Conducir mal es un pecado

Se trata del editorial del programa radial “Sábado 100” por Mitre Rafaela (FM 91,9), que conduce Emilio Grande (h.).

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El grave problema del tránsito no se da en nuestro país sino se repite en otros lugares del mundo, totalizando anualmente 1,2 millones de muertos y 50 millones de heridos. Ante esta situación, el Vaticano propuso soluciones a través de orientaciones y así atenuar las transgresiones y negligencia de los conductores. Apuntan a cuatro virtudes cristianas como claves para la conducción: la caridad, la prudencia, armonía de actitudes y disposiciones de madurez de juicio y un hábito de autocontrol. El documento brinda un decálogo similar a los mandamientos bíblicos: no matarás; que la ruta sea para ti un instrumento de comunión entre las personas y no de daño mortal; que la cortesía, corrección y prudencia te ayuden a superar los imprevistos; sé caritativo y ayuda al prójimo en la necesidad, especialmente si es víctima de un accidente; que el auto no sea para ti expresión de poder y dominio, ni ocasión de pecado; convence con caridad a los jóvenes y a los que ya no lo son para que no se pongan al volante cuando no estén en condiciones de hacerlo; apoya a las familias de las víctimas de los accidentes; haz que se encuentre la víctima con el automovilista agresor en un momento oportuno para que puedan vivir la experiencia liberadora del perdón; en la ruta protege a la parte más débil; y siéntete tú mismo responsable de los demás. La exhortación vaticana encuentra campo fértil desde hace tiempo en nuestro país con índices alarmantes de muertes por accidentes de tránsito: durante los cinco primeros meses de este año fallecieron 3.159 personas, 629 por mes y 21 por día, según un informe de la Asociación Civil Luchemos por la Vida. En la última década el número de muertes superó las 80 mil. En el departamento Castellanos ya hubo 28 muertes por accidentes de tránsito en los primeros seis meses del año, superando al mismo período de 2006 que había tenido un saldo de 21 víctimas fatales, aumentando un 33% en un año. Las infracciones más comunes en nuestra ciudad son: exceso de velocidad, cruzar semáforos en rojo, conducir alcoholizado, no respetar al peatón en las esquinas. Al respecto, Roberto Vico de Control Público admitió en este programa radial que el área está desbordada. Sencillamente por la falta de personal: hay 44 agentes en la calle pero realizan cuatro turnos por día, es decir, hay una decena de agentes para controlar el tránsito, los ruidos molestos, el ensanche de la ruta 34, los delivery, los boliches, entre otros. Durante la campaña electoral el intendente Omar Perotti admitió este problema y prometió aumentar la cantidad de personal, comprar equipos modernos e intensificar controles y aplicar más sanciones, en caso de ser reelecto. Más allá de las promesas electorales y de las campañas de educación vial, se impone urgente más rigurosidad en el cumplimiento de las normas de tránsito –como tienen otros países- que redundará en mayor seguridad vial en la vía pública, porque lamentablemente somos “hijos del rigor”.

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