“Alberto Fernández debe recuperar el liderazgo que ganó las elecciones”

Expresó la periodista María Herminia Grande en la conferencia virtual sobre “Desafíos y encrucijada de Argentina durante y en la post pandemia”, organizada por el Círculo de la Prensa de Rafaela.

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Emilio Grande (h.) y María Herminia Grande durante la conferencia virtual.

Anoche se realizó la conferencia virtual sobre “Desafíos y encrucijada de Argentina durante y en la post pandemia”, a cargo de la periodista María Herminia Grande (rafaelina radicada en Rosario), organizada por el Círculo de la Prensa de Rafaela (CPR), en el marco del ciclo de charlas por los 80 años, a través de Facebook live en la fanpage del CPR. Esta actividad contó con el auspicio de la UCES y Rafaela TV Móvil. La presentación estuvo a cargo del moderador Emilio Grande (h.). A continuación se transcribe el texto de la disertante:

Antes de ir a los ejes disparadores de este encuentro, deseo aclarar el título acordado. La pandemia se va yendo, pero está. Por eso este presente continuo que implica desafíos concatenados.

Cuando el mundo se anotició de este nuevo fantasma omnipresente que nos asola y destruye vidas y economías, Argentina ya estaba en sala de terapia intermedia, tras largos años de mala praxis política.

Argentina hasta la llegada de la última dictadura militar en 1976, era un país cuya población era prácticamente toda de clase media, aproximadamente un 80%. 5 mil millones de deuda externa. 7% de pobres en el último gobierno de Perón. No había droga. Era raro ver gente pidiendo. Mucho menos durmiendo en nuestras calles o comiendo de la basura.

Endeudamiento, enriquecimiento ilícito, apropiación de lo ajeno. Con esa base llegamos a la recuperación democrática de 1983. Alfonsín fue el último dirigente político con verba acorde. Enamoró a propios y extraños. Así fue como le ganó a nuestro coterráneo Ítalo Luder. Eran épocas de renaceres. Producto de las dictaduras apareció el Nunca Más.

Alfonsín pudo con la institucionalidad. No pudo con la economía. Los partidos poco a poco se volvieron raquíticos hasta desaparecer. Guardo para mí, que ahí comenzó el hundimiento de la Argentina. No conozco país próspero en el mundo sin partidos políticos robustos.

El entusiasta movimiento político de aquel entonces se fue desvirtuando cuando aparecieron los militantes rentados. Lo que produjo el alejamiento de los problemas de la gente con la política. Lo que debió haber sido vasos comunicantes entre el problema y la política para solucionarlo, fue desapareciendo. El negocio personal reemplazó al sueño colectivo. Y esto no es una frase, lamentablemente es una realidad.

Esencialmente la política es servicio. Con las excepciones debidas, Argentina generó una casta de personas que cobran sueldo de la política desde jóvenes hasta adultos mayores. Por ello tal vez, a la política le cuesta tanto ponerse el traje de emprendedora y entender lo que le pasa a la gente que vive en el sector privado.

El Estado ha dejado de ser un socio eficaz para volverse obstruccionista a la hora de asociarse con la producción generadora de empleo.

El gobierno del presidente Macri fue principalmente producto de los errores cometidos por el de la ex presidenta Kirchner. (Cuando en una elección ejecutiva se elige por descarte, los resultados nunca son buenos).

Un número importante de votantes lo eligieron convencidos de su potencialidad. Otros por cortar con el kirchnerismo. El gobierno del presidente Macri tuvo muy pocos aciertos y una deuda financiera tremenda.  A ésta se le debe sumar los resabios de las gestiones anteriores cuya sumatoria provocó la radiografía de una Argentina desbastada.

Alto endeudamiento, alta pobreza, baja capacidad instalada de producción, alta desocupación. Generaciones de argentinos sin contacto con la cultura del trabajo.

Con esta breve síntesis llegamos a la Argentina 2020.

Alberto Fernández asume con la espada de Damocles de la deuda con los bonistas externos otra vez asediando y el default apuntando, curiosamente esta vez con un FMI ayudando. El Presidente llega con la idea de los consensos antigrietas y la Mesa del Hambre como núcleo central de su gobierno. Tal vez en su intimidad con dudas sobre la actitud que podría tener en estos años su vicepresidenta.

El primer problema al que debió abocarse fue el de los consensos internos, donde echó mano a sus dotes de equilibrista para conformar a los intereses de la coalición ganadora.

La integración del gabinete tuvo de arranque, tal vez, mucho de equilibrio, pero poco de talento explícito, salvo honrosas excepciones. Y poco, o nada, de federalismo.

Un punto que quiero subrayar es que ya antes que la pandemia produjese que  por largos meses el gobierno nacional fuera el gobierno del AMBA, ya inicialmente el gobierno de Fernández era un gobierno AMBA, con buenas intenciones pero sin concreciones.

Cuando el interior no pisa fuerte Balcarce 50, las políticas son absolutamente centralistas.

En este estado llegó el Covid-19 . Ahí Fernández estuvo bien, concertó con sus gobernadores, escuchó a los científicos y concretó lo que escribió Marcelino Cereijido en su libro “La ignorancia debida” : “No apoyo a los científicos, sino apoyarse EN los científicos”- Aprovechó el tiempo para equipar hospitales y que sanatorios privados hicieran lo mismo.

El encierro ayudó. Pero no calcularon ni Fernández ni los gobernadores que cuando el Covid más creciera entre nosotros, el cansancio acumulado diría basta.

No soy de las que cree que el Presidente y los gobernadores se hayan enamorado del método y del virus.  Sí la política y sus políticos ejecutores bailaron sólo el baile del Covid inmovilizando al resto de los gabinetes. A mi criterio se debió armar un Comité de Ministros que en paralelo a los desastres del virus monitorearan los desastres en la economía y desarrollasen políticas para el rescate, en tiempo presente y en tiempo futuro.

Hubo respuestas amplias, aunque cuando la necesidad es grande “la manta no tapa a todos”.  Y especialmente en las pymes lo actuado no fue lo más eficiente para su rescate, rehabilitación y puesta en marcha. La magnitud del desastre meritaba este trabajo en pinzas: salud y producción. Esta carencia  la advirtieron muchos ante los sectores con responsabilidad social que los propios gobiernos. La situación de tierra arrasada provocó que distintos sectores se juntasen para programar políticas acordes al momento que se vive.

Cuando el canciller Solá en un acto aún hoy incomprensible, decidió que Argentina se retiraba del Mercosur, fueron los sectores agroexportadores argentinos los que se juntaron para convencerlo de la importancia de este mercado. Fue tal la convocatoria, 50 cámaras, que casi sin querer surgió el Consejo Agroexportador Industrial Argentino. Y le propusieron un ambicioso plan por el cual Argentina en 5 años exportaría U$S 100 mil millones y podría crear mano de obra en forma directa e indirecta en 700 mil puestos.

Esta actitud loable fue seguida por el empresario Bulgheroni que pidió lo mismo para el sector de petróleo.

Como cuento hoy en mi artículo de Infobae la Federación a los Consejos de Ciencias Económicas trabajan sobre de corto y mediano plazo en un proyecto de simplificación tributaria. Luego de los dichos de Marcó del Pont de ayer (por el lunes), no sé si seguirán entusiasmados en este metié.

La UIA y la CGT vienen trabajando en acuerdos desde hace mucho tiempo, también esbozaron políticas productivas y pidieron pista para reactivar el Consejo para la Producción y el Empleo.

Tal vez el hecho de mayor peso histórico fue el encuentro de la AEA (Asociación de Empresarios Argentinos), dueños de grandes empresas argentinas (Rocca, Bagó, Ratazzi, Perez Companc, Pagani, Magnetto) junto a la CGT con igual propósito.

Estas actitudes sectoriales demuestran por un lado la gravedad de la situación. Y por otro la falta de previsión y planes del gobierno y también de la oposición.  Cuando los legisladores recibieron estos proyectos se mostraron gratamente sorprendidos. Cuesta creer que partidos centenarios como la UCR y camino a ello como el peronismo, que han tenido planes al respecto, se sorprendan con lo que debiera ser natural en sus plataformas políticas, hoy inexistentes. Para ser más clara, alguna vez gobernaron Argentina con planes quinquenales o desarrollistas. La pregunta es ¿cómo se olvidaron de  hacerlo?

Para mi gusto pasó muy desapercibida una propuesta que al menos debiera haber sido motivo de debate. El Dr. Roberto Lavagna propuso para el 50% de personas desocupadas, un plan alternativo de generación de trabajo en blanco en el sector  privado con facilidades acordes para el sector empresarial que así lo requiera.

Desafíos

Creo que tanto oficialistas como opositores tienen más cosas en común que lo que ellos advierten. La clase media no encuentra ser tenida en cuenta en las políticas como merece y necesita. Ni el Frente de Todos ni Juntos por el Cambio en sus gobiernos, luego de llegar con el voto de este sector social, lograron mantener su fidelidad. No supieron llegar a la clase media, y cuando llegaron ¡lo hicieron mal!

Como gobierno el principal desafío del Alberto Fernández es el de recuperar una agenda acorde a las expectativas y necesidades de la gente. Y tal vez un desafío mayor: más que recuperar una agenda, debe recuperar el liderazgo con el que ganó las elecciones, o sea con el traje de un político moderado, capaz de dialogar con quien no piensa en nada como él.

En cuanto al desafío de la oposición debe estar centrado no sólo encontrar protagonistas políticos que la representen, debe comenzar un plan alternativo y listo de ser ejecutado de volver a ser gobierno.

El desafío está en manos de nuestros gobernantes y de la gente. Sólo el 20% de los chicos que debieron seguir sus actividades escolares, con el instrumento Internet, pudieron hacerlo con eficiencia. El resto estuvo excluido por no tener computadoras, mala conectividad, por compartir con la familia los celulares. El mundo está demandando muchos millones de puestos de trabajo, para los próximos 25 años. ¿Cuáles serán las oportunidades de nuestros chicos sin acceder a una educación que los prepare para ese mundo? No vale llorar por los trabajos que se pierden por la tecnología, tenemos que trabajar para ganarnos los nuevos puestos de trabajo que ha multiplicado la tecnología.

Conclusión

Como creo en el valor de las palabras expresadas, quiero recordar que el presidente Macri selló su destino político cuando desafió al electorado que lo juzguen por la erradicación de la pobreza … y la duplicó.

El presidente Fernández se ha propuesto ser el Presidente antigrieta. La expropiación de Vicentin, la cláusula Parrilli…  no lo están conduciendo a ese camino.

Argentina sin consensos ni políticas de Estado,  no volverá nunca a ser la que mi generación conoció y disfrutó: con una educación pública posibilitadora  del desarrollo personal.

Charla de Terragni

Esta actividad acaparó la atención del público local y de otros lugares, quienes al final participaron con la formulación de distintas preguntas a la disertante. En el cierre se anunció que el reconocido abogado rafaelino Marco Antonio Terragni brindará una charla virtual sobre “La libertad de prensa en el 2020” el 15 de setiembre a las 19 horas.

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