Crisis en Santa Cruz y documento episcopal

Se trata del editorial del programa “Sábado 100” por radio Mitre Rafaela (FM 91,9), que conduce Emilio Grande (h.).

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La situación social tiende a agravarse en distintos lugares del país especialmente por los reclamos salariales. Uno de los lugares emblemáticos es Santa Cruz, la provincia del presidente Néstor Kichner. Las imágenes de televisión que mostraron al ex funcionario kirchnerista Daniel Varizat fueron patéticas, quien acosado por unos manifestantes los atropelló con su camioneta, quedando varios heridos de consideración. A veces las manifestaciones callejeras se tornan incontrolables como fue en este caso de rodear al auto de Varizat, pero en nada justifica la gravedad de llevar por delante sin importar la vida de los semejantes y actuando con total impunidad. Como ocurrió en otras oportunidades, hubo silencio oficial del gobierno nacional frente a esta situación que involucra a uno de sus laderos y parece que el tan temido atril presidencial quedó para otro momento. Con la intención de descomprimir la tensión social y política, el gobernador santacruceño Daniel Peralta anunció un aumento salarial del 22% para los empleados provinciales y fijó en 780 pesos el sueldo básico para los docentes. El incremento se solventará con fondos propios de la provincia, parte de los cuales está depositada en Suiza desde la época en que Kirchner era gobernador. Este anuncio fue después de la multitudinaria marcha que protagonizaron diferentes sectores gremiales y sociales, partidos opositores, siendo encabezada por el obispo Juan Carlos Romanín. Además, se reclama la independencia del Poder Judicial que actúa en connivencia del Ejecutivo desde los tiempos en que Kirchner era gobernador. En este contexto, la Comisión Permanente del Episcopado argentino emitió un documento con motivo de las elecciones, que es similar al pronunciado en el mes de abril último, condenando el clientelismo político y la dádiva. Sobre la situación social, dicen que “tiene sus profundas raíces en el individualismo y en el relativismo que distorsionan la concepción de la vida humana y de la convivencia”. Respecto a la política, marcaron “la necesidad urgente que todos los argentinos especialmente los cristianos descubramos nuestra vocación por el bien común y así nos convirtamos de habitantes en ciudadanos”. De la inclusión, los obispos señalan que “debemos priorizar medidas que garanticen y aceleren la inclusión de todos los ciudadanos. La pobreza y la inequidad –no obstante el crecimiento económico y los esfuerzos realizados- siguen siendo problemas fundamentales”. Frente a la fragmentación y enfrentamientos que se manifiestan en la impunidad, desencuentros y resentimientos, aconsejan la reconciliación entre los argentinos.

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