Benedicto XVI contradice implícitamente al Evangelio de Judas

El apóstol encarna el misterio del rechazo del amor de Dios, asegura el obispo de Roma.

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CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 13 abril 2006 (ZENIT.org).- En la homilía de la misa «en la Cena del Señor» de este Jueves Santo, Benedicto XVI aseguró que el misterio de Judas consiste precisamente en su rechazo del amor de Dios. Judas Iscariote personaliza al «hombre inmundo» para quien el dinero, el poder y el éxito son más importantes que el amor y no duda en vender a Jesús, constató el Santo Padre desautorizando indirectamente al recientemente divulgado Evangelio de Judas. El profesor Rodolphe Kasser, de 79 años, responsable de la coordinación de los equipos de traductores y restauradores que en Suiza se ocuparon de sacar a la luz este texto apócrifo, explica que el manuscrito choca con la tradición católica, ya que sostiene que Judas cumplió una misión encomendada por Jesús. «Sería entonces un favor y un sacrificio por parte de Judas» realizado por el Señor, añade el profesor en una entrevista concedida este 13 de abril al diario madrileño «El País». Por el contrario, el Papa en su homilía reivindicó la libertad del apóstol que entregó a Jesús por 30 monedas, según explican los evangelios canónicos. «Existe el oscuro misterio del rechazo, que con lo sucedido a Judas se hace presente y, precisamente en el Jueves Santo, en el día en el que Jesús se entrega a sí mismo, tiene que hacernos reflexionar», reconoció el Papa. «El amor del Señor no conoce límites, pero el hombre puede ponerle un límite», dijo explicando este misterio. El Papa se preguntó: «¿Qué hace al hombre inmundo?». Y respondió: «El rechazo del amor, el no querer ser amado, el no amar. La soberbia que cree que no tiene necesidad alguna de purificación, que se cierra a la bondad salvadora de Dios». «En Judas vemos la naturaleza de este rechazo más claramente todavía –siguió diciendo–. Juzga a Jesús según las categorías del poder y del éxito: para él sólo el poder y el éxito son la realidad; el amor no cuenta». «Y él es ávido: el dinero es más importante que la comunión con Jesús, es más importante que Dios y su amor». «De este modo, se convierte también en un mentiroso, que hace el doble juego y rompe con la verdad, alguien que vive en la mentira, perdiendo así el sentido de la verdad suprema, de Dios», siguió explicando el Santo Padre. «De este modo, se endurece, se hace incapaz de conversión, del regreso confiado del hijo pródigo, y tira la vida destruida», aclaró. El mismo profesor Kasser aclara que el Evangelio de Judas fue considerado herético por la misma Iglesia primitiva. Se conocía la existencia del texto o de su origen por al libro «Contra las Herejías», de san Ireneo de Lyón, escrito en el año 180. Ahora bien el volumen divulgado podría estar fechado entre el siglo IV y el siglo V, es decir, unos 300 ó 400 años después de la vida de Jesús.

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