Elección presidencial sin el fervor popular

Se trata del editorial del programa “Sábado 100” por radio Sol de Rafaela (FM 90.9) que conduce Emilio Grande (h.). El voto es una de las herramientas de la democracia para premiar y castigar a los que se postulan en los diferentes cargos electivos. No nos dejemos engañar por prebendas ni tampoco por el clientelismo político que tanto daño hizo en nuestra patria.

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Por Emilio Grande (h.).- Después de las elecciones primarias en las que la actual presidenta Cristina Fernández obtuvo el 50% de los votos y le sacó 38 puntos de diferencia sobre sus inmediatos perseguidores (Alfonsín, Binner, Duhalde), la elección de este domingo ha perdido ese fervor popular de contagiar a la ciudadanía, ya sean partidarios o gente de a pie. Todas las encuestas confirman el nuevo triunfo del kirchnerismo con lo cual será el tercer mandado: primero Néstor Kirchner y ahora el segundo de Cristina por algunas virtudes pero sobre todo por errores de la oposición. Más allá de lo coyuntural, el obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Frassia, recordó que “el comportamiento humano en la sociedad siempre tiene que tener una referencia explícita a Dios, que es garantía y fuente de la vida, de la vida social, de la vida política, de la vida de todos los hombres”. “No podemos separar totalmente ni identificar totalmente, los dos reinos, ya que hay un respeto y una sana autonomía; pero el sujeto -protagonista principal- somos cada uno de nosotros. Y cada uno de nosotros tiene que darle a Dios lo que es de Dios y al César, es decir a la autoridad, lo que es de la autoridad”, indicó en su reflexión radial semanal. El prelado señaló que “somos ciudadanos de Dios, ciudadanos del cielo, pero también somos ciudadanos de la tierra. Siempre tenemos una responsabilidad fundamental: pasar de habitantes a ciudadanos. Trabajamos por el bien común y trabajamos por Reino de Dios; y estas dos cosas son parte misma de cada uno de nosotros”. Al referirse a las elecciones presidenciales de este domingo, pidió a los católicos que “elijan pensando bien aquello que quieran para ustedes, elijan con libertad, elijan con responsabilidad y elijan con madurez”. “Cada uno de nosotros, en la medida que elige bien, también está eligiendo lo que es la bendición de Dios; pero seamos libres en este aspecto y que cada uno libremente ejerza su decisión. Por eso es importante no confundir, no confundirnos y no confundirse con los demás. ¡Cada cosa tiene su lugar! ¡Y a cada cosa hay que llamarla por su nombre!”, subrayó. Por último, monseñor Frassia pidió “al Señor que Dios siempre tenga la primacía y que nuestra sociedad siempre trabaje por la verdad, por la paz y por la justicia. Que siempre seamos solidarios y que ejerzamos ese acto de democracia con respeto y con libertad”. Volviendo a la coyuntura nacional e iluminados por estas palabras tenemos que votar con libertad de conciencia a los candidatos que defiendan la vida desde el nacimiento hasta la muerte natural, buscando siempre el bien común por encima de los intereses particulares. El voto es una de las herramientas de la democracia para premiar y castigar a los que se postulan en los diferentes cargos electivos. No nos dejemos engañar por prebendas ni tampoco por el clientelismo político que tanto daño hizo en nuestra patria.

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