El Consejo de la Magistratura en manos del oficialismo

Se trata del editorial del programa “Sábado 100” por radio Horizonte (FM 99,5) de Rafaela, que conduce Emilio Grande (h.).

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La reforma al Consejo de la Magistratura que se aprobó hace unos días en la Cámara de Diputados es un duro golpe contra la salud institucional de la Argentina al avanzar sobre la independencia del Poder Judicial. Al mismo tiempo, constituye una preocupante tendencia hegemónica del gobierno nacional que parece no tener límites ni escrúpulos para acumular poder a cualquier precio. Según el artículo 114 de la Constitución Nacional reformada en Santa Fe, el Consejo estará integrado periódicamente de modo que se procure el equilibrio entre la representación de los órganos políticos resultantes de la elección popular, de los jueces de todas las instancias y de los abogados de la matrícula federal. Será integrado por otras personas del ámbito académico y científico, en el número y la forma que indique la ley. Así la ley 24.937 establecía en 20 el número de miembros del Consejo, ahora será reducido a 13. Con esta reforma se achicó la participación de los abogados, jueces, académicos y la segunda minoría. Lo llamativo es que se mantiene el número de la primera minoría en 4 miembros y el representante del Ejecutivo. A decir verdad, se destruye lisa y llanamente el equilibrio que propició el espíritu de la reforma del 1994. Así los integrantes del poder político de turno van a poder designar a los jueces que quieran, juzgar a los magistrados que deseen y bloquear el juzgamiento los jueces que no quieran juzgar. En este contexto, Kirchner está borrando con el codo lo que en su momento escribió con la mano cuando propició la renovación de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, buscando una mayor independencia de los ministros. Casi todo el arco opositor de la política, colegios de abogados y magistrados del país, inclusive ONG del exterior como “Human Rights Watch” de Washington se manifestaron contrarios a esta modificación del Consejo de la Magistratura, órgano encargado de la designación y remoción de jueces. El presidente Kirchner insiste una y otra vez con diferenciarse de la vieja política, pero termina utilizando las mismas metodologías de los últimos años. Criticó el Pacto de Olivos de 1994 sellado por el entonces presidente Menem y su antecesor Alfonsín, sin embargo el propio Kirchner, su esposa Cristina Fernández -autora de esta reforma- y Carlos Zanini -secretario legal y técnico- fueron convencionales constituyentes en 1994 cuando aprobaron el Pacto de Olivos, del que surgió la reforma de la Constitución. Además de los 112 diputados kirncheristas apoyaron este polémico proyecto 37 legisladores no oficialistas como los 19 duhaldistas, entre ellos Atanasof, Barrionuevo, Camaño, 5 radicales, y de otros partidos inclusive el lamentable Borocotó, quien se alejó del PRO al ser tentado por Kirchner. Esta cuestionable modificación al Consejo de la Magistratura afectará al Poder Judicial, piedra angular encargada de garantizar la vigencia del Estado de Derecho. ¿Podrá ser declarada anticonstitucional?

Emilio Grande (h.)

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