Efluentes se tratan en Molfino, en Sodecar en pocos días y hay atraso en Rafaela Alimentos

En la empresa láctea los trabajos finalizaron el 1 de setiembre y se encuentra en el período de prueba hasta el 25 de noviembre. En Sodecar empieza a funcionar el tratamiento la semana próxima. En Rafaela Alimentos hay un atraso de dos meses que preocupa a la comisión de seguimiento.

Por Emilio Grande (h.)

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La comisión de seguimiento se reunió en el séptimo piso y luego hizo la recorrida por las tres empresas, participando el subsecretario de Medio Ambiente del municipio, Silvio Bonafede, el concejal Rodolfo Enrico, Germán Kahlow -presidente comunal de Humboldt-, técnicos de la Secretaría de Medio Ambiente (SMADES), como así también representantes de comunas, vecinales y entidades intermedias, entre otros. La empresa láctea Molfino había finalizado las obras de tratamiento de los efluentes a principios de setiembre y tenía un mes de prueba para la puesta a punto del funcionamiento, que se extendió hasta el 25 de noviembre por contingencias, por ejemplo el corte de energía. Los valores de vertimientos están entre 40-50 miligramos por litro DQO (demanda química de oxígeno). “El sistema ya está operativo y a partir del 26 de noviembre ya podrán venir a controlar y tomar muestras técnicos de la SMADES”, confió José Torres a este cronista. A grandes rasgos, el funcionamiento de la nueva planta es el siguiente: el líquido se transporta desde la fábrica en avenida Salva por cañería subterránea hasta el predio ubicado en la prolongación de avenida Italia, luego se dirige sin tratar al ecualizador del secundario, pasa por el tratamiento primario, vuelve al sector secundario tratándose en el reactor o cámara de aireación, sedimentador, cámara de cloración para salir el vertido final en cañería hasta el canal norte. Parte de los barros se inoculan nuevamente para el propio funcionamiento del tratamiento y la otra parte pasa al digestor donde se concentra, se saca la humedad y se juntan para ser enviados por ahora a Porteña a un “landfarming”, es un lugar donde la bacteria se degrada en el suelo y no se puede recuperar. Pero la firma Saputo presentó un proyecto de compostaje sobre biosólidos y grasas a la SMADES para hacer una planta propia para cerrar el ciclo del residuo: las bacterias se degradan pero se transforman en fertilizante. “Así se puede recuperar y sirve como nutriente para los cultivos y hay un retorno económico”, agregó Torres. En un primer momento se conversó con INTA para vender el compost pero están buscando a un privado. Todo el sistema está centralizado por un comando de tableros automatizados. El programa de computación controla el funcionamiento y, además, recomienda variables a modificar.

En poco días

En tanto, Sodecar ya tiene la planta lista y están limando algunos pequeños problemas. Hay algunas pérdidas de líquido en los piletones y están testeando adónde están las mismas. Por este motivo, “hasta que no esté a punto no tiene sentido llenar con los efluentes”, justificó José De Biassi, responsable del frigorífico ante los presentes de la comisión. A decir verdad, el lugar más conflictivo de los visitados lo sigue constituyendo Rafaela Alimentos, ya que presenta un atraso de dos meses en la obra civil. Previo a la recorrida del séptimo piso del edificio municipal, Hugo Montenegro -técnico de la SMADES- mencionó que tiempo atrás hubo un conflicto entre la empresa y la ejecutora “Base constructora”, aparentemente por un presunto error de cálculo en la estructura de hierro para el hormigonado de la zona del reactor. “No habrá prórrogas -el volcamiento precario vence a fin de octubre- si no está documentada y aprobada en la Secretaría”, argumentó el técnico. Ya en el lugar de los hechos, los integrantes comprobaron un escaso avance de obra en casi dos meses de la última visita del 1 de setiembre. Se está trabajando en los tabiques del contorno y central para luego continuar con el hormigón. El problema suscitado habría sido económico, según una fuente confiable. Sigue la misma empresa, pero con una nueva dirección de obra. El plazo previsto de finalización de la obra civil estiman para la primera quincena de enero, siempre y cuando acompañen las condiciones climáticas, mientras tanto están analizando cotizaciones sobre los equipos electromecánicos. Al respecto, Enrico exigió “acelerar los tiempos de los trabajos con más personal” y Miguel Bisang -del Club de Caza y Pesca El Zar- agregó que “seguimos con el mismo problema de la empresa de no estar al día y tenemos los mismos interrogantes del primer día”. Seguramente, el tiempo dirá las consecuencias favorables de las obras de los efluentes en estas empresas: “esperamos el impacto porque por ahora no hay novedades a favor ni en contra”, opinó Kahlow.

Emilio Grande (h.)

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