El impacto del papa Francisco en la Iglesia Argentina en Roma

Hay 20 sacerdotes de nuestro país, entre ellos Antonio Grande de Rafaela quien es el rector. Rechazan las acusaciones de relaciones con la dictadura y aseguran que «Francisco traerá en la Iglesia nuestro acercamiento solidario y evangelizador», destaca el diario romano La Repubblica.

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Durante el cónclave para elegir al sucesor de Benedicto XVI y especialmente con la designación del cardenal Jorge Bergoglio como papa Francisco, la Iglesia Argentina y el Colegio Sacerdotal Argentino en Roma -cuyo rector es el sacerdote rafaelino Antonio Grande- se han transformado en lugares de referencia para los periodistas y medios de distintas partes del mundo, por ejemplo italianos (RAI, La Repubblica, Avvenire, Telepace), americanos (CNN, EWTN), franceses, alemanes, entre otros, quienes buscan informaciones y opiniones sobre el ex-arzobispo de Buenos Aires. El 20 de marzo último un grupo de sacerdotes argentinos, entre ellos José María Arancedo (arzobispo de Santa Fe y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina) y el citado Grande, fue recibido por Francisco en una audiencia en el Vaticano (ver foto). A continuación se reproduce una crónica publicada por el colega Andrea Gualtieri titulado «Nella chiesa argentina a Roma, il Papa raccontato dai connazionali» (En la Iglesia argentina en Roma, el Papa contado por compatriotas) en el diario romano La Repubblica: «Hay un «modelo sudamericano», que Jorge Mario Bergoglio puede traer a un primer plano en el mundo católico. En Roma, en la Iglesia de Santa María Addolorata en Piazza Buenos Aires, la noche del miércoles tras el anuncio de la elección del Papa Francisco han destapado una botella de vino y brindaron con los fieles. Viven allí 20 sacerdotes de la Argentina, el primer domingo de cada mes la comunidad de inmigrantes se reúnen en oración y también la misa diaria es frecuentada por gente de todas partes de América del Sur. En estos días es todo un regocijo de apretones de manos y saludos. Del altar se pide a los fieles un poco de «compromiso», un empeño: «Todas las noches rezamos para que Dios bendiga al papa Francisco en su misión». «Una misión que partirá desde los puntos firmes de siempre de la actividad de Bergoglio. Rechazando las acusaciones ligadas a la contigüidad con la dictadura, los sacerdotes recuerdan en cambio que el arzobispo de Buenos Aires, el actual pontífice, «siempre ha ido a buscar a los enfermos y los pobres con espíritu misionero, llegando a un diálogo con las personas que están lejos de la fe». «Antonio Mario Grande, rector de Santa María Addolorata y enviado a Roma en 2011 del propio Bergoglio, entonces presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, cita las ocasiones de debatir con los judíos, los musulmanes y otras confesiones evangélicas: «A menudo discutir no es fácil, pero nos encontramos para orar y esto permitió luego mirarnos con más serenidad». «Con el advenimiento del papa Francisco, los sacerdotes argentinos esperan ver resaltar toda una visión eclesial más cercana a la impronta latinoamericana: «Cuando el pontífice habla de caminar juntos -dice Grande- es porque para nosotros es ahora consolidada la idea de los pastores que viven en el espíritu de servicio la guía del pueblo de Dios». «Lo describen como «un camino hacia la fraternidad dentro de la Iglesia»: «Pero es una cosa que nace de lejos, se evangeliza en las familias donde hay todavía apertura a la vida y donde los padres están comprometidos en la preparación de los sacramentos de los hijos. Y si en las familias madura el sentido de la comunidad, es espontáneo luego llevarlo en el mundo eclesial y en la sociedad». «Según el rector argentino, se trata de un acercamiento «más solidario»: «En Europa tenemos necesidad de reforzar estos vínculos de participación como hijos de Dios, las familias cristianas y comunidades religiosas en la vida de la sociedad. El Papa -dice el padre Grande- puede llevar precisamente este espíritu». Una solidaridad, sin embargo, que no alcanza en América del Sur para contrarrestar las desigualdades: «Es un escándalo sobre el cual la Iglesia continúa luchando y, en esto, el Papa Francisco puede llevar la experiencia de una predicación dirigida a los ricos para decirles a ellos: bienestar no es suficiente, poder crecer humanamente sólo si abre el corazón a los pobres». «También en tema de la nueva evangelización, el clero sudamericano cree que tiene una contribución que aportar: «Para nosotros se habla de ello desde 1983, cuando Juan Pablo II lanzó el tema para preparar los 500 años de la primera predicación. Me parece -dice el rector Grande- que en Europa la nueva evangelización no ha estado todavía bien comprendida: frente a grandes desafíos y cambios culturales la Iglesia retorna a sus orígenes para reflexionar sobre cómo dialogar con los diferentes modelos culturales. En este sentido, necesita saber escuchar al Señor y a los hombres. Y luego, sobre la base de esta actitud, necesita también saber usar los nuevos medios de diálogo. Para nosotros, este camino fue iniciado hace treinta años, aquí me parece que está despertando ahora».

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