en Salta, de 9.490 en 2002 a 11.185 dos años más tarde y nuevamente baja a 9481 en 2006.

Tucumán triplicó su matrícula

Un caso llamativo es el de Tucumán, que entre 2002 y 2006 aumentó la cantidad de alumnos en escuelas secundarias en 21.382, lo que representa el 27,9% del total de la población estudiantil de esa jurisdicción.

La ex ministra de Educación de esa provincia entre 2003 y 2007, Susana Montaldo -actualmente subsecretaria de Equidad y Calidad en el gabinete del ministro de Educación nacional, Juan Carlos Tedesco-, enumeró a LA NACION las medidas que se tomaron para lograr ese aumento: “Tenemos un 70% de escuelas rurales. A todas ellas les brindamos la posibilidad de contar con un secundario”.

Y expresó: “Para ello enviamos profesores para que capacitaran a los que ya estaban, trabajamos con programas de inclusión, triplicamos el presupuesto y los padres se esforzaron en mandar a sus hijos a la escuela”.

Montaldo explicó que los estudiantes volvían a la escuela los sábados para actividades recreativas y que en 2004 se agotaron los delantales. “Armamos una escuela núcleo por cada cinco vinculadas, y los profesores de las primeras igualaban para arriba a los segundos. Esto nos ayudó a poner las escuelas en red”, añadió.

La actual ministra de Educación de la provincia, Silvia Rojkés de Temkin, dijo que se inauguraron 60 escuelas, que fueron construidas o refaccionadas con más aulas y bibliotecas. “Y la oferta del secundario se triplicó. No hubo una sola medida, sino una decisión política y un Ministerio de Educación que fortaleció todas sus estrategias”, dijo la funcionaria, al ser consultada por este diario.

Y añadió: “Creamos más horas de trabajo, nuevos cargos directivos, mayor capacitación docente sin perder horas de clase, nuevos grados y se trabajó en la retención de los alumnos. Veníamos de una situación tristísima y tuvimos que hacer todo ya”.

Fuente: diario La Nación, Buenos Aires, 7 de enero de 2008.

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