25 años de los mensajes de la Virgen María en San Nicolás

Se trata del editorial del programa “Sábado 100” por Mitre Rafaela (FM 91,9), que conduce Emilio Grande (h.). Dios no se fija en el poder temporal y económico para obrar en medio de la humanidad sino que se vale de los más sencillos y humildes de corazón como lo viene haciendo a lo largo de la historia.

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Una impresionante multitud proveniente de distintos lugares del país calculada en 800 mil personas –sí escuchó bien- desbordó a la ciudad de San Nicolás el jueves último para celebrar los 25 años de la primera aparición de la Virgen María a una humilde vecina, en una de las demostraciones de fe popular más contundentes de las que se producen en la Argentina. El obispo de San Nicolás Héctor Cardelli hizo un llamado a la conversión de los corazones y las mentalidades. Pero, ¿cuál es el secreto de la presencia de la Virgen del Rosario en San Nicolás que congrega a cientos de fieles de distintos lugares y condiciones sociales? A decir verdad, se resume en el misterio mariano que desde hace 25 años son los mensajes recibidos por una mujer sencilla de la ciudad de San Nicolás: Gladys Quiroga de Motta, fruto de una revelación privada. Al respecto, dice la Virgen en algunos de los mensajes de noviembre de 1983: “Cerca tuyo quiero estar; el agua es una bendición” (…) “Amados hijos recen mucho el rosario. Ríe, no llores, permanece tranquila, llegarás al final”. El presbítero Carlos Pérez -rector del santuario- aclara que “los fieles no están obligados a creer en las revelaciones privadas, por cuanto todo está dicho ya en la revelación pública contenida en la sagrada escritura y que concluye con el último de los apóstoles (…) Sin embargo, aunque las revelaciones privadas no agreguen nuevas verdades, ayudan a recordar las ya conocidas por la revelación pública y suelen ser un incentivo para vivirlas” (libro Mensajes 1983-1990). Con el paso de los años esta devoción mariana fue creciendo y, al mismo tiempo, se empezó a construir un templo que todavía no está terminado, a pocos metros de la ribera del río Paraná, por pedido de la misma Virgen en sus mensajes. En este sentido, el obispo Cardelli, presidió la misa de inauguración del nuevo sector bajo cúpula del santuario de María del Rosario de San Nicolás con el aporte de las donaciones particulares. En el plano personal, no es la primera vez que voy con mi familia a San Nicolás. La última visita la hicimos el lunes último y ya se vivía el espíritu mariano dentro y fuera del santuario. Más allá de las creencias de cada uno a las que hay que respetar, no se pueden pasar por alto dos cosas en clave cristiana: el fervor popular porque superó las expectativas previas (se hablaba de 500.000 personas) y el secreto de esta revelación privada a una mujer que no contaba con ninguna formación teológica ni bíblica. Dios no se fija en el poder temporal y económico para obrar en medio de la humanidad sino que se vale de los más sencillos y humildes de corazón como lo viene haciendo a lo largo de la historia.

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