Estudiar en Alemania: “Competencia internacional por los mejores cerebros”

Entrevista con Christian Bode, secretario general del Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD) habla de los cambios en las universidades alemanas, la creciente internacionalización y la importancia de la Iniciativa de Excelencia para los estudiantes extranjeros.

Por Janet Schayan

Compartir:

Sr. Dr. Bode, las universidades alemanas se encuentran en profundo proceso de transformación: ¿cómo describiría brevemente usted a un egresado que se recibió en Alemania hace 15 años los cambios más importantes en este ámbito? Los años noventa estuvieron marcados por un vuelco político en Alemania y la caída del Telón de Hierro en Europa. La reunificación alemana y la apertura del Este permitieron a las universidades alemanas reanudar las alianzas y el intercambio intenso con el ex bloque comunista. La segunda transformación importante es el proceso mundial de globalización. Las universidades están hoy expuestas a la competencia internacional, en la que pugnan por los “mejores cerebros”. La Iniciativa de Excelencia ha intensificado aun más la competencia entre las universidades, también dentro de Alemania. Además, la unificación del espacio universitario europeo como consecuencia del Proceso de Bolonia, cuyo propósito es la reforma de las carreras universitarias y una mayor comparabilidad de los estudios y grados académicos, ha generado también una mayor diferenciación. Ese proceso continúa en marcha. En general, se puede decir que el panorama universitario alemán se haya transformado más que en décadas anteriores.

El DAAD ha sido pionero en lo que hace al fomento de carreras orientadas al extranjero y de la conversión al sistema de estudios escalonado. ¿Cuán satisfecho está usted con el grado actual de internacionalización de las universidades alemanas? La internacionalización ha llegado a las universidades alemanas, aunque a velocidades diferentes. Lo importante es que la internacionalización sea más que la mera oferta de carreras de bachelor y master. Para una verdadera internacionalización de las universidades es necesario que haya más estudiantes extranjeros en Alemania y que más estudiantes alemanes estudien o realicen pasantías en el extranjero. Con un 10 por ciento de “incomings” y 35 por ciento de “outgoings”, las cifras para Alemania son bastante satisfactorias, pero podrían mejorarse. Lo mismo se puede decir de la flexibilidad geográfica de los profesores universitarios alemanes y del aún reducido número de profesores universitarios extranjeros en las universidades alemanas. Además de la flexibilidad geográfica de los estudiantes, para la internacionalización es decisiva la movilidad de los docentes. El Servicio Alemán de Intercambio Académico contribuye desde hace tiempo al fomento del intercambio con su programa de docentes invitados. Por último hay otros factores, como la internacionalidad del currículo, por ejemplo mediante estadías integradas en el extranjero. Pero más importante que estos datos cuantitativos es el hecho de que la internacionalidad sea una actitud natural en los claustros universitarios y que ella determine el desarrollo futuro de las universidades y el rumbo de la política universitaria.

¿En qué “liga” clasificaría usted hoy a Alemania por sus universidades? Sin duda las universidades de Alemania forman parte de la liga internacional de campeones, aunque sin ocupar por cierto los primeros puestos absolutos. Las listas internacionales de universidades muestran que Alemania está ampliamente representada entre las 500 mejores universidades del mundo, pero muy poco entre las 100 mejores. La Iniciativa de Excelencia es un primer paso en el camino para recuperar terreno perdido frente a las universidades líderes del mundo. Confío plenamente en que las universidades alemanas no tardarán en alcanzar al pelotón de cabeza.

Los grados académicos comparables a escala internacional y la introducción de aranceles se orientan fuertemente por modelo angloamericano. ¿Continúan manteniendo pese a ello las universidades alemanas algo que las destaque del resto, un “unique selling point” como dicen los expertos de marketing? De hecho, el sistema universitario angloamericano es actualmente el modelo que imitan muchos países, pero en la práctica son sistemas diferentes. Los aranceles que deben pagar los estudiantes en Alemania son mucho más moderados que en Estados Unidos. También las nuevas carreras universitarias de tres años de bachelor en Europa se diferencian en mucho de las carreras de “undergraduate” de cuatro años en Estados Unidos con su componente de “liberal arts”. Y por último no debemos olvidar las Fachhochschulen alemanas, que no existen de esa forma en el ámbito anglosajón. Otro distintivo de las universidades alemanas es la libertad de aprendizaje y la autonomía del estudiante.

¿Qué significará concretamente la introducción en Alemania de aranceles para el estudiante procedente de países en desarrollo? ¿No les dificultará el acceso al estudio en Alemania? No, el acceso no será más difícil, pero tal vez algo más caro. Para estudiantes de países en desarrollo existen numerosas ofertas de becas de universidades y organizaciones alemanas. Tan solo el Servicio Alemán de Intercambio Académico fomenta el intercambio educativo con países en desarrollo con un presupuesto anual de casi 40 millones de euros. Además los estudiantes extranjeros reciben becas de los países de procedencia. Por último, han mejorado las posibilidades para que el estudiante extranjero se gane parte de los gastos de sus estudios universitarios mediante trabajos en actividades cercanas a la universidad.

Uno de los propósitos del plan de fomento de la investigación universitaria de punta llamado “Iniciativa de Excelencia” es el surgimiento de “faros de la ciencia” en Alemania. ¿Cuáles son los faros que lucen mas brillantes vistos desde el extranjero? En el foco de atención están ahora las 30 universidades elegidas en la primera ronda de la “Iniciativa de Excelencia”, sobre todo las tres “universidades de elite” TU München, LMU München y TU Karlsruhe. Pero sería un error pensar que esas tres universidades son los únicos sitios donde existe investigación de punta en Alemania. En la segunda ronda de la Iniciativa de Excelencia, cuyos resultados se darán a conocer en octubre de 2007, se advertirá que el panorama científico alemán es mucho más variado.

El DAAD participó en la entrega de las distinciones a las mejores diez carreras de master en Alemania. ¿Cuáles fueron los criterios básicos de elección? Se adjudicaron esas distinciones a aquellas carreras de master que se han destacado por su concepción innovadora, su elevado grado de internacionalidad y por la excelencia de sus currículos. De las diez carreras universitarias que fueron galardonadas con la distinción “TOP 10 International Master’s Degree Courses made in Germany”, seis ya estaban siendo promovidas por el Servicio Alemán de Intercambio Académico. Además de los positivos resultados obtenidos por los egresados y el convincente concepto de asesoramiento, también fueron criterios importantes de decisión la intensidad de las cooperaciones internacionales, la participación de docentes invitados y la calidad de la enseñanza. La entrega de estos premios demuestra que la excelencia de los estudios y en la enseñanza no solo se define por la calidad de la investigación.

El número de estudiantes extranjeros en Alemania ha aumentado enormemente. Sin embargo, la “cuota de éxito” deja algo que desear: la deserción es elevada y el porcentaje de doctorandos es relativamente bajo, con un 13 por ciento. ¿A qué se debe? Esa “cuota de éxito” se refiere a las titulaciones obtenidas. Sin embargo, no todos los estudiantes extranjeros desean concluir sus estudios en Alemania con un grado académico. Pero no por eso han fracasado. Por ahora no disponemos de análisis precisos de la evolución de los estudios, para poder determinar quiénes y cómo han concluido sus estudios después de su estadía en Alemania. De todos modos es verdad que el porcentaje de abandono de estudiantes extranjeros es demasiado elevado. Habría que mejorar el asesoramiento en materia lingüística y técnica, como ya sucede en el marco de los programas correspondientes del Servicio Alemán de Intercambio Académico. Los doctorandos extranjeros no han tenido, en efecto, el peso necesario, pero esto cambiará pronto gracias a los 35 clusters de investigación y a los colegios de graduados financiados en el marco de la Iniciativa de Excelencia.

Algunos estudiantes extranjeros parecen o adaptarse a la libertad relativamente alta en las universidades alemanas. ¿No se debería hacer algo para facilitar su integración en el mundo académico? La libertad relativamente elevada suele ser también para los propios alemanes un problema, el cual genera a veces periodos demasiado prolongados de estudio y cambios de carrera. Esto cambiará gracias a la introducción de las reformas de Bolonia, con sus claras estructuras. Para estudiantes extranjeros, el idioma resulta un obstáculo duro de superar. En se aspecto se han introducido mejoras, con el apoyo de un asesoramiento en materia idiomática y técnica. La libertad de aprendizaje y la autonomía del estudiante en las universidades alemanas es un valor importante que debemos conservar. Por cierto, no soy partidario de un asesoramiento las 24 horas al día. La libertad en cierta medida –es decir que el estudiante asuma desafíos personales y riesgo– debe ser parte de la formación académica.

Las universidades alemanas “exportan” también carreras universitarias. ¿Es la educación un bien comerciable o los motivos de esas actividades son otros? La comercialización no es en absoluto la razón de “proyectos de exportación” de las universidades alemanas. Prueba de ello es que ninguno de los proyectos, los cuales son realizados en general en cooperación con socios extranjeros, arroja ganancias. El beneficio que se obtiene con estas ofertas universitarias en el extranjero es diferente. El primer interés de esos proyectos en intensificar la cooperación con socios extranjeros. Además, los proyectos de exportación sirven para asegurar y elevar el prestigio de las universidades en cuestión y de las universidades alemanas en general. También la intensificación de las cooperaciones en materia de investigación desempeña un papel. Finalmente, los proyectos de exportación permiten fomentar la formación cualificada de alemanes en el extranjero, así como la captación de nuevas generaciones de científicos. Ello exige espíritu empresarial, pero no es una estrategia comercial.

Fuente: revista Deutschland, Nº 1/2007, febrero-marzo en www.magazine-deutschland.de.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *