Crisis institucional en el Banco Central

Se trata del editorial del programa “Sábado 100” por Mitre Rafaela (FM 91,9) que conduce Emilio Grande (h.). El Banco Central debe mantener su independencia, determinando políticas monetaria y cambiaria más allá del gobierno de turno, pero en el reino de los Kirchner nunca se sabe cuál será su próxima jugada política, estando en juego el bien común de la Argentina.

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El gobierno nacional crea enemigos donde no los hay y también crisis institucionales para tener protagonismo o vaya a saber qué ánimo paranoico con consecuencias graves y, al mismo tiempo, ser noticia en los principales diarios del mundo. Al igual que con el decreto de la recordada resolución 125 de marzo de 2008 que aumentaba la confiscación de la producción agropecuaria, la presidente Cristina comete otra vez el mismo error político: un decreto para crear un fondo del bicentenario de nada menos que 6.500 millones de dólares proveniente de las reservas del Banco Central. ¿Cuál era y son los destinos de ese monto que afecta la independencia del Banco Central de la República Argentina? ¿Cuál era la urgencia de retirar esos fondos y ni hablar de la necesidad? En un principio era para pagar deuda externa, después para utilizar fondos para la deuda pública y podríamos seguir. Como ocurrió con la mencionada resolución 125 se fue cambiando el sentido que en aquella oportunidad era para la construcción de hospitales. Para destacar la actitud del titular del Banco Central Martín Redrado en resistir hasta que pudo y le aconsejaron sus asesores letrados de presentar la renuncia para evitar la condena de la comisión bicameral que en la práctica ocurrió eso. Ya que estaba en el baile Redrado debió resistir hasta el final. En cambio, lo dubitativo y timorato del vicepresidente Julio Cobos determinó que con su voto resultó 2 a 1 un pedido de renuncia de la bicameral que aconsejó a Cristina de Kirchner, cuando en realidad lo que estaba en juego era si correspondía la forma en que había sido echado y no analizar la gestión de cinco años y cuatro meses. Decadente y preocupante la gestión del Gobierno en desconocer los caminos institucionales al no presentar el pedido de remoción del presidente del Banco Central en la citada comisión bicameral y en cambio optó otra vez por el autoritarismo de gobernar como si fuera el único poder establecido. Para bien de la salud de la República hubo jueces como en el caso de la jueza federal de primera instancia María José Sarmiento y luego la cámara de apelaciones en ponerle freno al poder del kirchnerismo, no respetando la división de poderes. Ahora el Gobierno designó a Mercedes Marcó del Pont como reemplazante de Redrado en el Central, que viene del riñón kirchnerista, con el objetivo de dotar de mayor flexibilidad para el uso de las reservas y la reforma de la carta orgánica, con lo cual empieza a socavar la autonomía del organismo bancario. El Banco Central debe mantener su independencia, determinando políticas monetaria y cambiaria más allá del gobierno de turno, claro está colaborando con el Gobierno pero fijando los límites de su autonomía. Pero en el reino de los Kirchner nunca se sabe cuál será su próxima jugada política, estando en juego el bien común de la Argentina.

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