Desafíos de la universidad en el siglo XXI

Se trata de un seminario realizado para la especialización en enseñanza de la educación superior en la UCSE DAR. Se hace hincapié en dos aspectos: investigación y extensión.

Por Emilio Grande (h.)

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Universidad Católica de Cuyo

Especialización en Enseñanza de la Educación Superior

Seminario 2: trabajo final

Tema: Desafíos de la universidad en el siglo XXI

Alumno: Emilio Grande (UCSE Rafaela)

Profesora: Ana María Corti

Año: 2006 Introducción

En este trabajo final del seminario 2 se buscará describir teóricamente la situación con relación a las funciones sobre el tema abordado en el pre-presencial “Desafíos de la universidad en el siglo XXI”, específicamente sobre “Investigación y extensión”. Uno de los aspectos a analizar son las ventajas de un proceso de departamentalización en reemplazo de la organización universitaria por escuelas o facultades, con un enfoque en general para luego analizar la realidad de la Universidad Católica de Santiago del Estero Departamento Académico Rafaela. También se tratará la importancia de la inversión de recursos en la formación académica real, en la creciente valoración del trabajo de la docencia e investigación, que lamentablemente Argentina tiene problemas serios de financiamiento con salarios magros y la falta de una política universitaria en investigación. Para contextualizar esta realidad, se abordará el sistema de educación superior norteamericano que tiene tres objetivos básicos: educación, investigación y servicio público o comunitario. Entre las tensiones más comunes en la universidad a lo largo de la historia aparece marcadamente la que se produce entre docencia e investigación, que en todo caso deberían complementarse. Debiera ser un tema de debate universitario en las universidades del país y de la sociedad en su conjunto. Por este motivo, uno de los desafíos de la universidad es reinsertar a la universidad como el mejor espacio para la producción de conocimiento, investigación y ciencia de nuestra sociedad.

Planteo del tema

“Una universidad organizada por departamentos es aquella cuya unidad básica de funcionamiento es el departamento, entendiendo por este una comunidad de profesores-investigadores, relativamente autónoma y responsable de la docencia y la investigación en un campo determinado del conocimiento (disciplina)”, afirma Ana María Corti. En contraposición a este modelo está la organización universitaria por escuelas o facultades. Una de sus características es que frecuentemente sucede que profesores no especialistas imparten los cursos, ya que los profesores suelen ser graduados de la carrera y no especialistas disciplinares. ¿Cuáles son las principales diferencias entre estos dos tipos de organización universitaria? · El enfoque: los departamentos están dirigidos a la investigación y a la interdisciplina; las escuelas a la enseñanza y a la profesionalización. · Organización de los profesores: en los departamentos se encuentran en comunidades por disciplinas; en la organización por escuelas no.
Además, el proceso de departamentalización propicia una reforma administrativa al reorganizar la docencia y la enseñanza en una forma más expedita y ayuda a elevar los rendimientos de maestros y alumnos. Permite a la universidad reagrupar las disciplinas por actividades, evita la duplicidad de cursos con contenidos iguales, facilita el desarrollo de la investigación y la creación de nuevas especialidades. Al alumno le representa un nivel académico más elevado y atención más personal, y al docente le permite participar en los cursos que estén de acuerdo con su especialidad, ofrece mayores oportunidades de investigación y mayor cooperación con otros docentes de la misma especialidad. La citada especialista sostiene que los cambios se tienen que producir en dos niveles: · Académicos: mayor investigación que enseñanza y exige una organización en los distintos niveles de avance. · Administrativos: la reorganización de los docentes, la organización del sistema de créditos, el módulo de horarios y la adecuación o construcción de las instalaciones. ¿Cómo está organizada la Universidad Católica de Santiago del Estero (UCSE) Departamento Académico Rafaela (DAR)? La universidad lleva el nombre institucional de departamento, pero en realidad es una extensión o una subsede de la casa central que está ubicada en la capital santiagueña. Las distintas carreras que cuenta el DAR están agrupadas en cuatro áreas que pueden compararse con esta mentada departamentalización, a saber: · Ciencias Económicas agrupa las carreras de Contador Público, licenciatura en Administración de Empresas, licenciatura en Turismo, tecnicatura en Administración de Empresas Hoteleras y tecnicatura en Administración de Agencias de Turismo. · Ciencias de la Educación incluye licenciatura en Comunicación Social (tecnicaturas de Periodismo y Diseño Gráfico), licenciatura en Psicología, licenciatura en Educación Superior, licenciatura en Educación Especial y licenciatura en Gestión de Entidades Educativas. · Ciencias Jurídicas y Sociales comprende a Abogacía, Procuración y Escribanía. · Matemática Aplicada a tecnicatura en Computación, Analista de Sistema, Ingeniería en Computación y licenciatura en Matemática Aplicada. En cuanto a la composición de docentes hay que decir que es heterogénea por la variedad de carreras y en formación por los pocos años que lleva esta casa de estudios, creada en 1997. Sin conocer en profundidad a todas las carreras, son varios los casos en que los docentes a cargo no son especialistas de las cátedras. Lo más grave es que algunos profesores no tienen título de grado en la licenciatura de Comunicación Social (les falta la tesina o acreditan un título terciario), donde tengo a cargo dos cátedras (Periodismo compartida y Periodismo Radiofónico solo); hay casos en que tampoco presentan el programa de la materia a desarrollar. Respecto al proceso de departamentalización propiamente dicho, el director de la UCSE DAR, Jorge Ghiano, señaló que “ese debate no está instalado por el momento en la universidad”, ante la consulta específica de este alumno, sin descartar que más adelante pueda darse esta discusión y luego implementarse. ¿Qué se está haciendo en investigación en la UCSE DAR? A decir verdad, el área de investigación está en “pañales”, ya que se encuentra en formación y la propuesta está sujeta al presupuesto a destinarse en la misma. Por el momento se realizaron cursos de capacitación para docentes de la universidad sobre metodología de la investigación y se aprobaron algunos proyectos después de efectuarse una convocatoria abierta a docentes y alumnos becarios. En lo específico de Comunicación Social desconozco que uno de los objetivos del área sea la investigación. No obstante, puede ser que algunos docentes por su cuenta fomenten la investigación. Por ejemplo, en la cátedra anual de Periodismo Radiofónico -que tengo a cargo- se llevó a cabo un trabajo de campo en el año 2004, para conocer la realidad de los medios radiales de Rafaela. Para ello, se tomaron al azar ocho emisoras (1 AM y 7 FM). Los puntos analizados fueron: funcionamiento y estructura de la radio, cuáles son sus objetivos, a qué audiencia apuntan desde el momento en que su emisión está al aire, con qué perfil, formato y programaciones, qué servicios brinda como medio a la comunidad, el financiamiento, si se propicia el sentido crítico a la gente, cómo trabajan los periodistas dentro de estos medios en cuanto a la libertad de expresión y llegado el caso de una situación límite si se opta por un criterio “mercantilista” o el servicio a la comunidad. Al final se trazaron las principales conclusiones de esta investigación pocas veces realizadas en la ciudad. ¿Cómo trabaja el área de extensión de la UCSE DAR? Por su parte, el área de extensión de la universidad tiene un desarrollo más amplio y heterogéneo. En los últimos años se realizaron cursos, jornadas y conferencias destinados a la comunidad educativa y al público en general. Además, se hacen actividades extracurriculares como la enseñanza de idiomas, teatro y deportes, como así también en la pastoral universitaria. Por otro lado, se firmaron convenios marco de cooperación con entidades públicas y privadas de la ciudad. Luego continúan con los acuerdos específicos, siendo uno de ellos el estudio de mercado de 2005 para instalar una sucursal en Rafaela de la Asociación Mutual del Personal de Sancor. Además, se brindan servicios de reparación de PC a la ex Escuela Nacional (actualmente EEM Nº 428 “Luisa Raimondi de Barreiro”). En el plano de la comunicación se efectúan acciones internas y externas a la universidad a través de correos electrónicos, afiches, avisos publicitarios y comunicados de prensa en los medios de comunicación social. Además, la difusión de la oferta educativa con visitas en más de 50 escuelas de la ciudad y de la región que finaliza con la “expo universidad”, como así también alumnos de escuelas medias asisten a clases en las distintas carreras universitarias.

Formación académica

Asimismo, Alfredo Furlán plantea que “la refuncionalización que se pretende debería contar con 30 años de inversión en formación académica real, en la creciente valoración del trabajo de la docencia e investigación, en una lenta pero firme devolución de las universidades a representantes del mundo académico sin aspiraciones políticas, a la preparación de equipos de apoyo administrativo comprometidos con la función sustantiva de las instituciones”. Precisamente, la realidad en la Argentina ocurre lo contrario con docentes que cobran salarios que están por debajo de la línea de la pobreza (la canasta estimada del INDEC es de unos 850 pesos) y entonces tienen que tener muchas horas o complementar con otro trabajo no educativo. A título de ejemplo, para el 99% de los docentes de la UCSE DAR constituye un ingreso secundario porque son remuneraciones bajas (9 pesos la hora cátedra) y muchos se dedican a la profesión liberal (abogados, contadores, entre otros) u otras actividades.
A pesar de que hay intentos aislados en el país, no se observa que haya incentivos para la investigación como “política universitaria”, ya sea desde el Estado como en los sectores privados. En este sentido, es una deuda pendiente de la universidad pública y privada tanto para mejorar los sueldos como incentivar la investigación. En esta misma línea de pensamiento, Cinda remarca que “los gobiernos deberán tener en cuenta que sin educación superior basada en la investigación no hay desarrollo. El aumento de la productividad y la competitividad de los países requiere la capacidad de incorporar ciencia y tecnología en los procesos productivos”. Por este motivo, las instituciones de educación superior deben convertirse en referentes de cambios que implican la apertura de un diálogo permanente con otros sectores de la sociedad, una conducta innovadora y flexible, vocación de servicio, respeto por los valores trascendentes y un fuerte compromiso con el destino de sus naciones. “La calidad de la docencia se construye en la concepción, diseño y desarrollo de las curricula, ámbito en el que deberá sustituirse una concepción lineal por una formación integrada”, agrega Cinda. El conocimiento y el uso de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones generan un desarrollo interactivo que modifica los insumos, procesos y productos del sistema de la educación superior. Esta interacción dinámica ejerce una acción transformadora especialmente en la enseñanza, el aprendizaje, la investigación, la extensión y la educación permanente. Por ello, urge organizar sistemáticamente sus funciones para cumplir con el principio de educación permanente y para atender la capacitación de trabajadores, egresados y sus cuadros docentes mediante planes de enseñanza formal y no formal. En este plano, uno de los objetivos de las universidades es capacitar pedagógicamente a los docentes de la región y en general promover su superación profesional, científica y pedagógica. Además, que los investigadores asuman una posición de avanzada en la promoción y realización de investigaciones, como también la necesidad de que las instituciones establezcan y concreten políticas explícitas en este campo. Otro aspecto a tener en cuenta es la calidad de la enseñanza y la investigación de la educación superior y así garantizar la permanencia, el arraigo y la reproducción de nuestra capacidad intelectual.

Sistema norteamericano

Para contextualizar esta realidad, Alexander Astin analiza el sistema de educación superior norteamericano que tiene tres objetivos básicos: educación, investigación y servicio público o comunitario. “Cuántos más recursos tenemos más excelente es nuestra institución. Los recursos que se necesitan para lograr la excelencia son: dinero, profesores de alta calidad y estudiantes de alta calidad”, opina. Al mismo tiempo, los educadores están confrontados con las decisiones que pueden afectar el proceso de desarrollo del talento: cómo asignar los recursos, qué enseñar, cómo enseñarlo, cómo orientar a los estudiantes, cómo encargarse de la diversidad de los asuntos de los estudiantes, cómo testear y evaluar el rendimiento de los estudiantes, entre otros aspectos a tener en cuenta. Entonces, la principal tarea de la educación superior es la educación. La evaluación se transforma en un excelente dispositivo para ayudarnos a comprender con cuánta efectividad estamos llevando a cabo esta misión. La evaluación es un instrumento potencialmente poderoso que nos asiste en la construcción de un programa educacional más eficiente y efectivo. En tanto, Furlán -en uno de sus aportes al tema- hace un repaso de las 20 tensiones más comunes en la universidad a lo largo de la historia. Entre ellas, sostiene que “una tensión reciente es la que se produce entre docencia e investigación. Durante mucho tiempo no había una diferencia sustancial entre la producción de saberes y la enseñanza de los mismos. La autoridad de los profesores era avalada por su propia producción de saberes. No en todos los casos pero sí con mucha frecuencia. Se ha vuelto tan compleja, tan pesada la tarea de la docencia por un lado y por otro lado tan compleja y tan especializada la tarea de la investigación que tienden a separarse los dos roles a partir de lo cual empieza una moderna tensión de identidades”. Otra tensión que menciona este autor es que la universidad actúe como una empresa de gestión de capacidades o de competencias, el carácter de empresa también le abre la posibilidad de funcionar diversificando sus ramos. Esto equivale a sostener que existe una tensión entre una universidad que produzca enseñanzas y conocimientos o una universidad que compita en todos los mercados en los que esté en condiciones de penetrar. En este sentido, hay que reinsertar a la universidad como uno de los mejores espacios de producción de conocimiento, investigación y ciencia de nuestra sociedad, para que las ideas y las acciones vuelvan a vincularse en forma estrecha y creativamente entre la universidad y la comunidad.

A manera de cierre

Una de las conclusiones a destacar es la importancia de avanzar en un proceso de departamentalización por las ventajas que ofrece sobre el modelo de organización por escuelas o facultades. Entre ellas hay que señalar que los departamentos están dirigidos a la investigación y a la interdisciplina y la organización de los profesores se encuentran en comunidades por disciplinas. En rigor a la verdad, la UCSE DAR tiene cuatro áreas definidas como Ciencias Económicas, Ciencias Jurídicas y Sociales, Ciencias de la Educación y Matemática Aplicada, pero todavía no está instalado el debate sobre el cambio de la organización por escuelas a departamentos. Varios autores analizados en este trabajo final insisten en la importancia de la investigación. Uno de ellos -Cinda- hace hincapié en que los gobiernos deberán tener en cuenta que sin educación superior basada en la investigación no hay desarrollo. El aumento de la productividad y la competitividad de los países requiere la capacidad de incorporar ciencia y tecnología en los procesos productivos Al respecto, el sistema de educación superior norteamericano tiene tres objetivos básicos: educación, investigación y servicio público o comunitario. Más allá de que las comparaciones pueden resultar un tanto “odiosas”, la Argentina se encuentra lejos de esas metas, que ciertamente se pueden alcanzar siempre y cuando haya una decisión política de Estado sobre el financiamiento de la educación, el aumento de los salarios a los docentes y apostar a la investigación tanto de la universidad pública como de la privada -una materia pendiente en la UCSE DAR-, más allá de los casos aislados que existen, pero no alcanzan para producir nuevos conocimientos y así constituirse en aportes concretos para los problemas sociales. En este sentido, la investigación debe ser uno de los ejes de un proyecto de país como lo afirma la UNESCO, como así también hay que reinsertar a la universidad como el mejor espacio de producción de conocimiento, investigación y ciencia de nuestra sociedad, para que las ideas y las acciones vuelvan a vincularse en forma estrecha y creativamente entre la universidad y la comunidad.

Bibliografía

  • Furlán, Alfredo, “La evolución probable de la gestión curricular en nuestras universidades”, Universidad Autónoma de México, Pág. 330-342, 1996.
  • Astin, Alexander, “La evaluación en la renovación y la reforma institucional”, en revista “Pensamiento universitario”, páginas 29-41.
  • Cinda, “Docencia universitaria en América Latina”, Introducción y capítulo 1, Chile, 1991.
  • Furlán, Alfredo, “Veinte tensiones de las instituciones universitarias”, 1997.
  • Corti, Ana María, “Consideraciones generales al momento de analizar la estructura departamental”.
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