8 de Marzo: “Día internacional de la mujer”

Se cumplen 5 años de las primeras pintadas blasfemas en la Catedral de Buenos Aires.

Por Mónica del Río

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La maternidad es lo más noble que puede realizar una mujer, por ser lo específico de su condición. Pero para el feminismo no hay connaturalidad entre la mujer y la maternidad y por todos los medios tratan de enterrar los festejos del Día de la Madre. Recordemos incluso que el Comité de seguimiento de la Convención de la Mujer de la ONU (CEDAW), amonestó a Bielorrusia, entre otros, por celebrar el “Día de la Madre” porque estiman que favorece un “estereotipo negativo de mujer”. Si hasta nosotros mismos, desprevenidamente, hemos reemplazado el “Día de la Madre” por el “Día de la Familia”, celebración loable que podía tener lugar en una fecha distinta. No hay necesidad de reemplazar una fecha con la otra. Simultáneamente el feminismo reivindica el “Día de la Mujer”, desconociendo la naturaleza femenina, rechazando la maternidad y reclamando incluso en esta fecha el “derecho” a matar al hijo engendrado. El 8 de marzo es una fecha clave entre las efemérides feministas, por eso ellas mismas aclaran: “ni flores, ni bombones, es un día de lucha”. Para entender mejor el sentido de esta fecha, remontémonos, una vez más, a su origen. Aunque aún es tema de discusión dentro del mismo movimiento de mujeres, las más lo ligan al 8 de marzo de 1908, fecha en que, supuestamente, 129 obreras de la empresa Cotton Textile Factory de Nueva York, murieron carbonizadas dentro de la fábrica que habían ocupado, en el marco de una huelga por reclamos salariales. Otras lo ponen en duda, entre otras cosas, porque el 8 de marzo de 1908 era domingo.

Existe en cambio consenso sobre el hito que proyectó la fecha al plano internacional. En 1910, durante un Congreso Internacional de Mujeres Socialistas que reclamaba el voto femenino, realizado en Copenhague, Dinamarca; la alemana Clara Zetkin, dirigente del Partido Socialdemócrata Alemán y fundadora de su sección femenina, propuso que se estableciera el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer.

Un reclamo reiterado de las marxistas es la rememoración del 8 de marzo de 1917, cuando en San Petersburgo muchas mujeres se amotinaron, “anticipando y precipitando la revolución bolchevique”. Afirman que este hecho “clave” ha sido silenciado, incluso por las Naciones Unidas –que en 1975 declaró al 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer-, para ocultar el origen marxista de la fecha.

En nuestro país, las manifestaciones públicas se iniciaron durante el gobierno del Dr. Alfonsín. El primer acto tuvo lugar en la Plaza de los Dos Congresos el 8 de marzo de 1984 y fue encabezado por la casi centenaria activista feminista y militante socialista Alicia Moreau de Justo, que actuó como oradora.

Si el 8 de marzo estuvo ligado históricamente a la inserción de la mujer en ámbitos laborales o políticos, hoy tiene otras miras. Los reclamos que buscaron originalmente la “emancipación” social y económica de la mujer, se redujeron a la promoción de su “emancipación” fisiológica. Por eso las feministas volverán a salir a la calle con la consigna: “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal, seguro y gratuito para no morir”. Este año reclamarán además la excarcelación de Romina Tejerina, la joven jujeña que purga una condena de 14 años porque mató a puñaladas a su hija recién nacida.

Recordemos para concluir que la Catedral de Buenos Aires -que como todo templo católico es morada del Rey eucarístico- es además, y particularmente, el símbolo de la Fe de los argentinos, y que ese lugar sagrado sufrió por primera vez agresiones vandálicas y pintadas blasfemas el 8 de marzo de 2002, justamente en el marco de estas “celebraciones”.

Fuente: Notivida, Año VI, nº 423, 07.

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