El párroco de Fátima se doctoró en Facultad de Teología de UCA

Antonio Grande obtuvo la calificación máxima “summa cum laude” (10). Durante 5 años investigó “La recepción de Evangelii Nuntiandi en algunos documentos y autores de la Iglesia en la Argentina (1974-1994). Aportes a la comprensión teológica de la acción pastoral en la perspectiva de la nueva evangelización”.

Por Emilio Grande (h.)

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Por Emilio Grande (h.). – El jueves último el presbítero rafaelino Antonio Mario Grande se doctoró en la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica Argentina con la calificación máxima de “summa cum laude” (10). Hizo la presentación y defensa de la tesis doctoral “La recepción de Evangelii Nuntiandi (EN) en algunos documentos y autores de la Iglesia en la Argentina (1974-1994). Aportes a la comprensión teológica de la acción pastoral en la perspectiva de la nueva evangelización”. El acto se realizó en el aula magna de la citada Facultad de Teología – creada en 1915- ubicada en un centenario edificio, compartiendo el lugar con el seminario mayor en Concordia 4422 del barrio porteño de Villa Devoto (tiene una biblioteca con 60.000 volúmenes). El tribunal estuvo integrado por el Pbro. Dr. Carlos Galli -director de la tesis-, el RP Dr. Juan Carlos Scannone sj y el RP Dr. Luis Liberti svd (faltó con aviso el Pbro. Dr. Lucio Gera), siendo el moderador Fernando Gil (vice-decano de la facultad). Más allá de algunas críticas al contenido y preguntas efectuadas, destacaron el aporte investigativo por ser novedoso para la Iglesia, sugiriendo su publicación total o parcial. De nuestra ciudad salió una trafic con laicos de la parroquia de Fátima, el padre Alejandro Mugna (párroco de San Antonio y Santa Josefa-Rosello) y familiares (su padre Emilio y su hermano, firmante de esta crónica). También asistieron los obispos de Mar del Plata Juan Alberto Puiggari y el de Rafaela Carlos Franzini (participaron de la asamblea de la Conferencia Episcopal Argentina), los sacerdotes diocesanos Roberto Barón (está haciendo una especialización en Doctrina Social de la Iglesia en Buenos Aires), Neri Zbrun (está misionando en la diócesis Morón), entre otros. El proyecto de investigación había sido aprobado en 2004 y fue presentado en diciembre de 2009, incluyendo 461 páginas. Está dividido en cuatro partes y cuenta con 10 capítulos. En el acto de referencia, el sacerdote Grande habló unos 50 minutos. Lo iluminó en el camino de la investigación y de elaboración de la tesis la convocatoria que realizó Pablo VI: “Doctores, ya seáis teólogos o exegetas, o historiadores: la obra de la evangelización tiene necesidad de vuestra infatigable labor de investigación y también de vuestra atención y delicadeza en la transmisión de la verdad, a la que vuestros estudios os acercan, pero que siempre desborda el corazón del hombre porque es la verdad misma de Dios” (EN 78). El tema de la presente investigación es la actualidad inspiradora de Pablo VI en su exhortación apostólica EN de 1975 para la comprensión teológica de la acción pastoral. “Mi investigación se centró en la recepción argentina del texto papal realizada en algunos de los documentos episcopales y escritos de los teólogos y pastoralistas (L. Gera, Gerardo Farrell y J.C. Scannone), entre los años 1974-1994. Esta tarea de inculturación fue recreada a partir de los mensajes de Juan Pablo II para la nueva evangelización de América Latina desde 1983/1984, y me permitió ofrecer nuevos aportes a una comprensión teológica de la acción pastoral en perspectiva de nueva evangelización”, expresó. “Mi itinerario de reflexión se inició al observar una insatisfacción en la comprensión integradora que iluminase la manera de entender el acto y el proceso evangelizador que se venía desarrollando en nuestra realidad diocesana, y en lo que yo conocía de la Iglesia en la Argentina. Ese modo de evangelización, siendo positivo en algunos aspectos no terminaba de ser reflexionado y llevada a término desde una concepción abarcativa que ofreciera un sentido fundamentador, y que fuese capaz de ser renovado frente a los nuevos desafíos que presentaban las nuevas situaciones histórico-culturales. “El problema que motivó mi estudio puede formularse mediante la pregunta ¿qué aportes teológico-pastorales se fueron ofreciendo en la recepción argentina de Evangelii nuntiandi entre los años 1974-1994? Justifico la elección de este período de tiempo por dos razones. Una porque incluyo la realización del Sínodo sobre la Evangelización que preparó el proceso de la redacción de EN que Pablo VI entregó a la Iglesia en 1975, reconocida por diversos autores como «carta magna» sobre la evangelización, y que se constituyó en una fuente destacada de elaboración de una reflexión pastoral original por parte de varios documentos de los obispos y de escritos de diversos autores en la Argentina. Otra porque me permite acompañar el proceso de recepción situada del documento papal por parte del magisterio episcopal y los escritos de los autores hasta la redacción de las Líneas Pastorales para la Nueva Evangelización, en 1990, y su recepción teórica hasta 1994, en el año en que Juan Pablo II, en la Carta apostólica Tertio millennio adveniente convocó a toda la Iglesia a preparar el Gran Jubileo 2000. “El objetivo que guió y alimentó renovadamente el camino de la investigación del tema fue profundizar la intuición de Pablo VI de abarcar de golpe todos los elementos esenciales que constituyen la acción evangelizadora (cf. EN 17), y que se desarrolla mediante un proceso complejo que no debe contraponerlos o excluirlos, sino integrarlos dinámicamente (cf. EN 24). Fui descubriendo progresivamente cómo dicha perspectiva abarcativa y movilizadora de la evangelización, simbolizada en esos dos números, fue confirmada y actualizada por Juan Pablo II con la convocatoria a la nueva evangelización en la década de los años ochenta. “El avance en la investigación me permitió descubrir la riqueza de la recepción creativa que fue realizando la reciente tradición magisterial y teológica argentina, formando parte del camino de la Iglesia en Latinoamérica. “La motivación básica de la tesis es el convencimiento de la importancia de la reflexión teológico-pastoral como sustento de la evangelización. El poder contribuir a actualizar la actitud pastoral de Jesús, quien al desembarcar «vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato» (Mc 6,34). Esa actitud y el servicio que genera, la había recogido previamente en la frase que elegí como inspiradora en la estampa de la ordenación presbiteral que recibí de monseñor Jorge Casaretto, el 14 de diciembre de 1979 en Rafaela, y que continúa alentando mi entrega renovada en el ministerio recibido: «Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación. El que crea y se bautice, se salvará. El que no crea, se condenará» (Mc 16,15-16). “Esta perspectiva fue enriquecida en la experiencia eclesial que me encomendó monseñor Héctor Romero de hacer la Licenciatura en el Instituto de Teología Pastoral en la Pontificia Universidad Lateranense, en Roma, durante el ciclo 1994-1996”.

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