“El primer compromiso es buscar el bien común”

Así expresó el obispo diocesano Carlos Franzini durante la homilía de ayer en la Catedral San Rafael con motivo de la Independencia. Remarcó sobre todo trabajar por los más pobres, indefensos y quienes están destruidos.

Por Emilio Grande (h.)

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“Las lecturas de hoy ayudan a reflexionar sobre el significado de la celebración que estamos compartiendo (por el Día de la Independencia)”, expresó monseñor Carlos Franzini durante la homilía en la mañana fría de ayer en la Catedral San Rafael. El acto central se realizó luego en el teatro Lasserre (ver página 8 de esta edición). Y agregó: “En la primera lectura del libro del Génesis nos habla de la experiencia tan peculiar en Jacob y la vivencia profunda del pueblo con Dios, permitiendo a Jacob percibir la presencia de Dios en el contexto de adversidad en que se encuentra”. En otra parte, el Obispo diocesano sostuvo que “en el Evangelio hay dos signos concretos de la presencia salvadora de Dios con los hombres. Una mujer con hemorragia piensa con sólo tocar a Jesús ser sanada y la niña que parece muerta y sin embargo Jesús dice que está dormida y la devuelve viva a sus padres”. “Estos relatos -dijo- nos hablan de esta misteriosa presencia de Dios en la historia de los hombres (…) Cuando miramos la vida con ojos de fe somos capaces de ver mucho más allá de pura la presencia humana”. En otro pasaje de su alocución, Franzini sostuvo que “como aquellos primeros fundadores de nuestra patria, sabemos que Dios tiene algo que ver con nuestro entorno, la presencia de Dios en la proclamación de la Independencia -como luego acontecerá en la Constitución Nacional-. En la historia argentina cuando es mirada con ojos objetivos sin cargas ideológicas se sabe reconocerlo, a través de un pueblo argentino que es creyente en su vertiente cristiano católico y en tantas otras manifestaciones religiosas ha sabido reconocer que en su historia tiene que ver la presencia de Dios”. Más adelante, señaló que “en este acto religioso tenemos que reconocer que Dios es el Señor de la historia y en la vida del pueblo argentino ha sido siempre reconocido, que la dimensión religiosa es un elemento constitutivo del ser humano y del ser nacional. Pretender borrar e ignorar la presencia religiosa no sólo es miopía sino también mezquindad”. “Con mirada de fe -continuó- somos capaces de encontrar en los obstáculos y en las dificultades que se presentan a la construcción del bien común, oportunidades y desafíos para crecer”. Al mismo tiempo, insistió en que “cuando miramos con fe descubrimos que la patria necesita de cada uno de nosotros en su lugar, según sus posibilidades, sus dones, sus capacidades; todos podemos poner algo en la construcción del bien común”. “Cuando tenemos una mirada de fe somos capaces de respetarnos en el disenso, capaces de abrirnos al diálogo que construye, disponible para la construcción de un futuro mejor para todos. El primer compromiso como ciudadanos es buscar el bien de todos, sobre todo de los más pobres, los más indefensos, los que están destruidos”, destacó. Y siguió: “Es aleccionador que el Acta de Independencia no fue firmada por los representantes de Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe y la Banda Oriental. La Nación era proyecto no era realidad plena y hoy también es proyecto que tiene que seguir siendo construido con el aporte generoso y magnánimo de todos los ciudadanos”.

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