El 25 de Mayo con un país dividido

Se trata del editorial del programa “Sábado 100” por radio Mitre Rafaela (FM 91,9), que conduce Emilio Grande (h.). Hay que volver al espíritu de los hombres de Mayo: vocación de libertad, el sentido de responsabilidad y la lección de no idealizar el pasado.

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Frente a la conmemoración del 25 de Mayo de 1810, la coyuntura actual de la Argentina la encuentra en una división con consecuencias impredecibles, estando previsto dos actos: la presidente Cristina Kirchner en Salta rompiendo con la tradición de celebrar el Tedeum en la Catedral de Buenos Aires y las cuatro entidades del agro en Rosario, en el marco del enfrentamiento que ya lleva más de dos meses. El director del Servicio de Pastoral Universitaria, presbítero Guillermo Marcó, atribuyó la “huida” del matrimonio presidencial, que ya trasladó la acción de gracias a Dios por la patria a otras provincias, al “desagrado” del oficialismo por las homilías del arzobispo Jorge Bergoglio. Si buceamos en la historia de hace casi dos siglos, el hecho que desencadenó la revolución de mayo y aglutinó a todos los actores fue el triunfo final de la invasión napoleónica a España. El 20 de mayo de 1810 Cornelio Saavedra y Mariano Moreno solicitaron un cabildo abierto que se realizó dos días más tarde. Los ilustres hombres de mayo discutieron firmemente porque querían un gobierno patrio que representara a todos. Los miembros de la Junta eran liberales y por el momento no podían mostrar sus intenciones independentistas y de cambio social. Mayo supuso un importante perjuicio económico para las provincias y por eso no lo vivieron con el mismo entusiasmo que los porteños. El 25 de Mayo fue el puntapié inicial de la incipiente nación, luego vinieron la creación de la bandera patria, la asamblea de 1813 con importantes reformas sociales, el Himno nacional y el escudo hasta el 9 de Julio de 1816 donde se declaró la independencia en Tucumán. A decir verdad, los ideales de Mayo todavía están lejos de convertirse en realidad tangible, recordando aquellos revolucionarios de hace casi dos siglos decidieron romper con las cadenas que lo unían al imperio español de aquella época. Una materia pendiente es mejorar una distribución equitativa de las riquezas ya que genera consecuencias de desigualdad entre los más ricos y más pobres de la Argentina. Después de que la presidenta Kirchner, anunciara una reducción del nivel de pobreza, representantes de la Iglesia pusieron en duda los datos INDEC, basándose en conclusiones del Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina (UCA).
Según el responsable de la Pastoral Social Jorge Casaretto, está aumentando el número de personas que acuden a Caritas para solicitar alimentos. “Estamos notando un preocupante aumento de la pobreza”, declaró ex obispo de Rafaela, que puso en duda el sistema de medición oficial sobre la realidad socioeconómica, en un escenario inflacionario que golpea más a los sectores de escasos ingresos familiares. Hay que volver al espíritu de los hombres de Mayo: vocación de libertad, el sentido de responsabilidad y la lección de no idealizar el pasado son las enseñanzas. Estamos a dos años del bicentenario y ya podemos atenuar el impacto social de las contradicciones.

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