Emociones y gestos solidarios en el acto de la “rosa por la paz”

Hablaron Carlos Tartaglia, Ana Santucci y Juan Carlos Pallarols. El artesano visitante construyó la rosa con restos bélicos de Malvinas y trajo un prototipo del bastón de mando del realizado en 1983 en homenaje a los caídos en la guerra de 1982. El ganador de la rosa fue Elsener pinturas SA.

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Por Emilio Grande (h.).- El viernes último se realizó el acto de cierre de la “rosa por la paz” en el Cine Teatro Belgrano, ante más de 500 personas, a beneficio de la construcción de un aula-taller de cocina y panadería en la Asociación Civil Barbiana «La Casona», en el marco de la campaña de promoción social «La rosa por la paz», siendo declarado de interés municipal por el Concejo Municipal en la sesión de anteayer.
La actividad empezó con la actuación de la orquesta típica El Arrastre. Luego, la lectura de un cuento a cargo de Mabel Zimmermann, vicepresidente de ERA (Escritores Rafaelinos Agrupados), quien evocó la historia de Pipi de la Casona, un niño de 11 años obligado a trabajar, “¿cómo hacer frente ante tanta injusticia?”, se preguntó.
En el transcurso de la velada se emitieron dos videos: uno sobre el trabajo que viene realizando La Casona durante sus 10 años de vida institucional desde su inicio en el barrio Italia hasta el actual predio en la zona rural al noreste de Rafaela y las voces de los protagonistas, y el restante sobre la «rosa por la paz» desde su construcción en el taller de Juan Carlos Pallarols en Buenos Aires hasta el recorrido por distintas escuelas e instituciones de nuestra ciudad.
A continuación hubo palabras de Carlos Tartaglia (presidente del Centro de Ex Combatientes de Malvinas de Rafaela y la Región), expresando que “hace 3 meses nos visitaron en nuestro museo de Malvinas Ana (Santucci) y Jonatan (Faber) con la rosa de la paz, comentando que venían de la casona de los pibes, que la rosa fue hecha con material bélico de la guerra de Malvinas, que donada por el orfebre Juan Carlos Pallarols y la idea nos interesó. Creo que nadie más quiere vivir una guerra como la que tuvimos sino mejor luchar por la paz y la rosa nos ofrecía la paz”.
Y agregó: “Nos invitaron a participaron y así empezó nuestro camino con la rosa por la paz. Junto con Ana y la Casona de los pibes, fuimos a visitar las escuelas, grupos de boy scouts y fábricas; nuestra misión era acompañar la rosa la paz por lo que representa, pero también nuestra misión era malvinizar y cada lugar que fuimos Malvinas siempre estuvo presente. Quiero agradecer a todo el grupo de la rosa por la paz, pero también no nos olvidemos que en cada pétalo y espina de la rosa hay un veterano (en total fueron 632) que dio su vida por nosotros…”.
A su turno, Ana Santucci (directora de La Casona) destacó “esta bellísima obra de arte con tanta significación histórica que lo renovó en el compromiso de seguir trabajando por la paz social, siendo posible con justicia social, pensada para infancias sanas, que es tarea de todos. Como parte de la sociedad civil, hace 10 años asumimos nuestro lugar en esta tarea, trabajar desde la educación como una práctica sublime de un proyecto social del cambio en las constelaciones humanas y del entorno con una simple didáctica de la ternura, con una actitud de escucha paciente y exigente. Es posible una nueva utopía de la vida en medio de circunstancias humanas que provocan abandono y le quitan sentido a la vida”.
El último de los mensajes fue el visitante Pallarols: “el bastón no es mío sino de todos los argentinos”, ante el aplauso de los presentes y el recorrido del mismo por las butacas. “Yo solamente ofrecí mi rosa, pero ustedes construyeron un mundo maravilloso; creo que habría que hacer más rosas y más casonas”.
Y aprovechó para aclarar que “solamente soy la cara visible, somos un grupo de amigos y veteranos de más de 40 personas. La rosa la hacemos entre todos, es un trabajo colectivo, como el bastón de mando; el que está acá es un prototipo del que hicimos en 1983 con el primer homenaje a los caídos de Malvinas. Ayer (por anteayer) se lo entregué al nuevo Presidente (Alberto Fernández)”, para agregar que “la semana pasada llevamos una rosa al Tribunal Supremo de los Derechos Humanos de San José de Costa Rica y estamos preparando para la ONU, Rusia y China”.
Finalmente se procedió al sorteo de la «rosa por la paz» construida con material bélico de la Guerra de las Malvinas por el citado artista Pallarols, resultando ganador Elsener pinturas SA.
Conviene recordar que la Casona es el único centro de día existente en la ciudad que funciona en contra turno escolar, ofreciendo a más de 150 niños y adolescentes de entre 3 y 25 años de edad, una propuesta integral a través de actividades lúdicas-recreativas, culturales y educativas; seguimiento de la escolaridad; desayuno, almuerzo y merienda; sustentando su práctica en tres insumos básicos de la pedagogía: ternura, libertad y belleza.
Para seguir colaborando, se puede escribir a la.casona.educacion@gmail.com o a los teléfonos 15318369/15517161/15246814/15430255, hacer transferencias a la cuenta habilitada sin cargo por el Banco Hipotecario cuenta corriente en pesos N° 302300000911259, CBU 0440023330000009112594.

Encuentro con artistas

Previamente, el artesano Pallarols, como se autodefine, recibió a una veintena de artistas de Rafaela, Paraná, Humboldt, entre otros lugares, en el salón principal del Parra Hotel & Suites, con la presentación del empresario Juan Carlos Basso, uno de los gestores de esta sana locura de la “rosa por la paz” y conductor del programa “Agregando valor a la vida” por radio El Espectador.
En la oportunidad, el visitante de 77 años vino acompañado de su hija Mariana, su yerno Walter Petriz y su biógrafa Adriana Tombolini, mostrando el prototipo del bastón presidencial que usará el presidente Alberto Fernández a partir del 10 de próximo.
“Me preocupan los próximos 50 años del país”, confesó ante la sorpresa de los presentes. Sobre su profesión aclaró que “no soy artista, soy artesano; el problema es que están los comerciantes del arte… La culpa la tenemos los artesanos porque no somos valorados. Yo uso ropa y calzado que me hacen artesanos”, agregó.
Mencionó que por su local-museo en el barrio porteño de San Telmo pasan por fin de semana unas 20.000 personas entre turistas argentinos y extranjeros, invitando a sus pares a exponer en Buenos Aires. Ante una consulta de un artesano mendocino sobre la fama, el visitante fue rotundo: “no busquen la fama sino más el prestigio en los trabajos”. Los interesados pueden visitar su web http://pallarols.com.ar/

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