El 10% de las exportaciones del país son de las PYMEs

Este dato lo brindó Miguel Alloatti (presidente del departamento PYMI de la UIA) en Córdoba en una mesa compartida con el funcionario nacional Matías Kulfas, siendo moderador José Luis Basso. El objetivo es llegar al 20% de las exportaciones del sector. Se está analizando la creación de una cosechadora en la provincia de Santa Fe con componentes locales.

Por Emilio Grande (h.)

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Una de las mesas redondas de la 12ª Conferencia Industrial Argentina fue sobre “La pequeña y mediana industria como pilar del desarrollo. Agenda de política PYME”, en la que disertaron Miguel Alloatti (presidente del departamento PYMI de la UIA) y Matías Kulfas (subsecretario de la Pequeña y Mediana Empresa y Desarrollo Regional de la Nación), actuando como moderador el rafaelino José Luis Basso (vicepresidente de PYMI de la UIA). Están participando de esta reunión anual más de 200 empresarios de distintos lugares del país en el Hotel Sheraton de esta capital mediterránea, que empezó anteayer y culminará hoy. De nuestra ciudad también están Ricardo Fragueyro de Edival y Osvaldo Audagna por la Comisión de Industria del Centro Comercial e Industrial de Rafaela. Cada departamento de la UIA (Unión Industrial Argentina) presenta los distintos enfoques con diagnósticos, objetivos y acciones a seguir, cuando años atrás se invitaban a expertos. En la presentación, Basso destacó el lugar que ocupa en la UIA al ser del interior. Citó que el 99% de las empresas son PYMEs y el 80% son pequeñas “en un camino de crecimiento y progresos que hemos hecho, sin olvidar que estas empresas tienen el toque final de sus dueños”. A su turno, Alloatti señaló que los problemas del sector son que su propietario tiene que estar en el día a día como un especie de gerente, no cuenta con recursos económicos, no tiene poder de negociación, relativo peso en las organizaciones gremiales, pero se saben adaptar a los cambios y representan el 10% de las exportaciones. Mencionó que hay cinco ejes para analizar: internacionalización, energía e infraestructura, capacitación, inversión y financiamiento, y marco jurídico, laboral e impositivo. Se comparó la participación de los préstamos al sector privado no financiero en relación al PBI: Argentina tiene el 10%, Brasil el 28%, Chile el 60% y España el 108%. En este contexto, la Argentina tiene un escaso presupuesto (2,7%) para los mecanismos de apoyo a la exportación, mientras que Chile es del 20%, Australia el 237,5%, Nueva Zelanda el 25%, Irlanda el 251%, entre otros. En cuanto al marco legal hay un divorcio con las PYMEs con una tendencia a la informalidad (está en baja), imprevisibilidad de la continuidad de la empresa y elevados costos de formalización. Respecto a la capacitación hay una demanda laboral insatisfecha, falta de formación acorde a los requerimientos del sector industrial y reducción de la oferta de mano de obra calificada. Actualmente, la estructura empresarial del país está constituída de la siguiente manera: el 0,5% grandes empresas, el 15,4% PYMEs, el 84,1% microempresas y el resto se denomina espacio “informal”. En otro momento, puso énfasis en los objetivos a mediano plazo: duplicar la cantidad actual de PYMEs (hoy son unas 100.000), llegar al 20% de las exportaciones, recuperar el valor social del empresariado, adaptar la legislación a sus realidades con créditos a tasas accesibles, contar con un nuevo sistema impositivo para las PYMEs, menor informalidad y más y mejores industrias.

Visión gubernamental

Por su parte, el funcionario Kulfas brindó una visión más optimista del sector, destacando el fuerte crecimiento de la economía y con resultados a la vida. Por ejemplo, el promedio de nuevas empresas en 2005 fue del 12,1% frente a un 5,6% del 2002 en medio de la crisis política, económica y social que atravesó el país. La mayoría de las empresas que se crearon fueron PYMEs en este tiempo, sobresaliendo las áreas de software con un 11%, fabricación de máquinas de oficina el 10,8%, cuero el 7,5%, indumentaria el 7,2%, investigación y desarrollo experimental el 7%, instrumentos médicos el 6,5%, por citar algunos. En este momento, hay unas 6.000 PYMEs que exportan y otro número similar que siguen ese camino. En este primer semestre de 2006 los rubros fueron: vinos el 44%, plásticos el 30%, frutas secas el 29%, cuyos destinos más importantes fueron: Asia, Pacífico el 35%, resto de ALADI (Asociación Latinoamericana de Integración) el 33%, Mercosur más Chile el 21%, NAFTA el 15% y Unión Europea el 6%. Admitió que hay organismos que trabajan en forma descoordinada, que el presupuesto de comercio exterior no es bajo pero está disperso, y que hay que apuntar a la descentralización de las políticas para poder llegar a las diferentes realidades del país con más articulación. También mencionó que hay unas 2.200 microempresas en el país con poco personal calificado, dando trabajo a unas 35.000 personas en los rubros textil, alimentos, metalmecánica, software, entre otros. Entre los desafíos se está analizando la creación de maquinaria agrícola, especialmente una cosechadora en la provincia de Santa Fe con componentes locales y, además, puso énfasis en la inclusión social en la Argentina. No hay que olvidar que actualmente hay casi 11 millones de argentinos desocupados, según el último del INDEC, y con un 47% de la población económicamente activa con estudios obligatorios incompletos. Finalmente, Basso efectuó un balance mencionando que hay que recuperar las PYMEs en la formalidad y el trabajo genuino, mejorar el marco jurídico, la reinversión de ganancias, aumentar las exportaciones y seguir en actividades como el observatorio del que participan la UIA, Techint y Universidad de Bolonia.

Emilio Grande (h.)

Esta crónica se publicó en diario La Opinión de Rafaela.

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