¿Civilización o barbarie?

Por Alicia Riberi.- ¿Qué título no? Parece mentira tener que pensar una sociedad en términos de violencia, de enfrentamientos, de odios, de desencuentros. Se ha mezclado todo, no se dialoga, en consecuencia, no hay escucha. Empecemos a razonar este tema desde la familia…los padres trabajan, no conformes con sus ingresos, con discusiones intra o extra familiares, con la desatención a los hijos, no por negligencia tal vez, sino por dejarse tragar por la vorágine mundana. Qué hace un hijo cuando no encuentra respuestas en casa, las busca afuera, o se refugia en internet (teléfonos, tables, computadoras) y con el enorme riesgo de mal vincularse o encontrar información que tuerce sus valores o los arrastre a una vida compleja cargada de adicciones y es justo ahí, donde comienza a veces un viaje sin retorno o con un retorno complejo y lento. De todo esto se desprende, el descontrol se inicia por dificultades o distracciones dentro de la propia familia. Si seguimos analizando, detectamos que cuando un niño o joven sale al mundo con cimientos movidos, o una escala de valores distorsionada, se pone de manifiesto en la sociedad, con expresiones grotescas y fanatismos que impiden el razonamiento. Se observó en la lucha a favor del aborto, en donde no se vio una muestra de opiniones pacífica que cualquiera puede llevar a cabo, pero la marchas violentas, sin sentido, con mujeres con senos al aire como mostrando ideales que no son ideales, son fanatismos que impiden ver la realidad con claridad y que si las interrogas, no tienen coherencia de opinión. Observemos las marchas gays, ¿para qué?, nadie los juzga, ni les niega el derecho de serlo, pero que necesidad de enfrentar a la sociedad como si fuéramos discriminatorios, cuando en realidad existieron siempre y que yo sepa no se los agredió, obvio que puede haber algún desubicado, como en todos los órdenes. El ataque a la Iglesia, pretendiendo que la gente renuncie a su fe, cuando que yo sepa, nadie me obliga a ser católica, ni a mí, ni a nadie, lo soy porque así lo siento, porque vivo mi fe y no la oculto, como lo hará el evangélico, el protestante y todos los demás cultos. Son bochornos, agresiones, acciones sin sentido, por el solo hecho de dar la contra. Las universidades se crearon para ir a estudiar, no para hacer política, los colegios también y las autoridades si no hacen cumplir la ley, exigiéndoles que estudien, les queda grande el cargo. Desde siempre los mayores ponen las reglas y los menores se educan para ser adultos responsables y no para ser patoteros. A mí no me importa quedar bien, solo digo lo que pienso, con respeto. Yo no soy homosexual, pero no hago marchas para hacer prevalecer mis ideas, defiendo la vida desde la concepción, pero no voy a agredir al que piensa distinto. Qué casualidad que todo es un problema en este país, pienso que detrás de todas estas conductas sin sentido y violentas hay intereses políticos mezquinos y vergonzosos y temor por tener que dar cuenta ante la justicia, por delitos que condenan a cualquier ciudadano común que no se puede esconder detrás de fueros. Creo que la educación familiar y escolar es la base de un cambio profundo y las autoridades deben garantizar la calidad y el cumplimiento de la norma y el docente que no esté capacitado debe capacitarse o dar un paso al costado. Está demostrado que no somos capaces cómo país de cumplir normas, entonces Presidente haga lo necesario para que aprendamos a cumplirla. Queremos firmeza y decisión de quién debe marcar el rumbo y no falta de claridad e inestabilidad social. Hoy es más barbarie que civilización, cambiemos el rumbo y logremos ser una sociedad que se pone en marcha y no que se atrinchera.

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