El diario del lunes

Por Adán Costa.- En la provincia de Santa Fe, si bien el análisis matemático no necesariamente agota el análisis político, hay que saber que de los 2.776.140 empadronados para votar, 997.189 no fueron a votar y 176.027 votaron blanco o nulo. Es decir, el 42 % del padrón no valorizó positivamente ninguna oferta electoral en juego, pese a que hubieron 23 listas y varios frentes políticos. En Córdoba, cuya dimensión poblacional es equivalente a Santa Fe, son similares los valores de ausentismo electoral y voto blanco.

La más votada en el Frente que ganó, apenas supera al voto en blanco (Carolina Losada, conductora televisiva de medios nacionales nacida en Rosario, que hizo campaña corta de tres semanas, apelando al eslogan “dejar atrás al kirchnerismo”, obtuvo 203.179 votos). Una lectura provisional posible, que vale tanto para Santa Fe, pero también para la Argentina, es la que se repite bastante, que ganan las oposiciones a los gobiernos en pandemia. Otra, que ganan los conocidos (los periodistas y famosos predominan), la política es espectáculo desde hace ya bastante tiempo. Otra, el efecto arrastre de negatividad de más de diez años que tiene el “kirchnerismo” no como idea política, sino como estigma (“chora”, “yegua”, “vacunados vip”, “cumpleaños de Fabiola”); sobre si mismo. Otra, las elecciones parlamentarias operan en el imaginario diferente que las ejecutivas. Otra, que no se está ganando la batalla ni contra la inflación, ni muchísimo menos, la que modifique o limite la estructura del poder de la economía concentrada.

O sea la idea que la economía, primero, es política, y después, una ciencia. En la suma de todos esos y otros factores están algunas claves de lectura de los resultados de ayer. Al interior del Frente de Todos, en Santa Fe, el candidato Lewandowsky, periodista deportivo rosarino, duplicó al voto en blanco, pero perdió en la sumatoria del Frente Juntos por el Cambio. Pero si se repiten las variables, en el peor de los escenarios, ya entraría al Senado Nacional, como tercer senador de la primer minoría. Habrá que ver qué hace el gobernador Perotti, ahora ya como jefe del Frente de Todos, para ganar la segunda senadora, paradójicamente, Marilin Sacnum, actual senadora, de extrema confianza de Cristina.

O economiza esfuerzos (su otro candidato, Roberto Mirabella, en Diputados ya está prácticamente adentro como cabeza de lista de los nueve diputados nacionales que se renovarán) o enciende el kirchnerismo contra viento y marea, para mantener los dos senadores que renueva el Frente de Todos. Losada y Scarpín (justamente el dirigente local que se alzó frente a la pretensión de nacionalizar la aceitera Vicentín para procurar regular el agronegocio), largan a la cabeza para el 14 de noviembre. Anoche cuando Alberto dijo, ante la clara derrota en las PASO con todos los datos nacionalizados, vamos a escuchar el resultado. ¿Qué significa? ¿O se levantan a fondo las banderas del kirchnerismo a matar o morir, ó, en la salida de la pandemia, se modera el discurso y se escuchan los planteos que hace “Cambiemos” a la sociedad de menos estado, menos indemnizaciones ante despidos, menos impuestos? Lo que sí es cierto, más allá de resultados que festejen en su legitimidad los Milei y sus trampas, los Manes, las Losadas, Los Luis Juez, tanto en los centros de campaña, en las primeras figuras nacionales, las que ganaron como las que perdieron, los rostros fueron todos opacos. Las caras de incomodidad de Macri, Alberto y también de Cristina, no mienten. Entonces ¿quiénes ganaron de verdad? Nunca se transforma la realidad si no se abraza la verdad que nos traen los hechos.

El autor es abogado santafesino y docente. Fuente: http://paginanorte.com.ar/

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