“Estamos trabajando por un mundo libre de armas nucleares”

Es la visión del rafaelino Gustavo Zlauvinen, representante permanente de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) ante la ONU en Nueva York, durante una entrevista. Se refirió especialmente a la situación de Irán, donde los inspectores de la OIEA todavía no pueden determinar cuál es el uso del programa nuclear y destacó la vía diplomática.

Por Emilio Grande (h.)

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“El programa nuclear de Irán ha sido desarrollado en los últimos 20 años siempre bajo el control internacional de organismos de energía atómica porque Irán es parte del tratado de no proliferación nuclear y por eso tiene que tener todas sus instalaciones nucleares declaradas y bajo controles de los inspectores para asegurar que nada sea desviado para producir armas nucleares”. Así afirmó Gustavo Zlauvinen, representante permanente de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) ante el Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York, siendo Mohamed ElBaradei el director general de la OIEA. Y agregó: “El problema es que durante 15 años Irán hizo algunas actividades clandestinas para enriquecer uranio que podría ser utilizado para combustible de un reactor nuclear, que es permitido, o para producir armas nucleares. Como no las declararon y en el 2002 fueron descubiertas, los inspectores ahora están tratando de determinar cuál fue el trabajo realizado por Irán; hay una toma de conciencia de la comunidad internacional a que Irán ahora no está diciendo la verdad. Si nos mintieron durante este tiempo quien nos asegura cuando dicen «esto es todo lo que tenemos, no hay nada más clandestino y es para fines pacíficos»; cómo podemos creerles. Estados Unidos, Francia, Inglaterra y Alemania creen que Irán está violando sus obligaciones, está encubriendo un programa secreto nuclear para producir armas nucleares; en el medio está mi organismo que es el árbitro o el veedor para determinar cuál de las dos partes tiene la razón. No lo sabemos y tenemos que ser objetivos, independientes y hacer un análisis muy profesional; para ello enviamos inspectores a Irán, nos reunimos con los científicos iraníes, tomamos controles ambientales para ver si hay residuos de plutonio o uranio enriquecido. Todavía quedan muchas dudas y nuestros propios inspectores no pueden asegurar que el programa nuclear iraní es solamente pacífico”. El monólogo del diplomático rafaelino siguió en estos términos: “Irán dice que «los inspectores han estado investigando en nuestro terreno durante tres años y no nos creen», pero ahora Estados Unidos y los europeos han decidido informar al Consejo de Seguridad sobre esta situación que eventualmente pueden imponer sanciones a Irán; durante el último fin de semana Irán decidió suspender parcialmente su cooperación con nuestros inspectores y esto podría generar tal vez una crisis internacional”. -¿Esto significa que se está en la antesala de un nuevo conflicto internacional o es prematuro hablar de esto? -Mi jefe, ElBaradei, sostiene que estamos ante una situación crítica pero todavía es una crisis porque todavía existe una posibilidad de que esto se resuelva en forma diplomática a través de negociaciones, de nuestros inspectores y por eso le ha pedido al gobierno iraní que suspenda sus actividades nucleares hasta tanto se pueda clarificar el asunto. También ha solicitado a Estados Unidos y a los países europeos que esperen y le den más tiempo a nuestros inspectores para que trabajen y continúen las negociaciones con Irán. Estamos en este impasse, pero no sabemos cómo se va a resolver si pacíficamente a través de negociaciones porque Irán es el que tiene que dar la información o si esto se degenera en una crisis mundial con consecuencias que nadie lo sabe. -En el medio hay amenazas de ambas partes (Rusia advirtió a Estados Unidos). ¿Esto puede profundizar este conflicto? -Por el momento son tácticas verbales diplomáticas como cuando uno juega al truco trata de mentir o hacerle creer al otro que uno tiene el ancho de espada o el de basto y no sabe si lo tiene hasta que se juega. Las dos partes están elevando la retórica. El presidente de Estados Unidos (Bush) ha dicho que todas las opciones están sobre la mesa, él prefiere una solución diplomática pero si se deteriora es necesario usar otras acciones como sanciones económicas, embargos o acciones militares. Por su parte, Irán dice que tiene el derecho de tener esta tecnología, no quieren tener armas nucleares y se trata de un nuevo “dominio colonial” para subyugar a este país musulmán. -¿Qué otros países tienen armas nucleares? -Sí tienen Estados Unidos, Francia, Rusia, China, Inglaterra, reconocidos por el sistema internacional y algún día tienen que desarmarse que es su obligación. Por fuera del tratado internacional de no proliferación nuclear tenemos Israel, India, Paquistán y Corea del Norte. -En caso de utilizarse armas nucleares, ¿cuáles son las consecuencias para el planeta? -Serían las consecuencias más catastróficas que conocemos como civilización en toda la historia. Nunca existió un arma de poder destructivo tan poderoso como la nuclear. El número de personas que podría morir sería nefasto, ya lo hemos visto en Hiroshima y Nagasaki y eran las primeras clases de armas nucleares. Hoy hay arsenales nucleares con una capacidad que pueden destruir a todo el planeta como diez veces, además de destruir ciudades y contaminar la zona por muchos años; nadie podría vivir en ese lugar, la nube radioactiva empezaría a ser desplazada por los vientos y afectaría a otras zonas del mundo, con lo cual se incrementarían los riesgos de cáncer. Por eso en mi organización trabajamos para evitar esto, para que no se produzcan más armas nucleares y los que tienen las destruyan; estamos tratando de buscar un mundo libre de armas nucleares, parece utópico pero si no pensamos en este objetivo nunca lo vamos a lograr y como dijo John Lennon vivamos en un mundo mejor donde las armas no sean necesarias. Por este motivo, en noviembre de 2005 a mi jefe ElBaradei y a la OIEA le otorgaron el Premio Nobel de la Paz.

Garetto

Previo a la entrevista y en la vereda del domicilio de sus padres, Gustavo Zlauvinen se encontró de casualidad con su tocayo Gustavo Garetto, ex tensita y actual profesor en París. Ambos estaban con sus respectivos hijos: el diplomático con Alexander de seis meses (también vino su esposa sueca Helena Ekeus) y el deportista con su niño de varios años, recordando tiempos vividos en Rafaela y la realidad actual, utilizando el español y el francés.

Emilio Grande (h.)

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