“Fue la vocación que me descubrió a mí”

Antes de la presentación de “Baraka”, el viernes por la noche nos acercamos al Teatro Lasserre para entrevistar al reconocido y exitoso actor Darío Grandinetti, quien habló de sus inicios en la actuación y su opinión acerca de la televisión actual.

Por María Florencia Forni (Rafaela)

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(Por María Florencia Forni).- Sentados en dos butacas del Teatro Lasserre, mientras los técnicos y colaboradores terminaban de acomodar el escenario, el viernes por la noche entrevistamos a Darío Grandinetti, un reconocido pero sencillo y ameno actor con una amplia trayectoria en teatro, cine y televisión. -¿Cuándo comenzaste a hacer teatro?, ¿cuáles eran sus expectativas y motivaciones? -Yo empecé hace un montón; tenía diecisiete años en el ’76. Cuando empecé no tenía muchas expectativas, no pensaba que me iba a dedicar a esto. Empecé en Rosario pensando “a ver de que se trata”, ni siquiera puedo decir que era una vocación mía muy profunda, que tenía claro desde chico. Más bien fue que la vocación me descubrió a mí. En ese sentido, yo quiero vivir de mi trabajo. Eso es cuando en un momento decidí que lo que me gustaba era esto, lo que quería era poder dedicarme tiempo completo, no tener que hacer otras cosas para ganarme la vida. Y sigue siendo esa la expectativa. Los actores por lo general hacemos lo que podemos. No es un oficio que nos permita elegir siempre; más bien, casi nunca. -¿Cuál fue tu primer trabajo en teatro y cuando el la televisión y en el cine? -Bueno, yo en Rosario empecé haciendo teatro; una adaptación de “Tartufo” de Moliere. En Buenos Aires debuté en teatro también, en una obra que se llamaba “Melisa”, con Ana María Campoy. En televisión, lo primero que hice fue un programa que había en Canal 9, en el cual la estrella era de Chico Navarro, y había unos pasos de comedia en el programa y yo participé una vez. Y en cine lo primero que hice fue “Darse cuenta” de Alejandro Doria. -De todos los personajes que has interpretado ¿cuál es el que mejor recordás? -Yo recuerdo mucho un papel que hice en teatro en Buenos Aires, una obra que se llamaba “Los hijos de silencio”, que dirigía Sergio Renán. Lo recuerdo porque para mí fue muy importante hacerlo, ya que fue de alguna manera la posibilidad de mostrarme que yo podía hacer en teatro un personaje con cierto contenido dramático y cierto desarrollo que hasta ahí yo no había podido hacer. Y que Renán me haya llamado para hacer eso y haber tenido la chance de poder hacerlo fue muy bueno. Lo recuerdo con mucho cariño, y además fue un personaje del cual quedé satisfecho en como lo había hecho. -¿Cuál es tu opinión respecto al contenido ficcional de la televisión de nuestro país? -Me gustaría que hubiese más programas de ficción interesantes, que nos ayudaran a crecer, a mejorar; no tanta cosa relacionada con la pavada. No digo que esté mal que estén esos programas, pero no que sean la mayoría como ocurre ahora. De vez en cuando aparece algún programa como Ciega a citas, Tratame bien o Para vestir santos. Es verdad que la televisión ofrece, tal como se está haciendo, poco tiempo. Pero es algo que, para que se cambie, deben cambiarlo quienes manejan las estructuras de los canales de televisión. Si hay más tiempo, va a ver posibilidad de hacer otras cosas. -Respecto a la obra que presentan en Rafaela, ¿cuándo fue estrenada? -El 9 de julio de 2008; vamos a cumplir casi dos años. La gira la empezamos hace poco. Estuvimos en el Festival de Bogotá en Colombia y después hicimos Rosario, Lomas de Zamora, Montevideo y ahora aquí. -¿Cuál es la idea principal de la obra? -La obra cuenta cómo los intereses personales pueden hacer que se dejen los objetivos comunes. El reencuentro de cuatro amigos, que con el tiempo van a descubrir que aquellas cosas que soñaron van a quedar relegadas por las ambiciones personales.

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