El periodista debe estar al servicio de la verdad y del bien común

Con motivo de celebrarse el Día del Periodista, el Círculo de la Prensa de Rafaela organizó un acto en el teatro Lasserre ante la presencia de autoridades, colegas y público. Se depositó una ofrenda floral a Mariano Moreno (fundador de la Gazeta de Buenos Aires), hubo mensajes de dos alumnos (de la Escuela Moreno y del CFP Nº 5) y de Miguel Ruiz Díaz, secretario de la entidad organizadora. Se hizo entregas de plaquetas a familiares de Enrique Foglia -recientemente fallecido- y a Carlos Beceyro. Se contó con la actuación de un trío de saxos.

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A continuación se publica el discurso por el Día del Periodista a cargo de Miguel Ruiz Díaz, secretario del Círculo de la Prensa de Rafaela:

Nuestro compromiso ante la sociedad a la cual nos debemos. Un compromiso ante todo de lealtad profesional porque estamos incluidos en ella. Y, por lo tanto, propendemos para que nuestros colegas también asuman la responsabilidad de ser buenos custodios de los principios elementales que deben guiar en nuestras tareas. No es necesario recurrir a un decálogo para saber o enterarnos sobre el comportamiento que debemos tener para desarrollar nuestra noble profesión con ética, valores, equidad y sin mezquindades que puedan llevarnos a errar el camino de la objetividad e imparcialidad de la información. El auténtico comunicador debe ser una persona que respondiendo a una vocación decide ponerse al servicio de la verdad y del bien común. Es una persona que no puede ignorar a quienes están al costado del camino, es capaz de advertir lo que otros no ven y asumir una preocupación activa por la vida y el crecimiento del otro y de la sociedad. En un contexto de la crisis de participación que hay en las instituciones de la Argentina, el Círculo de la Prensa de Rafaela no escapa a esa realidad. Esta entidad fundada el 10 de junio de 1940 por Emiliano Cerdán, Rafael Actis, Francisco Pérez Torres, David Mazzi, Antonio Terragni, hoy se encuentra en una etapa de transformación. Por este motivo convocamos a los periodistas socios y no socios, locutores, diseñadores gráficos y de páginas de internet, para que se acerquen y así buscar una renovación con el aporte de ideas, propuestas y actividades. Hay que dejar parte del tiempo personal por el bien de esta entidad, sin olvidar que buena parte del periodismo rafaelino integró la misma. Al mismo tiempo, instamos a la necesidad de que las empresas periodísticas del medio capaciten y profesionalicen los cuadros de sus periodistas. Entendemos que Rafaela debe crecer o continuar creciendo de la mano de un periodismo veraz, responsablemente crítico y que acompañe los emprendimientos de la actividad privada. Debe existir un espíritu que aliente un círculo virtuoso para estimular el crecimiento de esta zona, de todo el interior federal. Tenemos mucho por decir del interior que es desde donde se produce, se construye para que el país puede continuar creciendo. Apelamos a esta instancia de la responsabilidad social empresaria, de ella también se esperan sus acciones para acompañar un crecimiento equitativo en este país.


En el plano nacional existe preocupación por la situación de la libertad de expresión a través del casi permanente ataque presidencial a periodistas y medios de comunicación. En su último informe anual del Freedom House, una de las instituciones señeras en mediciones de libertad de prensa en el mundo, la Argentina ha caído del puesto 41º en 2005 al 45º en 2006. Según su director Christopher Walter, se identificaron serios problemas en nuestro país, mencionándose que el Gobierno usa la publicidad oficial para apoyar a los medios afines y para presionar a los otros, especialmente en las provincias; las “ofensas frecuentes” de autoridades contra los periodistas representan “acosos”, paso previo a la autocensura; no son inusuales los ataque psicológicos y las amenazas contra aquellos que investigan hechos de corrupción. No menos importante fue la pérdida de estado parlamentario del proyecto de ley de acceso a la información, en diciembre de 2005. En esta línea, la Academia Nacional de Periodismo –que preside Bartolomé de Vedia- advirtió hace unos días sobre actitudes que ocasionan “un daño institucional gravísimo al principio constitucional de la libertad de expresión, pilar fundamental de nuestro sistema republicano”, para agregar que “en días recientes altos funcionarios del Estado emitieron declaraciones desafortunadas e injustas respecto de la labor profesional de ciertos periodistas prestigiosos de nuestro medio”. Además, se observa la falta de control del COMFER frente al caos del dial debido a que están operando en forma irregular unas 4.000 estaciones de FM y la apropiación indebida en las frecuencias de AM con 150 estaciones funcionando regularmente en Capital Federal y el Gran Buenos Aires, según señaló la Asociación de Radiodifusoras Privadas Argentinas (ARPA). Han transcurrido 22 años de la restauración de la democracia y continúa vigente el decreto-ley 22.285 de radiodifusión del gobierno militar de 1980. ¿Por qué los diferentes gobiernos democráticos y legisladores oficialistas y opositores todavía no se pusieron de acuerdo para consensuar y aprobar una nueva norma legal?


No podemos soslayar que los avances tecnológicos en los medios permiten la comunicación entre las personas en forma instantánea y directa. Este desarrollo presenta un potencial para servir al bien común y constituye un patrimonio a promover. Sin embargo, la inmediatez de la comunicación no necesariamente se traduce en la construcción de la cooperación en la sociedad. Los medios de comunicación deben ser responsables, protagonistas de la verdad y promotores de la paz. Deben fomentar el informe preciso de los eventos, la explicación completa de los hechos de interés público y la presentación justa de diversos puntos de vista. El servicio que deben prestar al bien común gira en torno a la formación, la participación y el diálogo. La formación en el uso responsable y crítico de los medios ayuda a las personas a utilizarlos de manera inteligente y apropiada. La participación en los medios surge en que son un bien destinado a toda persona. Como servicio público, la comunicación social requiere de un espíritu de cooperación y co-responsabilidad con escrupulosa atención en el uso de los recursos públicos y en el desempeño de los cargos públicos. Los medios de comunicación deben aprovechar y ejercer las grandes oportunidades que les brindan la promoción del diálogo, el intercambio de conocimientos, la expresión de solidaridad y los vínculos de paz.

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