Corrupción y pobreza en la Argentina

Se trata del editorial del programa “Sábado 100” por Mitre Rafaela (FM 91,9) que conduce Emilio Grande (h.). Cuando hay hechos de corrupción en todos los niveles significa que se desvían fondos que tendrían que ir a planes sociales, educación y salud.

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Iluminadoras y proféticas fueron las palabras del Papa en el encuentro con las presidentas Cristina Fernández y Michelle Bachelet en el marco de la conmemoración del tratado de 1984, que evitó la guerra entre la Argentina y Chile por el Beagle. Pero Benedicto XVI fue un paso más allá del recuerdo histórico y expresó, en perfecto español, que “la consecución de la paz requiere también la lucha contra la pobreza y la corrupción” frente a un silencio sepulcral en la sala vaticana colmada por prelados y las delegaciones de ambos países. Y agregó Su Santidad: “Para que la causa de la paz se abra camino en la mente y el corazón de todos los hombres y, de modo especial, de aquellos que están llamados a servir a sus ciudadanos desde las más altas magistraturas de las naciones, es preciso que esté apoyada en firmes convicciones morales, en la serenidad de los ánimos, a veces tensos y polarizados, y en la búsqueda constante del bien común”. Después funcionarios del Gobierno se enojaron con este discurso porque creen que es una persecución de la Iglesia, sin olvidar que es responsabilidad de todos los ciudadanos combatir la corrupción y la pobreza, pero con mayor responsabilidad por parte del Estado nacional. ¿Quién puede negar los distintos casos de corrupción que envuelven a funcionarios del Gobierno, legisladores, gremialistas, empresarios, entre otros? Uno de los más resonantes de los últimos días fue la detención del sindicalista bancario Juan Zanola en la causa conocida como la mafia de los medicamentos, en la que también está involucrado Néstor Lorenzo, dueño de la droguería San Javier, quienes están acusados de ser jefes de una asociación ilícita, con una gravedad mayor porque está en juego la salud de los pacientes. Y Lorenzo estaría vinculado con el financiamiento de la campaña de Cristina en 2007. Lo tragicómico fueron las declaraciones de Hugo Moyano –líder de la CGT- quien salió al cruce de las investigaciones judiciales sobre su gremio de Camioneros por irregularidades en la provisión de medicamentos. Dijo que cuestionarlo a él es atacar al Gobierno. ¿Moyano representa a los trabajadores o en realidad es un alcahuete del Gobierno? Por algo Cristina lo llevó a Roma. En este contexto, según el reciente informe de Transparencia Internacional, Argentina ocupa el puesto Nº 106 sobre corrupción sobre 180 países, con lo cual la imagen mundial de nuestro país es desastrosa y así desalienta inversiones. Cuando hay hechos de corrupción en todos los niveles significa que se desvían fondos que tendrían que ir a planes sociales, educación y salud. Esperemos que la oposición que se unió ahora contra el kirchnerismo en la Cámara de Diputados no repita los mismos males y trabaje para el bien común de la sociedad divorciada de los políticos.

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