Cómo ser periodista en esta crisis coyuntural

Se trata del editorial del programa “Sábado 100” por radio Sol (FM 90,9) que conduce Emilio Grande (h.). ¿Cómo decir la verdad en una sociedad cuyos intereses económicos buscan desplazar a la dignidad de la persona? ¿Cómo decir la verdad cuando los valores son pisoteados por intereses políticos en medio de una cultura relativista? ¿Cómo decir la verdad cuando los sueldos de muchos periodistas no alcanzan para vivir dignamente y tienen que trabajar en más de un medio de comunicación?

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Por Emilio Grande (h.).- Este jueves 7 de junio se celebró el Día del Periodista en la Argentina, en recordación de la Gazeta de Buenos Ayres, fundada por Mariano Moreno, fecha instituida en un congreso de periodistas realizado en Córdoba en 1938. En aquel tiempo ni tampoco en el presente resulta sencillo ejercer esta profesión que es apasionante, porque demanda horas la búsqueda de información y el chequeo de las fuentes, para así interpretar los hechos de la realidad con criterios éticos. ¿Cómo decir la verdad en una sociedad cuyos intereses económicos buscan desplazar a la dignidad de la persona? ¿Cómo decir la verdad cuando los valores son pisoteados por intereses políticos en medio de una cultura relativista? ¿Cómo decir la verdad cuando los sueldos de muchos periodistas no alcanzan para vivir dignamente y tienen que trabajar en más de un medio de comunicación? Durante el Congreso de Comunicadores en Rosario en 1999, José María Pasquín Durán (periodista de Página 12) argumentó diciendo que “la búsqueda de la verdad es incesante, sin creer que soy dueño de la verdad. Es fácil hacer plata en los medios, pero no es fácil mantener la dignidad frente a las tentaciones”. Hace unos meses la alumna María Cielo Comba de la UCSE DAR investigó sobre el rol del periodista radial frente al periodismo militante, entrevistando a seis periodistas locales y algunos ellos cuestionaron la objetividad, la imparcialidad e independencia, pero como sostiene Scott “los hechos son sagrados y las opiniones son libres”. En este contexto, no se puede dejar de analizar los rasgos autoritarios de este gobierno nacional autista, sin olvidar que primero Néstor y ahora Cristina Kirchner ofrecieron contadas conferencias de prensa porque molesta que le hagan preguntas incómodas. Lamentablemente, esta cultura se replica en otras actividades sociales, judiciales, culturales, deportivas, religiosas, donde se observa también en Rafaela que los actores involucrados son poco propensos al disenso y la crítica constructiva de periodistas. Si no tenemos un periodismo independiente no puede hablarse de una sociedad democrática y en este concepto se encuentra la relación más conflictiva que el periodismo independiente debe afrontar, que es la relación prensa-poder. Por este motivo, el significado social del rol del periodista y los riesgos que el ejercicio profesional comporta fundamentan la exigencia de una ética de la responsabilidad en toda práctica profesional del periodista, que contribuirá decididamente en el servicio de la verdad y el bien común, y con un sentido crítico de la realidad. Si en más de una oportunidad realizamos críticas a la dirigencia por sus malas prácticas, los periodistas tenemos que hacer una autocrítica sobre cosas oscuras y en algunos casos poco dignas de nuestra profesión. Es bueno recordar un pensamiento del prócer Mariano Moreno: “Más vale una libertad peligrosa que una tranquila esclavitud”.

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