Avanza el narcotráfico y la violencia ante la ausencia del Estado

Se trata del editorial del programa “Sábado 100” por radio El Espectador (FM 100,1) de Rafaela. La narco-violencia vino para quedarse y dependerá de las autoridades si siguen permitiendo que Argentina se convierta en Colombia y México o toman el “toro por las astas” y se ponen los “pantalones largos” para combatir las mafias enquistadas desde hace mucho tiempo en distintos ambientes sociales.

Compartir:

Por Emilio Grande (h.).- Lamentablemente, las escenas escalofriantes vividas el lunes último en el barrio rosarino Los Pumitas con la justicia por “mano propia”, a cargo de los vecinos indignados contra un supuesto narco, quien sería el autor de la muerte del niño Máximo Gérez de 12 años enredado en una balacera de sicarios, no hacen otra cosa que mostrar la ausencia del Estado en los tres niveles: nacional, provincial y municipal.

Este caso puntual fue televisado en vivo y en directo por TN con la ausencia de la Policía, pero era sabido que por el escándalo nacional debían aparecer móviles con agentes policiales y llegaron a los pocos minutos, mientras los vecinos y el papá de Máximo se encargaron de agredir físicamente al narco, quemar una moto en la esquina, destruir parte de la casa y luego llevarse el mobiliario.

¿Por qué llegan tarde las autoridades cuando está el hecho consumado, en un contexto social marcado por los asesinatos diarios entre bandas, el narcotráfico en su máxima expresión y acentuado por la pobreza económica debido a la inflación galopante?

Frente a esta gravedad, el presidente Alberto Fernández se despertó de la “siesta” que viene durmiendo y haciendo la “plancha” mientras la gente de a pie está atónita por el aumento de la inseguridad en todos los niveles, con epicentro en la ciudad de Rosario desde hace bastante tiempo.

Emitió un mensaje grabado, comentando lo sucedido y con pocos anuncios: el envío de 400 gendarmes hasta completar 1.400 agentes, las cámaras de reconocimiento facial, la llegada del Ejército para urbanizar calles y que iba a combatir el delito con la rigurosidad de la ley. Al respecto, ¿qué hizo este gobierno nacional durante más de 3 años de estar en el poder?

Tampoco se puede soslayar el reciente ataque a balazos al supermercado de los suegros de Messi, José y Patricia Roccuzzo, con un mensaje mafioso al mejor jugador del mundo que lo están esperando y que el intendente rosarino Javkin no lo va a cuidar.

Lo más sorprendente fueron las declaraciones del ministro de Seguridad Aníbal Fernández al admitir que en Rosario “ganaron los narcos” tras la violenta balacera. Un axioma jurídico dice que “a confesión de partes, relevo de pruebas”.

Esta situación es un llamado de atención también para el gobierno provincial, legisladores, jueces y fiscales. ¿Qué se espera para hacer purgas de los agentes policiales, de los cuales la mayoría (el 70%) actúa en connivencia con los líderes de las bandas que comercializan drogas? Hay jefes policiales presos por sus vínculos con el narcotráfico y hay otros policías cómplices que conservan sus puestos. 

Tres policías rasos de Rafaela me dijeron hace algunos años que para ascender en la carrera como jefes seccionales y unidades regionales la “coima” es la moneda corriente, elevando un porcentaje de lo recaudado a sus superiores y autoridades provinciales, práctica que lleva 20 años.

El peronista Armando Traferri, senador provincial por el departamento San Lorenzo, fue denunciado por dos ex fiscales de que es cómplice de los traficantes de droga. Por este motivo, la Justicia pidió su desafuero, pero lamentablemente la Legislatura provincial se lo negó… siendo también cómplices los diputados y senadores.

El 90% del delito en Rosario es ordenado desde las cárceles, manejando celulares los detenidos con la complicidad del personal del servicio penitenciario que les vende los teléfonos por 30.000 pesos.

El colega Joaquín Morales Solá es muy crítico del gobernador Perotti en su columna de La Nación: “Más de tres años después de asumir, nombró por primera vez un ministro en serio (por Claudio Brilloni) a cargo de la Seguridad. Los ministros anteriores fueron un fiasco, ya sea por su ideología o por su ineptitud. Perotti llegó con cierto prestigio político a la gobernación, pero su gestión en materia de seguridad fue un desastre sin atenuantes”.

Por todo lo analizado, y se podría seguir haciendo otros comentarios más, la narco-violencia vino para quedarse y dependerá de las autoridades si siguen permitiendo que Argentina se convierta en Colombia y México o, por el contrario, toman el “toro por las astas” y se ponen los “pantalones largos” para combatir las mafias enquistadas desde hace mucho tiempo en distintos ambientes sociales, pero el crecimiento o la atenuación dependerá de las complicidades existentes para seguir actuando y matando, donde la vida parece no tener más valor, en el marco de un retroceso de cambio cultural.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *