¿El miedo está inundando a la sociedad?

Por Alicia Riberi.- Los valores son el sustento de cualquier sociedad que  pretenda subsistir. ¿Qué son los valores? Son los que facilitan la relación entre los seres humanos, mejoran la convivencia, facilitan el intercambio. Algunos son: el respeto, la solidaridad, la tolerancia, la justicia, el diálogo, la paz, el amor….

Intentemos hacer un análisis de estos valores: el respeto se ha perdido como consecuencia de pensar que todos debemos tener un pensamiento único, no aceptamos el disenso.

La solidaridad, que es preocuparnos por lo que le pasa al otro, por ejemplo un jubilado que cobra la mínima o una persona sin trabajo, si come no compra remedios, no paga servicios, no puede realizar paseos cortos que impliquen costos, es decir tiene truncados sus derechos.

La tolerancia, que es aceptar que otros piensen diferente, aunque no sea lo que yo pienso. No toleramos a los ancianos muchas veces porque sus tiempos son otros y estamos apurados y no los escuchamos porque pensamos que lo que dicen son pavadas y tal vez nos están dando una cátedra sencilla de cómo hacer para vivir mejor y sin tantos tropiezos.

La justicia que es tan importante para que una sociedad marche como debe, muchas veces se encuentra presionada por el color político que está de turno y no nos damos cuenta que lo que orienta la justicia no tiene que ser una ideología sino la verdad, sin importar nada más. La justicia, entre otras acepciones, es un conjunto de valores esenciales sobre los cuales debe basarse una sociedad y el Estado. Estos valores son el respeto, la equidad, la igualdad y la libertad.

El diálogo, que nos da la posibilidad de intercambiar pensamientos, ideas, sentimientos, se ha tornado muchas veces monólogos,  porque si se dice lo que se piensa se condena a la persona, se la etiqueta y muchas veces se la ignora. El diálogo no puede faltar en una sociedad democrática, sino hemos perdido la libertad que es un don de Dios, que merecemos todos.

La paz…si miramos a nuestro alrededor no tardamos en darnos cuenta que se ha perdido, por el odio, la discriminación, la difamación, el fanatismo. El fanático no piensa y no hay que tenerle miedo, porque evidentemente si es fanático no tiene la capacidad de discernir y muchas veces sigue masas que ni están de acuerdo entre ellos. Aparte es muy riesgoso sacrificar la paz, ya que para formar ciudadanos pacíficos hay que formarlos en valores  y predicar con el ejemplo.

El amor es un sentimiento que inunda todo lo que nos rodea de valores, porque el verdadero amor se preocupa por el otro, sea quien sea, el amor nos da la posibilidad de mirar a nuestro prójimo sin juzgarlo. Quien carece de este don es digno de lástima, porque se pierde la esencia de una vida que deja huellas. La huellas del amor la siguen muchos aunque no parezca, somos más, que lo que no lo sienten.

Los valores son los que deben inculcarse a los niños, a los hijos, nietos, porque si no lo hacemos, cuando nos toque partir, nos iremos incompletos, porque no nos jugamos por lo verdaderamente  importante, tuvimos miedo.

El miedo ha destruido mucho de esta sociedad, la gente que tiene miedo, muchas veces se priva de la verdad, se priva de dar ejemplos, se priva de dejar un legado. El miedo paraliza al que lo siente y cuando le llegue el fin no solo tendrá miedo sino terror, porque careció de algo fundamental para seguir a Dios, el ser valiente.

Finalmente rescato uno de tantos pasajes valiosos de la Biblia: Dichoso el que es absuelto de pecado y cuya culpa le ha sido borrada. Dichoso el hombre aquel a quien Dios no le nota culpa alguna y en cuyo espíritu no se  haya engaño. Salmo 32 (31) 1,2.

El miedo solo le quita valor a la vida, solo se le debe temer a Dios.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *