80 años del inicio del adoquinado: ¿tapar o preservar?

Se trata del editorial del programa “Sábado 100” por radio Mitre Rafaela que conduce Emilio Grande (h.). Por lo menos hay que conservar los cuatro bulevares fundacionales, avenida Mitre y alrededor de la plaza 25 de Mayo. ¿Los frentistas tendrían que pagar un porcentaje?

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Pasaron las elecciones municipales de setiembre y casi no se debatió sobre varios temas de la agenda pública. Hoy nos vamos a ocupar del estado en que se está el empedrado. El 20 de agosto último se cumplieron 80 años del inicio de las obras en Rafaela. Es un elemento constitutivo del entramado urbano, pero todavía no forma parte del patrimonio histórico a través de una ordenanza como tienen otros lugares del país. En los últimos años se vienen haciendo reparaciones parciales y en otros casos totales, habiéndose cambiado el sistema por uno de similares características al que se emplea en la Roma milenaria. El problema es la lentitud de la obra que se lleva adelante porque es un trabajo artesanal y para acelerar el trabajo (unas 163 cuadras faltan arreglar sobre 220) deberían agregarse más cuadrillas de personal. De ser así, ¿qué fondos se destinarían? Actualmente hay un porcentaje de la tasa municipal. ¿Los frentistas tendrían que pagar un porcentaje? Cuando se colocaron estas piedras de granitullo -vinieron en barco desde países europeos como balasto- a partir del 20 de agosto sobre bulevar Lehmann del lado oeste no había en aquella época el transporte automotor actual. Sin embargo, después de ocho décadas fue más resistente que las calles con asfalto o pavimento. Seguramente, el día en que la terminal de ómnibus no esté más en el centro de la ciudad se aliviarán las calles adoquinadas, prueba de ello Sarmiento y San Martín fueron repavimentadas. Si uno se dejara guiar por el gusto personal se inclinaría por la preservación total de las calles empedradas, pero por lo menos hay que conservar los cuatro bulevares fundacionales, avenida Mitre y alrededor de la plaza 25 de Mayo. Uno es consciente del mal estado de varias calles por la falta de mantenimiento que produce roturas en los autos y motos, pero los automovilistas circulan más despacio en esas arterias a diferencia de bulevar Lehmann que fue reparada el 100% y es una de las calles con más accidentes por el exceso de velocidad. Mientras muchos quisieran taparlo en su totalidad, hay visitantes a la Perla del Oeste que destacan su presencia. El escritor Mempo Giardinelli en una entrevista con este cronista publicada el 17 de octubre de 2000 en el diario La Opinión había opinado que “pavimentar las calles de adoquinado es un crimen. No hay otra cosa tan importante que conserve y represente más y mejor la historia de un pueblo que sus adoquines”. A decir verdad, cada uno tiene su opinión respecto a este tema, pero en otros países del mundo hay más conciencia sobre la preservación del patrimonio cultural. En Rafaela y en el país ya se derrumbaron edificios históricos; todavía estamos a tiempo de evitarlo con el empedrado porque es más barato y dura más tiempo que hormigonar o asfaltar las calles, según un reciente estudio municipal. Las autoridades tienen la palabra más allá de la gente.

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